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martes, octubre 1, 2024
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“En honor a nuestra Tijuana, merecemos una feria digna”: Luis Humberto Crosthwaite

Durante la XXXVIII Feria del Libro de Tijuana que se realiza del 7 al 16 de julio en las instalaciones del Centro Cultural Tijuana (CECUT), el escritor Luis Humberto Crosthwaite se mostró crítico del evento librero.

Durante el homenaje a Rafa Saavedra llevado a cabo el martes 11 de julio, en el CECUT, el narrador Luis Humberto Crosthwaite leyó el texto titulado “Rafa Saavedra y la Feria del Libro”:

“Rafa Saavedra y yo navegamos por muchos años en el mismo barco de amistad y literatura. Había entre nosotros no solo camaradería sino admiración mutua. No lo decíamos, por supuesto, porque se supone que no es de machos decirse esas cosas empalagosas, pero demostrábamos nuestra admiración en cada oportunidad. En 1997, inauguré un proyecto editorial con su segundo libro de cuentos, Buten smileys. Me maravilla su escritura pero, sobre todo, su profundo amor a la Tijuana que él orgullosamente llamaba su city.  Rafa fue polifacético y se enfrentó al arte desde distintas disciplinas. Me quedo con cada una de sus facetas, pero quizás la que más admiro tiene que ver con la forma en que defendía sus ideales, su compromiso con la comunidad y su lealtad a sus amigos, amigas, alumnos y alumnas”, homenajeó para empezar Luis Humberto Crosthwaite durante su disertación.

Rememoró también: “Para mí es difícil olvidar que han pasado 10 años desde que se nos fue Rafa. Ese mismo año murió mi mamá, en febrero. Entonces yo vivía lejos de la ciudad y a alguien se le ocurrió dedicarme un inmerecido homenaje durante la feria del libro. Imaginen ustedes el profundo pesar que yo cargaba en el alma, regresando a Tijuana y recorriendo las mismas calles en donde Aurora me había llevado de la mano cuando era niño. Llegué muy triste a la feria y ahí me encontré con Rafa Saavedra. Había escuchado acerca de mi pérdida y me miró con una sonrisa triste, me dio palmaditas en la espalda, como solía hacerlo, y no me dijo más. Sabía que no había palabras para rellenar esos huecos. Estuvo entre el público durante el homenaje y nunca más lo volví a ver. Aurora murió en febrero y él en septiembre.  A través de los años, más de una vez me tocó presenciar eventos en los que Rafa lanzaba duras críticas cuando descubría incongruencias. Incluso mencionaba a personajes específicos del ámbito educativo y cultural de Tijuana. Era de personalidad serena, pero rudo cuando se requería; no le temía al enfrentamiento ni al desafío cuando sentía que había una causa justa que defender. Me llegué acercar a él, después de un evento, y comentarle que sus palabras habían sido muy duras. Él me contestaba: “se tenía que decir” y ni cómo alegarle”. 

En la mesa de homenaje a Rafa Saavedra participaron Heriberto Yépez, Laura Díaz, Pedro Gabriel Beas, Mauricio Bares, Christian Zúñiga moderando la mesa; y Luis Humberto Crosthwaite, quien manifestó en torno a la Feria del Libro de Tijuana 2023, citando otros eventos literarios del país, como la Feria del Libro de la Frontera de Ciudad Juárez en la que participó este año:

“Es por esto que considero que Rafa no se detendría en criticar a la Feria de Libro Tijuana. Estaría aquí, entre nosotros, señalando puntos específicos. Por ejemplo, que los tijuanenses nos merecemos una feria mejor. En honor de Rafa, de su espíritu aguerrido y su claridad de pensamientos, haré lo mismo: Hace unas semanas asistí a la Feria del Libro de la Frontera en Ciudad Juárez y me asombró la dedicación y entrega de sus organizadores. Representadas estaban no solo las más grandes editoriales comerciales sino también varias de las independientes; también estaban ahí editoriales pequeñas de otros estados, que no podían costear su traslado pero que recibieron un generoso apoyo. La feria de Juárez tenía un impresionante programa de actividades, 60 páginas que incluían talleres gratuitos, presentaciones de libro, un encuentro de escritores policíacos, otro de traducción literaria. El presupuesto fue generoso, todo un logro de los juarenses, que no permiten que la Secretaría de Cultura estatal regateé la inversión, por más que año tras año lo intente. La feria fue organizada por el gobierno de Chihuahua (panista), con un amplio apoyo del gobierno municipal (que no es panista), así como el Colegio de Chihuahua y la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. El resultado fue un trabajo conjunto, dirigido a la comunidad. Fui testigo de un evento fenomenal, que me entusiasmó; pero que a la vez me hizo sentir una tremenda envidia: ¿por qué esa ciudad fronteriza tiene todo eso y nosotros no? ¿Acaso no lo merecemos?”.

Ante alrededor de 80 personas congregadas en la Sala Federico Campbell del CECUT, Crosthwaite cuestionó:

“A diez años de la muerte de Rafa Saavedra, la Feria del Libro Tijuana está dedicada ¿a quién?, ¿a Julio Verne? ¿Por qué? La respuesta es sencilla, según la Unión de Libreros que controla esta feria: porque los libros de Julio Verne sí se venden.  Aunque están ellos en su derecho de hacer todo lo posible por aumentar sus ventas, ¿por qué entonces se llama Feria de Libro Tijuana? Si este evento representara realmente a los tijuanenses, ¿no debería estar la cara de Rafa en estos carteles? ¿Quién nos representa más: nuestro querido Rafa Saavedra o un escritor francés del siglo XIX? “.

Fue entonces cuando Crosthwaite se mostró crítico con el evento librero:

“Esta incongruencia hace aún más evidente que la Feria del Libro Tijuana no representa a la ciudad mencionada en su nombre. Su finalidad no es promover a la cultura (ni siquiera la lectura) sino vender libros. El libro es un objeto cultural, cierto; pero es evidente, en este caso, que no son promotores culturales quienes lo comercializan. Muy lejos en el pasado, y en el olvido, han quedado las ferias que organizaba Alfonso López Camacho, librero y auténtico promotor cultural, quien inició este proyecto en los años ochenta por amor a la ciudad. Estamos muy lejos de la feria de libro que se instaló en la avenida Revolución, luego en la calle Ocho y hasta en Plaza Río, donde tuve la oportunidad de compartir presentaciones con Rafa Saavedra. En los últimos años no es más que un tianguis, donde los libreros sacan sus saldos y donde los libros están más caros que en las propias librerías”.  

“Lamentablemente, esta feria que no nos representa ni se interesa por la comunidad, lleva el nombre de Tijuana, y se protege bajo la bandera del peor es nada. ‘Peor sería no tener feria’, dicen algunos. Pues ahora es como si no la tuviéramos. Los libreros tienen un espacio amplio para incrementar sus ventas, pero Tijuana no tiene feria del libro”, leyó ante la concurrencia.

Durante su discurso, Crosthwaite fue directo y contundente:

“Acuso no solo a la Unión de Libreros de secuestrar el nombre de Tijuana para un evento estrictamente comercial sino a las instituciones culturales de los tres niveles de gobierno, que lo han permitido. Acuso tanto al CECUT, como al IMAC y a la Secretaría de Cultura estatal de lavarse las manos, apoyando este evento de la iniciativa privada, por no querer organizar e invertir en la feria que Tijuana se merece. La desorganización y el abuso continuarán mientras que el gobierno y la ciudadanía lo permitan. La imposición de la Unión de Libreros, que se ha instalado como una rectoría sobre este evento, es un acto antidemocrático que debería avergonzar a los gobiernos morenistas. Creo con firmeza que Rafa Saavedra hubiera sido más duro y más lúcido que yo al afirmar que el círculo vicioso que se ha formado entre libreros y gobierno debe terminar cuanto antes. Nunca seré como otros que critican a la feria tras bambalinas. Mi compromiso, de ahora en adelante, es hacerlo desde la feria misma cuando me inviten a participar en ella, y desde afuera cuando no lo hagan.  Tijuana es la frontera más cruzada del mundo, es nuestra casa y nuestro orgullo. Tijuana es cultura, es la city de Rafa Saavedra”.  

Concluyó: “En honor a nuestra Tijuana, merecemos una feria digna e inclusiva, que no responda a los intereses de unos pocos sino que sea realmente para todos. Y en honor de Rafa Saavedra, esto se tenía que decir, y se dijo”.

Autor(a)

Enrique Mendoza
Enrique Mendoza
Estudió Comunicación en UABC Campus Tijuana. Premio Estatal de Literatura 2022-2023 en Baja California en la categoría de Periodismo Cultural. Autor del libro “Poetas de frontera. Anécdotas y otros diálogos con poetas tijuanenses nacidos en las décadas de 1940 y 1950”. Periodista cultural en Semanario ZETA de 2004 a la fecha.
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