La tarde de este martes 25 de julio autoridades notificaron a la comunidad invasora que habita en una de las laderas del Cañón del Matadero a un costado del Libramiento Rosas Magallón, que tienen solo 24 horas para salir por voluntad propia del predio, de lo contrario serían desalojados por elementos de la Policía Municipal y de la Fiscalía General de Baja California.
En dicho terreno hay alrededor de 50 casas, de las cuales 15 se quemaron y 13 fueron perdida total en el incendio del pasado 24 de diciembre de 2022. Aunque los daños fueron solo materiales sus habitantes manifestaron su preocupación, pues aseguran ser personas de bajos recursos, en su mayoría personas mayores y niños. Los adultos que trabajan tienen empleos informales donde no ganan lo suficiente para rentar o comparar una vivienda, y en el caso de quienes laboran en una empresa, como maquiladora, son en su mayoría mujeres madres solteras que no pueden pagar el crédito de una casa, por lo que dicha comunidad asegura que al supuestamente enterarse de que dueño del terreno había fallecido, decidieron invadirlo en 2019.
“Yo pagaba cuatro mil pesos de renta, pero ya no me alcanzaba; soy madre soltera de cuatro hijos, soy el único sostén de mi familia y trabajo en una fábrica, dígame si me iba a alcanzar. Sacar una casa de Infonavit no es opción, te dan un precio encima de los 600 mil pesos por una vivienda que no está bien hecha y son hasta 20 años para pagarla”, mencionó una de las invasoras.
Cabe mencionar que esta no ha sido la única ocasión en que los invasores del Libramiento han sido notificados de un desalojo, pues a mediados de 2019 fueron notificados por la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJE) de que tenían que desalojar el sitio, ya que los terrenos tenían propietario y podrían estar incurriendo en un delito de Despojo de Inmuebles, pero hicieron caso omiso y continuaron ahí hasta la fecha.
La zona de invasión esta también señalada por Protección Civil Municipal como una de las áreas de riesgo de deslave, entre enero y febrero con las lluvias de este 2023 se derrumbaron cinco casas, pero sus habitantes continuaron habitando el terreno.