El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó, el 26 de junio de 2023, que los mercenarios integrantes del Grupo Wagner -que se rebelaron los días 23 y 24 del mismo mes y año, contra su Gobierno-, fueron “utilizados”.
Asimismo, el mandatario ruso indicó que los mercenarios de dicha organización podían elegir entre firmar contratos con el Ministerio de Defensa de Rusia para seguir combatiendo, dejar las armas o marcharse a Bielorrusia, donde supuestamente estarían junto a su líder, Yevgeni Prigozhin.
“Sabíamos y sabemos que la vasta mayoría de los combatientes y mandos del Grupo Wagner son patriotas rusos, leales al pueblo y al Estado. Lo han demostrado con su valor en el campo de batalla” en Ucrania, enfatizó Putin en un discurso televisado.
“[Sin embargo] Han intentado utilizarlos desde la oscuridad y enfrentarlos a sus compañeros de armas, con quienes han combatido por el país y su futuro”, añadió Putin, quien también destacó que “desde el mismo comienzo de todo”, él mismo dio “instrucciones directas” para “evitar un gran derramamiento de sangre”.
“Esto supuso tiempo y quienes cometieron un error tuvieron la opción de pensarlo dos veces, comprender que sus acciones estaban siendo rechazadas por la sociedad y que tendrían consecuencias trágicas, destructivas para Rusia”, explicó el presidente ruso.
Asimismo, Putin dio su agradecimiento “a los soldados y mandos del Grupo Wagner que tomaron la única decisión correcta” y que “no se lanzaron a un derramamiento de sangre fratricida”, parando “en la última línea”.
Además, el presidente ruso planteó tres opciones a los miembros del Grupo Wagner. La primera, “seguir sirviendo a Rusia, firmando un contrato con el Ministerio de Defensa u otros organismos, o volver con nuestra familia y amigos”.
“Quien quiera puede irse a Bielorrusia. Cumpliré con la promesa que he hecho. Lo repito. La elección es nuestra, pero estoy seguro que será la elección de soldados rusos que se han percatado de su trágico error”, indicó el mandatario ruso.
Putin mencionó, también, “el valor y el sacrificio de los héroes pilotos caídos que salvaron a Rusia de consecuencias devastadoras”, en referencia a los pilotos de aeronaves derribados por las fuerzas de Prigozhin.
Por último, el presidente ruso dio las gracias al presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, “por sus esfuerzos y contribución a una resolución pacífica de la situación”.
El Kremlin aseguró, el 25 de junio de 2023, haber llegado a un acuerdo para que Prigozhin se trasladara a Bielorrusia y recibiera amnistía, junto con sus soldados. No hubo confirmación de su paradero, aunque un canal de noticias ruso en la aplicación móvil de mensajería Telegram informó que se encontraba en un hotel en la capital bielorrusa, Minsk.
En una declaración de audio de 11 minutos, Prigozhin señaló, el 26 de junio de 2023, que actuó “para evitar la destrucción de la compañía militar privada Wagner” y en respuesta a un ataque a un campamento del Grupo Wagner, que mató a unos 30 combatientes.
“Empezamos nuestra marcha debido a una injusticia”, dijo Prigozhin en una grabación, en la cual no proporcionó detalles sobre su ubicación, ni sus planes futuros, pero sí se burló del Ejército ruso, llamando a su marcha una “clase magistral” respecto a cómo debieron llevar a cabo la invasión de Ucrania, en febrero de 2022.
Prigozhin también se burló del Ejército ruso, por no haber protegido al país, señalando las brechas de seguridad que permitieron que el Grupo Wagner marchara 780 kilómetros, sin enfrentar resistencia y bloquear todas las unidades militares en su camino.
Prigozhin no reveló detalles, pero dijo que Lukashenko “propuso encontrar soluciones para que la compañía militar privada Wagner continúe su trabajo en una jurisdicción legal”. El medio de noticias independiente ruso Vyorstka, afirmó que estaba construyendo un campamento para hasta 8 mil tropas de su ejército de mercenarios, en un área de Bielorrusia, a unos 200 kilómetros al norte de la frontera con Ucrania.
Los medios rusos informaron que varios helicópteros militares y un avión de comunicaciones, fueron derribados por las fuerzas de Wagner, provocando la muerte de al menos 15 personas. Prigozhin expresó su pesar por el derribo de las aeronaves, pero afirmó que las mismas estaban bombardeando sus convoyes.
El Ministerio de Defensa de Rusia negó atacar el campamento de Wagner, mientras que el Gobierno de Estados Unidos dijo tener información de inteligencia que indicaba que Prigozhin estaba fortaleciendo sus fuerzas cerca de la frontera con Rusia desde hace algún tiempo, lo que sugiere que la rebelión estaba planeada.
Antes de la revuelta, Prigozhin había lanzado insultos durante meses, contra Serguéi Kuzhuguétovich Shoigú, ministro de la Defensa ruso desde 2012 y el jefe del Estado Mayor General, el general Valery Gerasimov, criticándolos por no proporcionar suficiente munición a sus tropas durante la lucha por la ciudad ucraniana de Bakhmut, ello ante una orden que exigía que todas las compañías militares privadas firmaran contratos con el Ministerio de Defensa, antes del 1 de julio de 2023.
Prigozhin afirmó que la mayoría de sus combatientes se negaron a someterse al mando del Ministerio de Defensa ruso y que el Grupo Wagner tenía planeado entregar el equipo militar que estaban utilizando en Ucrania, el 30 de junio de 2023, después de retirarse y reunirse en la ciudad rusa de Rostov-on-Don. No obstante afirmó que un ataque del Ejército de Rusia mató a al menos 30 de sus combatientes, lo que indignó a los comandantes, quienes decidieron actuar antes de lo previsto.