Una vez que la Garita Otay II entre en funciones en septiembre de 2024, las operaciones del transporte de carga podrían incrementar 40%, al reducirse de seis horas a 40 minutos el tiempo del cruce entre México y Estados Unidos, estimó Israel Delgado, vicepresidente para la región Noroeste de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar).
Con ello, el sector del autotransporte hará frente a la inversión que está llegando a Baja California. Actualmente existe un déficit de autotransporte, debido a la falta de operadores y a que “nuestras operaciones son muy ineficientes por el tiempo que se le invierte al cruce comercial”.
Además del impacto económico, la reducción de tiempos va a mejorar la “paz mental” de los operadores y la movilidad de Tijuana, comentó el líder empresarial al asistir a la ceremonia de colocación de la primera piedra del nuevo cruce fronterizo por parte de autoridades de Estados Unidos, celebrada el lunes 22 de agosto.
El nuevo puerto fronterizo entre México y Estados Unidos será de peaje. En una primera etapa, contará con diez carriles reversibles (cinco de carga y cinco para vehículos ligeros). Las tarifas oscilarán entre 5 y 20 dólares para vehículo ligero, y de entre 15 y 50 dólares para camión de carga.
De lado mexicano, según informó Pablo Gálvez, director de Asuntos Fronterizos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, existe el compromiso presidencial para que la Garita Otay II quede concluida en diciembre de 2023, para ser entregada a los operadores en 2024.
La vialidad de acceso a la garita contará con un distribuidor vial y un entronque. Su construcción y la del recinto aduanal requerirá una inversión de alrededor de 4 mil millones de pesos y será ejecutada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Arturo Espinoza Jaramillo, secretario de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenación Territorial (SIDURT) de Baja California, detalló que entre el 7 y 10 de octubre, la Comisión Federal de Electricidad moverá los cables a los tronco cónicos, para posteriormente desmantelar entre once y quince torres de alta tensión que ya estaban en el lugar. Una vez libre el terreno, la Sedena comenzará a trabajar en la vialidad elevada, pues “se logró que la tubería de gas natural no se moviera, se va a proteger”.
Para construir la vía se contempló intervenir alrededor de 60 predios. Adicionalmente, la Federación está en proceso de comprar 40 terrenos -con dimensiones más grandes- para el recinto aduanal. “Se han invertido cerca de 800 millones de pesos en pago de terrenos. Va muy adelantado eso, en la parte de la vialidad ya está liberado 90% del área y en la Aduana como un 50%., y se está pagando a base de avalúos del Andaba y negociaciones”, apuntó Espinoza.
Por otro lado, SIDURT está por reunirse con Sedena para que los ingenieros militares confirmen el trazo final del Viaducto Elevado El Soler-Aeropuerto, ya que “ellos hicieron algunos ajustes por temas constructivos”. El funcionario indicó que se espera que la mayor parte de los predios afectados, sean del Cañón Zapata.