No es novedad que el nuevo dirigente del Partido Encuentro Solidario (PES) de Baja California, César Hank Inzunza, hijo de Jorge Hank Rhon -sospechoso autor intelectual del homicidio del periodista y cofundador de ZETA, Héctor “el Gato” Félix Miranda- disfrute de la buena vida. Es tanta su pasión por la marihuana y sus beneficios “espirituales” que, en sus pocos actos públicos al frente del partido que le dio su papá, ha exigido la despenalización del cannabis. Incluso impulsa una iniciativa para que se despenalice y regule en Baja California. El músico y rastafari reparte su tiempo entre la dirigencia del partido heredado, con su pasión de promotor de la hierba, como organizador del cannabinoide Raztlán y conciertos que suele ofrecer con su banda Somos Uno. Total que, del 6 al 10 de julio, en un lugar “secreto” de la Ciudad de México, se llevó a cabo la Copa de Extractos 2022, que premia destilados y derivados de la marihuana. Por supuesto, los asistentes son consumidores y promotores, y ahí pueden comprar y consumir cualquier derivado de la planta. En la edición de este año, entre los jueces y asistentes, estuvo “el político” y junior César Hank, en un acto que no cuenta con permisos de las autoridades para vender sustancias no reguladas por el gobierno mexicano, porque si hubiera llegado el Ejército, la cantidad de hierba que había en el lugar era para una quema oficial. Eso de manejarse públicamente entre la ilegalidad y la irregularidad, en el caso del dirigente del PES en Baja California, no es algo que hurtó. Lo heredó.