El Gobierno de Rusia indicó, este miércoles 9 de marzo, que su homólogo de Estados Unidos debe explicar respecto al programa biológico militar desarrollado en Ucrania, una acusación que Washington rechazó como una desinformación “absurda”.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zajarova, dijo que las pruebas del supuesto programa fueron descubiertas por Rusia durante lo que llama su operación militar en Ucrania, que sus Fuerzas Armadas invadieron el pasado 24 de febrero.
Zajarova aseguró, según lo citado por la agencia británica Reuters, que se trataba de patógenos mortales como la peste y el ántrax. Sin embargo, un portavoz de la Presidencia ucraniana dijo que Kiev “niega rotundamente cualquier acusación de este tipo”.
En respuesta a anteriores acusaciones rusas sobre el supuesto programa biológico militar en Ucrania, un portavoz del Pentágono dijo, citado también por Reuters, que “esta absurda desinformación rusa es evidentemente falsa”.
No obstante, Zajarova insistió que Rusia tiene documentos que demuestran que el Ministerio de Sanidad ucraniano ordenó la destrucción de muestras de peste, cólera, ántrax y otros patógenos, después del 24 de febrero.
“Ya podemos concluir que en los laboratorios biológicos ucranianos, situados en las proximidades del territorio de nuestro país, se estaba llevando a cabo el desarrollo de componentes de armas biológicas”, afirmó la portavoz rusa.
Aunado a lo anterior, Zajarova dijo que el supuesto programa fue financiado por el Pentágono estadounidense. “No estamos hablando aquí de usos pacíficos, ni de objetivos científicos”, indicó la funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
El Gobierno del presidente Joseph Biden debe explicar al mundo “oficialmente, no a través de cabezas parlantes” respecto a los programas en Ucrania, afirmó Zajarova, quien agregó que los rusos “exigimos detalles”.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que no está claro si los supuestos materiales fueron destruidos y se preguntó si habían caído en manos de extremistas o nacionalistas.