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lunes, septiembre 30, 2024
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Vidanta, sin relación comercial o laboral con gobiernos o funcionarios, afirma Chávez

El empresario chihuahuense Daniel Jesús Chávez Morán, fundador y dueño del Grupo Vidanta -quien además funge como miembro de su Consejo Asesor Empresarial, y que nombró “supervisor honorario” de la construcción del Tren Maya-, negó, este jueves 17 de febrero, que él o sus empresas tengan relación laboral o comercial alguna con gobiernos o funcionarios públicos.

A través de un comunicado, Chávez Morán precisó que su función como supervisor honorario del avance del Tren Maya no tiene relación de ningún tipo con temas de proyecto, trazo, o administración con dicha obra pública, y que su labor consiste únicamente en tener una revisión y medición fidedigna de los avances de la construcción.

Además, el empresario chihuahuense respondió a lo publicado este jueves 17 de febrero, por el dia Reforma, respecto al presunto otorgamiento de concesiones para ocupar por 15 años playas en Nayarit, Jalisco y Guerrero.

“No hemos solicitado ni recibido concesión alguna de parte del actual Gobierno de México. Todas las concesiones de playa y uso que tenemos para poder prestar servicios turísticos, fueron obtenidas en sexenios anteriores”, afirmó Chávez Morán.

“A esta fecha, sólo se han ido actualizando y renovando, tal y como lo marca la norma. La única excepción es un título de concesión, asignación para escurrimientos, por una superficie de 11 mil 663.74 metros cuadrados (19 de abril de 2021)”, detalló el empresario en su comunicado.

“En algún medio se publicó de forma equivocada, que en este sexenio hemos recibido concesiones nuevas; una por 384.32 metros cuadrados (12 de febrero 1986), otra por 3 mil 888.19 metros cuadrados (11 de marzo 2005) y otra por 84 mil 447.07 metros cuadrados (13 de abril 2005)”, recordó el empresario.

“Como claramente indican las fechas, éstas corresponden a sexenios anteriores y solo han sido renovadas conforme a ley”, añadió el presidente del Grupo Vidanta, conglomerado de hoteles, centros turísticos y desarrollador de bienes raíces de lujo.

Respecto a las dos mil hectáreas donadas por Grupo Vidanta en Puerto Peñasco, Sonora, para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) construya el octavo parque solar más grande del mundo, el empresario dijo que no participará de forma alguna en el proyecto, ya que será la empresa paraestatal la que suministre por igual a todos sus usuarios.

Chávez Morán indicó, también, que es falso “que tengamos la intención de invertir en Islas Marías. Celebramos con gusto la decisión por parte del Gobierno de México de no permitir la construcción de nuevos hoteles”

“[…] y mantenerlas única y exclusivamente como recinto de conservación natural, histórico y cultural para investigadores, así como para excursionistas mexicanos y extranjeros”, destacó el presidente del Grupo turístico e inmobiliario.

De la misma forma, el empresario chihuahuense negó que Vidanta Cruises tenga planeado llegar a Islas Marías o a un supuesto e imaginario “nuevo Cancún” en Riviera Nayarit. Además, resaltó estar agradecido por “la oportunidad de haber comprado 400 mil cachitos” de la rifa del avión presidencial TP-01 “José María Morelos y Pavón”.

“Lo hicimos a través de la Fundación Delia Morán Vidanta, los donamos en su totalidad a escuelas de zonas marginadas”, explicó el empresario, quien dijo que con ello, un total de ocho centros educativos obtuvieron boletos ganadores y recibieron premios por 20 millones de pesos cada una.

Aunado a lo anterior, Chávez Morán afirmó que, en total, se entregaron 160 millones de pesos a los habitantes de dichas zonas marginadas, para remodelar las instalaciones escolares y mejorar las condiciones de sus poblados.

En su comunicado, el empresario señaló que mantendrá a salvo su derecho de denunciar por la vía legal “a aquellas personas cuyas falsas suposiciones o mentiras, causen un daño moral o económico a nuestras personas o empresas”.

HIJO DE AMLO, ANTE POSIBLE DOBLE CONFLICTO DE INTERÉS

El pasado lunes 14 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que la empresa KEI Partners, en la cual su hijo mayor José Ramón López Beltrán dice trabajar como “asesor legal de desarrollo y construcción”, en Houston, Texas, Estados Unidos, fue fundada por los mexicanos Érika e Iván Chávez.

Ellos son hijos del empresario chihuahuense Daniel Jesús Chávez Morán, fundador y dueño del Grupo Vidanta -conglomerado de hoteles, centros turísticos y desarrollador de bienes raíces de lujo-, quien además funge como miembro de su Consejo Asesor Empresarial, y que nombró “supervisor honorario” de la construcción del Tren Maya.

El hijo mayor del mandatario mexicano y de Rocío Beltrán Medina -quien falleció el 12 de enero del 2003-, de 41 años de edad, ha vivido junto a su esposa, en un par de mansiones que cuentan con cine privado, alberca climatizada de 23 metros de largo, entre otras muchas comodidades.

Así lo reveló un reportaje titulado ‘La lujosa vida del hijo de AMLO’, firmado por los periodistas, José Raúl Olmos Castillo. Mario Gutiérrez Vega y Verónica Ayala, difundido durante el programa ‘Loret Capítulo 69’, y transmitido el pasado 27 de enero, en el canal de la plataforma YouTube, del medio digital LatinUS, en colaboración con la organización no gubernamental Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

La investigación periodística afirma, además, que el hijo mayor del titular del Poder Ejecutivo Federal mexicano maneja una camioneta color blanco, marca Mercedes Benz -con valor de alrededor de 1.5 millones de pesos mexicanos-, propiedad de su esposa, de 37 años de edad, que también tiene a su nombre, una de las mansiones en las que ha vivido el matrimonio.

Entre los años 2019 y 2020, López Beltrán y Adams Solano vivieron en una mansión de 447 metros cuadrados, edificada a su vez en un terreno de 2 mil 500 metros cuadrados, ubicada en Oak Estates, la más exclusiva y privada zona del fraccionamiento Jacobs Reserve, donde las casas cuestan más de 1 millón de dólares (alrededor de 20 millones de pesos), según indicó el citado reportaje.

En ese periodo de tiempo, dicha mansión era propiedad de Keith Schilling, quien trabajó en Baker Hugues, una compañía que tiene contratos por más 151 millones de dólares con Petróleos Mexicanos (PEMEX), entre ellos la refinería de Dos Bocas, que se está construyendo en el municipio de Paraíso, en Tabasco, entidad natal del presidente.

Al respecto, en entrevista con ZETA, Leonardo Núñez González, de la Unidad de Investigación Aplicada, de MCCI, recordó que en el párrafo VI del artículo III, de la Ley General de Responsabilidades Administrativas, se define legalmente al conflicto de interés como “La posible afectación del desempeño imparcial y objetivo de las funciones de los Servidores Públicos en razón de intereses personales, familiares o de negocios”.

El investigador indicó que en el caso del hijo del presidente de la República, no se han desmentido los posibles conflictos de interés, que podrían traer sanciones administrativas o penales, si así lo determinan las diversas instituciones de la Administración Pública Federal, como debería de ser la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la Fiscalía General de la República (FGR).

Núñez González detalló que en el caso de la familia presidencial con Baker Hughes, se configuran todos los elementos para un posible conflicto de interés, pero acotó que este no es un acto de corrupción en sí mismo, pero que se podría convertir en tal, cuando se esconde, y no se toma ninguna medida al respecto.

“Y el problema es que ante la falta de reconocimiento de un conflicto de interés, no hemos podido entrar al fondo de la discusión, pero los elementos ahí están. Solo separaría, una cosa es el conflicto de interés y otra cosa es, por ejemplo, la actuación bajo conflicto de interés, que eso está especificado en otro artículo de la Ley General de Responsabilidades Administrativas, en el artículo 58, precisamente porque son dos conductas diferentes”, acotó el investigador de MCCI.

“Cualquiera podría tener un conflicto de interés si tuviera un familiar, un amigo, un conocido en una empresa o en el gobierno, y tuvieran alguna interacción. El conflicto de interés por sí mismo no es un acto de corrupción, pero sin una investigación de por medio, sin un deslinde de responsabilidades, pues no podemos entrar al fondo del asunto y por eso estamos patinando en todos los otros temas […] que nos distraen del fondo del asunto”, señaló Núñez González.

El también activista y académico insistió en lo que deberían hacer, tanto la empresa estadounidense Baker Hughes, como la mexicana Grupo Vidanta, es realizar un claro deslinde de responsabilidades. Lo mismo debería hacer el presidente de la República, en aras de la transparencia y acceso a la información.

“Lo que se dio a conocer ayer, o dio a conocer José Ramón de dónde trabaja, en efecto, es una empresa de los hijos de Daniel Chávez, que me ayuda como supervisor honorífico en el Tren Maya, pero no cobra absolutamente nada ni tenemos ninguna relación de negocios”, dijo el mandatario nacional, el pasado 14 de febrero.

“Él no tiene ningún negocio con el Gobierno Federal, no hay ningún problema de interés”, afirmó el político tabasqueño durante su conferencia de prensa matutina, en la cual reiteró que ni su hijo, ni su nuera, la brasileña Carolyn Adams Solano, han tenido nexos con la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX).

“Su esposa, lo mismo, no tiene nada que ver con PEMEX ni con ninguna empresa vinculada al Gobierno, pero el asunto no es de conflicto de intereses. no es eso”, abundó el titular del Poder Ejecutivo Federal.

“Es de los empresarios que nos ayudan porque quiere apoyar en el caso del Tren Maya para concluirlo y José Ramón pues está trabajando en Estados Unidos, su esposa lo mismo, no tiene nada que ver con PEMEX ni con ninguna empresa vinculada al Gobierno, pero el asunto no es de conflicto de intereses, no es eso”, dijo López Obrador.

La empresa KEI Partners, en la cual José Ramón López Beltrán -hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador- dice trabajar como “asesor legal de desarrollo y construcción”, se fundó el 15 de octubre del 2018, pero su página web se publicó apenas 24 horas antes de que desmintiera, a través de una carta, que él y su esposa Carolyn Adams Solano se hayan dado una vida de lujo en Houston, Texas, Estados Unidos.

Asimismo, la compañía en la que trabaja el hijo mayor del político tabasqueño, fue fundada por Érika e Iván Chávez, hijos del empresario chihuahuense Daniel Jesús Chávez Morán, fundador y dueño del Grupo Vidanta -conglomerado de hoteles, centros turísticos y desarrollador de bienes raíces de lujo-, quien además funge como miembro del Consejo Asesor Empresarial del presidente López Obrador, quien también lo nombró “supervisor honorario” de la construcción del Tren Maya.

“Fundada por Karla Wiedemann (K), Érika Chávez (E) e Iván Chávez (I), KEI Partners ofrece más de 40 años de experiencia combinada en hospitalidad, administración de restaurantes y diseño de interiores para crear y asesorar sobre algunos de los hoteles más importantes de Texas. desarrollos inmobiliarios de lujo anticipados. KEI Partners es responsable de crear proyectos que sepan cómo atender a los huéspedes en la industria hotelera de lujo”, indica la empresa en su apartado ‘Sobre nosotros’, de su página web.

Vidanta es un conglomerado mexicano involucrado en el diseño, construcción, financiamiento y operación y mantenimiento de hoteles, resorts, cruceros e infraestructura asociada. También posee y opera el Aeropuerto Internacional Mar de Cortés. Fue fundado por Daniel Jesús Chávez Morán en 1974 y tiene su sede en Nuevo Vallarta, Nayarit.

El Grupo tiene 25 mil empleados y unos ingresos anuales estimados de 750 millones de dólares estadounidenses. Asimismo, posee hoteles en playa, en Nuevo Vallarta, en la Riviera Maya, en Los Cabos, en Acapulco, en Puerto Peñasco y en Puerto Vallarta.

Según documentos públicos de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), a través de varias empresas, Vidanta se ha consolidado durante lo que va el Gobierno de López Obrador como uno de los principales prestadores de servicios turísticos en México, gracias a las más de 100 concesiones, licencias, permisos y autorizaciones que ha obtenido de las Secretarías de Turismo (SECTUR); Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT); y, de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).

Dichas empresas son: Promociones Vacacionales SA de CV y RLG Arrendadora de Inmuebles SA de CV; Desarrollo Marina Vallarta SA de CV; Servicios Operativos Los Cabos SA de CV; Vidanta Golf; y Vidanta Entertaiment SA de CV, mismas que han conseguido autorizaciones, que van desde permisos para la construcción de nuevos complejos turísticos en zonas naturales protegidas, la recolección de sargazo, así como para la prestación de diversos servicios.

El 11 de julio del 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó un sobrevuelo para supervisar los avances en la construcción del Tren Maya, una de las obras de infraestructura que se construye al sureste del país y que es considerada como una de las “prioritarias” para su Gobierno.

“Dos días sobrevolando y evaluando con servidores públicos y empresarios de la construcción el trazo de mil 500 kilómetros del Tren Maya. Es la obra más importante del sureste en décadas”, dijo el mandatario nacional en un video que difundió en sus diversas cuentas de las redes sociales.

A bordo de un helicóptero militar, López Obrador recorrió los tramos 3 y 4 del Tren en Izamal, Yucatán, y Calkiní, Campeche. En el sobrevuelo estuvo acompañado por el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Luis Crescencio Sandoval González; por Rogelio Jiménez Pons, entonces director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), responsable de la obra; el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal; y, el inversionista Daniel Jesús Chávez Morán, de Grupo Vidanta.

Este último forma parte del grupo de consejeros empresariales del presidente, junto con Ricardo Salinas Pliego, de TV Azteca; Bernardo Gómez Martínez, de Televisa; Olegario Vázquez Aldir, de Grupo Ángeles; Carlos Hank González, de Banorte; Miguel Rincón Arredondo, de Bio Pappel; Miguel Alemán Magnani, presidente de Interjet; y Sergio Gutiérrez Muguerza, de Grupo Deacero.

“Vamos a llevar una supervisión independientemente de lo que establece la legalidad. He decidido que me represente como supervisor de obra Daniel Chávez empresario turístico. Lo va hacer, aquí aclaro, de manera honorífica y no va a cobrar nada y es que todos tenemos que aportar algo para el desarrollo”, indicó López Obrador, el 2 de junio del 2020, al dar el banderazo de inicio de obra del Tren Maya, desde Maxcanú, Yucatán.

“En lo personal, yo voy a contar con un representante, con un empresario que de manera honorífica, sin cobrar nada, solo porque quiere ayudar, va a representarme en la supervisión: Daniel Chávez, que está aquí. Es un empresario del sector turístico. Él me va a ayudar como me están ayudando millones de mexicanos a empujar al elefante, para que camine. Todos tenemos que contribuir, esa es la democracia”, afirmó el mandatario nacional, un día después, el 3 de junio del 2020.

Autor(a)

Carlos Álvarez Acevedo
Carlos Álvarez Acevedohttps://www.carlosalvarezacevedo.com
Corresponsal del semanario ZETA de Tijuana y del periódico Noroeste de Sinaloa, desde febrero de 2016. Durante varios años fungí como editor de opinión y jefe de redacción del diario digital SinEmbargo.
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