La escritora, luchadora social y ex columnista de ZETA radicada en Tecate, falleció a la edad de 98 años de edad
“Doña Coty”, como se le conocía cariñosamente a doña Concepción Vizcarra de Arámburo, falleció este jueves 27 de enero, a la edad de 98 años de edad.
Originaria de Mocorito, Sinaloa, “Doña Coty” nació en 1923 y en la década de los 50 se estableció en Tecate con su familia, desde donde posteriormente empezó a colaborar en medios regionales como “La Semana”, bajo la dirección del periodista Alberto Ahuja Cosío.
Concepción Vizcarra de Arámburo colaboró en el periódico ABC de Tijuana, entre 1977 y 1979, fundado y dirigido por J. Jesús Blancornelas y Héctor Félix Miranda:
“Inicié escribiendo en el periódico ABC de Tijuana, abordaba el autobús para llegar a la terminal de esa ciudad y nos trasladábamos al edificio donde se editaba el periódico, a fin de entregar mi artículo que se publicaba en la sección de cartas al público”, publicó en su última columna publicada en ZETA en 2018 en la sección de Opinionez.
Desde su fundación en 1980, ZETA publicó semanalmente su columna, hasta el 23 de febrero de 2018 cuando hizo su última entrega.
Concepción Vizcarra es autora del libro de memorias familiares titulado “Sabores de vida”; “Agua de tus manantiales”, donde da testimonio de su actividad política de su “Tecate bonito”; y de “Una sinaloense en la historia de Tecate” (Ediciones y gráficos, 2012), donde comparte una selección de artículos de opinión publicados durante su trayectoria que revelan la memoria social de Tecate.
SU ÚLTIMA COLUMNA
A continuación, se reproduce íntegra su última columna publicada en Semanario ZETA el viernes 23 de febrero de 2018:
Hoy, a mis 94 años, dejo de escribir en el Semanario ZETA, a cargo de la profesional y honesta periodista Adela Navarro Bello.
Inicié escribiendo en el periódico ABC de Tijuana, abordaba el autobús para llegar a la terminal de esa ciudad y nos trasladábamos al edificio donde se editaba el periódico, a fin de entregar mi artículo que se publicaba en la sección de cartas al público.
Jesús Blancornelas fue reportero editor y director, trabajó en cinco periódicos de la República Mexicana, entre 1955 y 1977, lo despidieron por su línea editorial crítica, por su periodismo de investigación independiente; ajeno a intereses económicos y políticos, un periodista anti-oficialista en una época oficialista.
En 1977, junto a Héctor “El Gato” Félix Miranda y un grupo de periodistas independientes, fundaron el ABC, un diario matutino de Tijuana que les arrebató el gobierno priista de Roberto de la Madrid, a través del sindicato. Blancornelas fue apoyado por Amnistía Internacional y refugiado durante dos años en Estados Unidos, debido a la persecución del régimen priista. Desde California, en 1980, fundó ZETA Libre como el Viento, el semanario que hasta la fecha sigue vigente.
La trayectoria crítica de ZETA costó la vida de Héctor “El Gato” Félix Miranda y de José Francisco Ortiz Franco. En 1997, el cártel de los hermanos Arellano Félix ordenó la ejecución de su director, la orden de asesinar al periodista la dieron a su célula de asesinos, importados del barrio Logan de San Diego California, comandados por David Barrón Corona, alias “El CH”; organizaron entonces una emboscada, lo siguieron durante días y eligieron el 27 de noviembre de 1997 para matarle. Por lo menos entre seis y nueve sicarios emboscaron la camioneta que manejaba Luis Valero; de los 119 impactos de bala que se contabilizaron en la carrocería del automóvil, ocho dieron en el cuerpo de Luis, acabando con su vida; cuatro en la de don Jesús Blancornelas, que fue ingresado en estado grave al quirófano del Hospital del Prado de Tijuana.
Blancornelas mantuvo su vida, pero la perdió por el impacto de aquellas balas en su cuerpo, en uno de sus pulmones que padecía pleuresía desde pequeño; en el otro, una bala lo colapsó y le restó funciones vitales. El 23 de noviembre de 2006 falleció, producto de esas dolencias.
Hoy, a mis 94 años publico mi último artículo, tengo la satisfacción y el honor de haber sido, desde su fundación, parte del Semanario ZETA, dirigido por Adela Navarro, una mujer valiente a quien agradezco sus atenciones. Hoy me despido de este medio de comunicación que lleva la bandera de la verdad y honestidad en su palabra escrita.
P.D.- En el entendido de que si siento la necesidad de abordar un tema que considero publicar lo haré, cobijándome en el espacio que Adela amablemente me ha proporcionado.