Autoridades lo ubican como defensor de delincuentes al servicio del Cártel de Sinaloa y cercano a personal de Narcomenudeo de la Fiscalía General del Estado
Su trabajo como abogado defensor de delincuentes a las órdenes del Cártel de Sinaloa y su relación con agentes de Narcomenudeo de la Fiscalía General del Estado (FGE), es la principal hipótesis de las autoridades investigadoras en la ejecución a balazos de Ernesto Kennedy Pardini.
Investigadores tampoco descartan su adicción a las drogas, al juego, las apuestas y el fraude, ya que contaba con diversas averiguaciones previas en calidad de indiciado por este último delito.
Fuentes judiciales revelaron que el joven penalista recibía pagos de aproximadamente 15 mil pesos mensuales como parte de la nómina del grupo delictivo, así como entre 2 mil y 3 mil pesos más por cada asunto de narcomenudeo que llevara.
Entre las primeras investigaciones, se detectó que Kennedy Pardini pasaba mucho tiempo “litigando temas” en la oficina de Narcomenudeo de la FGE.
De los posibles responsables del asesinato, se maneja la línea de Ricardo Bozada “El Bozadas”, ex policía federal operador del Cártel Arellano Félix (CAF) en el puerto de Ensenada, detenido el 11 de marzo de 2020 en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, al llegar en un vuelo proveniente de Europa. Fue uno de los protagonistas del enfrentamiento por el control de la Terminal de Contenedores en Ensenada entre los años 2019 y 2020.
Tampoco se descarta que el crimen de Kennedy se haya tratado de una ejecución a cargo de una facción rival al interior del Cártel de Sinaloa, debido a una pugna entre Carlos Adrián Casas “El Mercenario” y Ángel Antonio Olguín Carrillo “El 6”, para intentar aparentar que fue otro grupo criminal el que lo perpetró.
Entre los delincuentes que las autoridades han identificado como clientes del extinto abogado penalista, se encuentran el propio “Mercenario” y Óscar y/o Jesús Eduardo Osuna Torres “El Osuna”, relacionado con el homicidio del agente Manuel Avendaño Rojas, cometido en mayo de 2020 en Ensenada. Fue detenido el 25 de enero de 2021, tras una balacera en la que falleció el agente de la Unidad Antisecuestros, Daniel Villalvazo, y resultó herido Luis Carlos Sierra Lizárraga.
Su nombre fue mencionado en un cartón colocado a un cuerpo decapitado a bordo de un vehículo, en la colonia Misión, el 10 de enero de 2021, bajo Número Único de Caso 0201-2021-370: “Esto me pasó por andar con el mugroso del Mercenario vamos por toda tu bola de pendejo (China, Chuy, Ángela, sombra, marine, la cajitas y tu Kenedy sigue apoyando mugrosos y vas a mamar ATT: Los dueños de la plaza”.
En abril de este año, de acuerdo con datos de la Mesa de Coordinación por la Paz y la Seguridad de Baja California, Kennedy denunció haber sido amenazado por Eloy Alonso Calderón Sánchez; la víctima dijo conocer a quien lo amenazó, ya que había sido su cliente al estar detenido por narcomenudeo, robo y robo de vehículo, pero después cambió de abogado.
En el Número Único de Caso 0201-2020-5698, Kennedy figuró como abogado particular del imputado Óscar Castro Caballero, detenido el 3 de mayo de 2020 como presunto responsable de asesinar a un hombre y una mujer frente al París de Noche. Posteriormente, Castro Caballero revocó el nombramiento; la investigación se encuentra judicializada.
RECIBIÓ ONCE IMPACTOS; UN ARMA YA HABÍA SIDO UTILIZADA EN ASESINATO
El sobrino del ex Juez Tercero de lo Penal, Ricardo Kennedy Gracia, fue ejecutado a balazos a las 00:14 horas del lunes 9 de agosto en la calle Nereidas, entre Bucaneros y Pedro Loyola, Fraccionamiento Playa Ensenada.
Investigadores lo hallaron sin vida a bordo de un vehículo Nissan Sentra, color blanco, modelo 2017, placas AMS-829-A del Estado de Baja California. Su identidad fue confirmada mediante la credencial para votar que portaba en su cartera.
Entre los indicios recabados por personal de la FGE, se encontraron 14 casquillos calibre .9 milímetros, 12 de estos con la leyenda “Águila”; uno PMC Luger y otro más FC 00.
El cuerpo de Kennedy Pardini presentaba once impactos de bala en cabeza, clavículas, axilas, brazo y pierna derechos. Vecinos de la zona dijeron que primero se escucharon entre siete y ocho detonaciones, e instantes después, otros dos tiros; pasó menos de un minuto cuando volvieron a sonar disparos.
Respecto a la tarjeta de balística de los casquillos localizados en la escena de los hechos, se advierte que presumiblemente fueron dos los agresores que dispararon igual número de armas para privar de la vida al abogado.
Una de las armas utilizadas en la ejecución del litigante, arrojó relación con el homicidio de Ramón Adolfo Murrieta Duarte, ocurrido el 11 de abril en Ignacio Allende y Pino Suárez, Fraccionamiento Villas del Prado 2, dentro del Número Único de Caso 0201-2021-4669, carpeta que continúa en investigación.
Cuando los vecinos oyeron los tiros, reportaron el hecho al número de emergencias; los primeros en llegar -sin sirenas encendidas, solamente con las torretas activadas- fueron agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, patrulla 0744, como primeros respondientes.
Dentro del vehículo encontraron a Kennedy Pardini vestido con camisa a cuadros azul, morado, naranja y rosa; pantalón de mezclilla azul, con una herida a la altura del parietal derecho; después llegaron paramédicos y agentes del grupo nocturno de la FGE, lo cual fue consignado en el incidente 327243/2021.
En el procesamiento de la escena, personal de Servicios Periciales adscrito al área de Criminalística de Campo, encontraron los 14 casquillos, así como un teléfono celular Samsung de color blanco.
Las pruebas periciales al automóvil que conducía Ernesto Kennedy Pardini continuaron la mañana y mediodía del martes 10 de agosto en los patios de la FGE.
El Nissan Sentra blanco tenía diversos impactos de bala en puertas de piloto y copiloto, así como en los cristales de las dos puertas traseras; los cristales de las puertas delanteras estaban rotos. El parabrisas no recibió ningún impacto de bala.
El frente y costado izquierdo de la unidad mostraban un fuerte golpe que le rompió la defensa, el guardafango y estuvo a punto de arrancarle la llanta.
La víctima circulaba a bordo del vehículo sobre la calle Nereidas cuando fue agredido, aceleró la marcha y se impactó contra la barda del despacho contable LZ; después chocó con un poste de madera donde se detuvo el Sentra, ahí quedaron dos charcos de sangre.
DE PRACTICANTE A CERCANO EN NARCOMENUDEO
Fuentes de la Fiscalía General del Estado ubicaron al joven litigante realizando sus prácticas profesionales en la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), alrededor del año 2011.
Como profesionista, laboró un tiempo en la empresa Navico de Valle Verde (antes Lawrence, donde fabrican GPS), donde fue despedido por fraude y abuso de confianza.
Según fuentes judiciales, Kennedy pidió a la empresa 30 mil dólares para supuestamente pagar a delincuentes que lo tenían amenazado.
También fue conocido que hace aproximadamente ocho años cambió un cheque por alrededor de 20 mil pesos en una casa de cambio de la localidad, mismo que después rebotó.
Entre la sociedad ensenadense trascendió que amenazó de muerte a padres de familia del mismo colegio donde estudiaba su sobrina, por un problema entre la menor y otro adolescente. En el pasado reciente, al abogado se le miraba frecuentemente en la oficina de Narcomenudeo de la FGE Ensenada, de acuerdo con fuentes de la propia fiscalía.
Abogados que conocieron a Ernesto Kennedy Pardini tanto en lo académico como en la práctica profesional, lo describieron como asiduo visitante de casinos y apostador, prepotente, pretensioso, que gustaba de aparentar. En la zona donde lo mataron se reúne un grupo de abogados para organizar y jugar póker, apostando fuertes sumas de dinero.
Las mismas fuentes internas de la FGE aseguraron que tras el asesinato del anterior coordinador de Narcomenudeo, Hiram Rivera Lizárraga, el 28 de abril de 2020, todo el personal de la oficina fue cambiado, sin embargo, persisten actos de corrupción.
“Policías investigadores conviven con delincuentes, los ministerios públicos acuerdan con abogados de delincuentes y continúan corruptelas, no sabemos hasta qué nivel, pero al parecer suben sus ingresos mensuales a sus respectivos mandos”, relataron.
ABOGADOS BAJO FUEGO
Ernesto Kennedy Pardini se suma a la lista de abogados y policías asesinados en Ensenada en los dos años recientes, entre ellos Rubén Arenivar, Joel Arámbula, el fiscal de Narcomenudeo, Hiram Rivera Lizárraga; el ex subdirector operativo de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, Juan Francisco Chávez Ibarra; y el comandante municipal de Francisco Zarco, Víctor Manuel Ruiz Ponce
En el caso de Rubén Arenivar, en agosto de 2020 fueron detenidos los hermanos José Luis “El Fish” y Cristian Jovany “El Toro”, ambos de apellidos Marín Ruiz, del Cártel de Sinaloa, por su presunta participación en el homicidio.
Sobre Hiram Rivera, en junio de 2020 la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI) concretó la orden de aprehensión en contra de Jesús Villavicencio Meza, integrante de la banda “Los Venados”, narcotraficantes y homicidas al servicio de René Arzate García, cabecilla del Cártel de Sinaloa; “El Rayder” fue detenido como autor material del asesinato del agente del Ministerio Público Rivera Lizárraga, cometido el 28 de abril del mismo año en Ensenada.
En mayo de 2020 fueron asesinados a balazos los abogados civiles y mercantiles Gustavo Moreno León, de 57 años, y su sobrino, Ariel Lambarena Moreno, de 42. Ambos defensores de integrantes del CAF.
También sigue impune el asesinato de Jaime Xicoténcatl Palafox Toscano, ocurrido en febrero de 2017.
Tras el asesinato de Ernesto Kennedy y el atentado a balazos contra el abogado mexicalense Cuauhtémoc Castilla Gracia, la presidenta de la Federación Estatal de Colegios, Barras y Asociaciones de Abogados de Baja California (FEDABO), Catalina Salas Bravo, manifestó su rechazo e indignación por los acontecimientos criminales en contra de ambos.
“El pasado lunes mataron a un abogado litigante en Ensenada y el martes atentaron contra la vida de otro abogado litigante de Mexicali sólo por hacer su trabajo, y es que es una realidad que el clima de inseguridad ya se ha vuelto una constante en la vida de nuestro Estado”, difundió en un comunicado.
Salas Bravo hizo un fuerte llamado a la autoridad para que investigue y detenga a la brevedad a los responsables de estos hechos hacia los profesionales del Derecho, ya que no es posible que a la fecha no haya un avance en las investigaciones, o por lo menos no se haya informado a la sociedad.
“Además, no hay justificación para que no se haga el trabajo y las acciones pertinentes, dado que nuestras autoridades investigadoras cuentan con los recursos económicos, humanos y materiales que les ha otorgado el Poder Legislativo”, insistió.
La presidenta de la FEDABO dijo que no aceptarán la justificación de que esta ejecución se trató del crimen organizado, porque de ser así, los criminales debieron estar detenidos y no libres, aunado a que la autoridad rara vez aprehende a criminales de alto impacto y únicamente se abocan por las personas que cometen delitos menores.
“Los bajacalifornianos no merecemos vivir así, ni los abogados, ni la sociedad misma, es una constante los crímenes que a diario se están cometiendo, estamos entre los estados con mayores índices de inseguridad, es urgente que la autoridad tome este tema con la seriedad que se merece”, finalizó la abogada.
228 HOMICIDIOS MÁS EN 21 MESES DE GESTIÓN
Con cifras oficiales proporcionadas por la Fiscalía General del Estado, durante los 21 meses de gestión de Jaime Bonilla Valdez como gobernador de Baja California, en Ensenada han ocurrido 228 homicidios más que en los 21 meses anteriores de la administración panista de Francisco Vega de Lamadrid.
De noviembre de 2019 a julio de 2021, las estadísticas dan cuenta de 686 víctimas de homicidio doloso en Ensenada, contra 458 personas asesinadas entre febrero de 2018 y octubre de 2019.
Los dos últimos meses de 2019, ya con Bonilla al frente de la administración estatal, ocurrieron 46 muertes violentas; en 2020 se registró un récord -oficial- de 402 muertes y hasta julio del año en curso 238.
Por otra parte, de febrero a diciembre de 2018 hubo 232 víctimas, y entre enero y octubre de 2019, 232.
Hasta el jueves 12 de agosto de 2021, siete personas habían sido víctimas de homicidio doloso en el octavo mes, con un total de 245 privados de la vida en el año.