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martes, octubre 1, 2024
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Expresión popular

Un hombre se sintió mal en la calle, cayó al suelo y fue llevado a un Hospital Católico administrado por monjas, en donde lo operaron del corazón.

Cuando despertó, a su lado estaba la monja tesorera del hospital, quien le dijo:

– Su cirugía fue un éxito, sin embargo, hay un asunto que hay que determinar.

– ¿Tiene usted seguro médico?

– No, hermana.

– ¿Tiene tarjeta de crédito?

– No, hermana.

– ¿Puede usted pagar en efectivo?

– No tengo dinero, hermana.

La monja empezó a sudar frío, pero continuó:

– Entonces… ¿podrá pagar con un cheque?

– Tampoco, hermana.

La monja, ya desesperada, prosigue:

– Bueno, ¿tiene algún pariente que pueda hacerse cargo de la cuenta?

– Ah, bueno, sí, sólo tengo una hermana solterona, que es monja, pero no sé si ella pueda pagar.

La monja, lo corrigió severamente, diciendo:

– Disculpe señor, pero las monjas ¡No somos solteronas! ¡Estamos casadas con Dios!

– ¡Ah! ¡Magnífico! ¡Entonces hágame el favor de mandarle la cuenta a mi cuñado!

Y… Así fue cómo nació la expresión… “Que Dios te lo pague”

Autor: Un teólogo… sí, claro.

 

Solicitud de empleo

Solicitud de empleo real de un joven de 17 años enviada a un Burger King.

Nombre: Pepe Solana

Sexo: Todavía no. Estoy esperando a la persona adecuada.

Puesto Deseado: Presidente o Vicepresidente de la compañía. Bueno, en serio, cualquiera disponible. Si estuviera en disposición de que me escogieran para lo primero, no estaría pidiendo trabajo aquí.

Salario deseado: 185 mil 000 dólares al año, más una bonificación en acciones en la bolsa. Si no es posible, hagan una oferta y la discutiremos.

Formación: sí.

Último puesto desempeñado: generador de rabietas de gerentes mediocres.

Salario: menos del que merezco.

Éxito más reseñable: mi increíble colección de plumas robadas y notas post-it.

Razón para dejarlo: me absorbía.

Horas disponibles para trabajar: cualquiera.

Preferencia de horas: de 1:30-3:30 p.m., lunes, martes y miércoles.

¿Tienes alguna habilidad especial?: sí, pero creo que sería más apropiado comentarlo en un ambiente más íntimo.

¿Podemos contactar con tu actual jefe?: si tuviera uno, ¿cree que estaría aquí?

¿Tienes alguna condición física que te impida cargar pesos de 50 kilos?: ¿De qué?

¿Tienes un vehículo?: Creo que la pregunta apropiada aquí sería: ¿tienes un vehículo que sirva?

¿Has recibido algún premio o reconocimiento especial?: puede que tenga el récord del adolescente con más préstamos por pagar.

¿Fumas?: en el trabajo no, en mis ratos libres sí.

¿Qué te gustaría hacer en los próximos cinco años?: vivir en las Bahamas con una supermodelo fabulosamente rica, sexy y tonta que crea que soy lo más grande desde la invención del birote. En realidad, me gustaría estar haciéndolo ya.

¿Certificas que todo lo anterior es verdadero? sí, absolutamente.

Firma aquí: El Pepe.

Autor: Anónimo de un departamento de Recursos Humanos.

 

Tacaño en un mercado gourmet

Un hombre va a un mercado gourmet y pide 10 centavos en queso.

Claro, el empleado se molesta, porque se ha dejado la lupa en casa, así que lo que hace es darle un papel doblado pero vacío y le cobra los 10 centavos.

– ¿Pero Usted se cree que soy tonto? ¡Aquí no hay nada de queso!

– No, pues lo que pasa es que le ha tocado el agujero.

Autor: Otro codo.

 

El mendigo y el anciano

Un mendigo se acerca a un anciano en la playa con la mano extendida.

—Por favor —suplica—, llevo 24 horas sin comer.

A lo que contesta el vejete:

— Pues, desde cuándo se te bajó la comida, ya deberías estar nadando.

Autor: un anti-defensor de los DH.

 

Experto en navíos

Un día un señor se fue a una embarcación y el capitán le pregunta:

— ¿Cuántas anclas hay en un barco?

Y el señor responde:

— Once.

— ¿Qué? ¿Cómo que once? Y el señor le dice:

— Sí, porque siempre en un barco dicen, eleven anclas.

Autor: Estudiante de navegación.

 

En altamar

Un día en alta mar un tripulante le dice al capitán:

— ¡Capitán! ¡Capitán! ¡Se acercan 20 carabelas!

A lo que el capitán responde:

— ¡Una flota!

Y el tripulante le contesta:

— ¡No, todas flotan!

Autor: Anónimo de la Naval.

 

Desde el Titanic

El capitán del Titanic estaba en su camarote revisando los mapas cuando entra un marinero muy nervioso y le dice:

— Mi capitán, tengo 2 noticias, una buena y otra mala, ¿cuál prefiere?

— Pues mira, mejor dame la buena porque he tenido un día horrible.

— ¡Algún día nos van a dar el Óscar!

Autor: un cinéfilo.

Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
gabriela@zeta.com
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