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jueves, octubre 3, 2024
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El mal momento de la consulta

El próximo domingo, aquel mexicano que quiera podrá acudir a las urnas a emitir su opinión sobre si desea que los ex presidentes de México sean sometidos a juicio (no queda claro si legal o solo al escrutinio público).

Más allá de estar o no de acuerdo en el propósito de la consulta popular, lo cierto es que se realiza en circunstancias poco favorables, que anticipan una baja participación. Ante la posibilidad que suceda lo anterior, expongo 5 factores de riesgo:

1.- Los mexicanos acabamos de asistir a votar a la elección más grande en la historia del país; elegimos a diputadores federales, 15 gobernadores (as) e infinidad de cargos públicos. Fue un proceso desgastante, donde existieron intereses locales que, de alguna manera, motivaron a salir a votar; además, los partidos políticos y la sociedad se involucran por tratarse de asuntos que impactan directamente en su entorno. Para los institutos políticos representó jugarse puestos de elección popular lo cual no sucede en la consulta.

En México tenemos bajos porcentajes de votación, y volver acudir a las urnas, con solo dos meses de anticipación… luce poco atractivo. Cuesta mucho trabajo, dinero y tiempo convencer a la gente de votar; no vislumbro motivaciones suficientemente alineadas para que la población acuda masivamente a sufragar.

2.- Tercera ola de COVID y periodo vacacional. Es una realidad que tenemos un repunte muy fuerte de contagios en todo México por COVID; las variantes se han hecho presentes y una vez más el temor se apodera de algunos. Difícil que alguien se exponga más allá del voto duro morenista, el cual es impulsado por evidentes razones desde las esferas del poder. Es probable que el relajar el discurso oficial sobre las medidas para evitar contagios tenga, además del interés por seguir reactivando la economía, otro de orden político, para que la ciudadanía acuda a emitir su sufragio sin miedo.

Guste o no, la gente está de vacaciones y el “mute poblacional” cobra otra dimensión. Está comprobado que en periodos vacacionales las familias no quieren saber de política ni políticos.

3.- El tema en general pareciera no captar la necesaria atención; consultar para enjuiciar a los ex presientes no está siendo lo suficientemente relevante. Me queda claro que si el actual gobierno del mandatario nacional Andrés Manuel López Obrador, encuentra elementos para someter a un ex presidente a un proceso legal, lo va a realizar (con consulta popular o no). Por lo tanto, esta acción parece redundante.

4.- El INE no impulsa la consulta, más bien está de “brazos caídos”; aplican la máxima de “no estorbo pero tampoco ayudo”. Inclusive da la impresión de que les dieron una tarea que no buscaban ni querían. No hay un esfuerzo real.

5.- Difusión escasa. Sinceramente, salvo el caso de redes sociales, la promoción para la consulta es casi nula. Estoy seguro que la gente no sabe a ciencia cierta de qué se trata y el porqué de la misma. Los medios de comunicación -salvo alguno muy aislado- no han realizado alguna campaña por cuenta propia. El INE se desentendió, dejando el peso de la comunicación a Morena, lo cual no será suficiente.

En conclusión, la consulta popular se hace en un muy mal momento. Durante estas líneas intenté exponer algunos factores diferentes a los que se han señalado y debatido públicamente (salvo el punto del INE). Y seguro encontraremos algunos más.

Lo cierto es que se tendrá que reflexionar sobre este ejercicio a fondo, si no queremos que sea solo un instrumento más, que pase sin pena ni gloria en la historia de México.

 

Alejandro Caso Niebla es consultor en comunicación y políticas públicas.

@CasoAlejandro

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Alejandro Caso
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