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martes, octubre 1, 2024
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Indagan muerte de Comandante de la Región Naval en Ensenada

La fiscalía de Ensenada hizo el peritaje de la escena del crimen, solicitó el dictamen de la mecánica de hechos y la autorización para revisar los correos electrónicos y mensajes del militar que falleció de un disparo de arma de fuego en la cabeza. La versión inicial fue suicidio, aunque peritos no descartan que se trate de un asesinato

Ataque a agentes de la GESI

Hilario Durán Tiburcio, de 63 años de edad y Comandante de la Segunda Región Naval con sede en Ensenada, murió de un disparo de arma de fuego en la cabeza la mañana del 15 junio, un año después de asumir el cargo como Almirante en el puerto.

Como parte de su experiencia profesional era activo en temas de derechos humanos, participó en el Congreso Internacional de Salud Mental en las Fuerzas Armadas con los temas Casos sobre Uso Legítimo de la Fuerza en la Semar; Lecciones Aprendidas de la Atención a Quejas y Recomendaciones de la CNDH en Sedena y Semar; e Igualdad de Género.

El expediente indica que la lesión fue provocada con un arma de cargo y dentro de su oficina en las instalaciones de la Secretaría de Marina Armada de México en Bulevar Costero y Sanginés, donde fue encontrado por su seguridad tras escuchar la detonación. Los detalles del deceso se han mantenido en estricta confidencialidad.

Inicialmente, el caso de la muerte del servidor público quedó a cargo de la Unidad de Homicidios Culposos de la Fiscalía General del Estado (FGE) radicada en Ensenada, quienes, hasta el cierre de edición, jueves 18 de junio, recababan datos y elementos de prueba para definir si se trató de un suicidio o un homicidio.

Entrevistado al concluir un acto público el 17 de junio, el fiscal central de Baja California, Hiram Sánchez, declaró: “Apoyamos en el inicio de la carpeta en las primeras diligencias, y la información tendrá que salir de la Secretaría de Marina, el sigilo nos obliga. Creo que el día de hoy estaremos entregando la carpeta en incompetencia al Ministerio Público Militar…no podría dar ningún detalle de la carpeta”.

Al cuestionarle si lo que sigue corresponderá a la Marina, Sánchez expuso:

“De hecho fue un apoyo que le dimos a la Procuraduría de Justicia Militar”.

 

Al amanecer, poco antes de las 04:30 horas, los agentes de guardia de la comandancia de San Vicente reportaron que personas desconocidas con armas automáticas le dispararon a las instalaciones y unidades patrulla, no hubo personas lesionadas solo daños materiales.

ESCENA PROCESADA

De acuerdo con testimonios conocidos hasta el momento, al ser encontrado, el Almirante Durán aún tenía signos vitales, por lo que fue trasladado al edificio del Hospital Naval, pero los médicos no pudieron salvar la vida del originario del puerto de Veracruz, quien llegó a Ensenada hace un año.

Información obtenida tras las primeras pesquisas, indica que no hubo una carta póstuma.

Como parte del protocolo, los procesadores solicitaron autorización para revisar los correos electrónicos y los mensajes del dispositivo celular del mando, para saber con quién se comunicó en sus últimos momentos.

Datos recabados en la escena refieren que el disparo que le quitó la vida al Almirante, entró por el lado derecho de la sien, pero serán los reportes periciales de los indicios levantados en el lugar del crimen, lo que ayudará a determinar si se trató de un suicidio con base al orificio de entrada y la distancia entre la lesión con el brazo; también se le practicaron pruebas de Rodizonato de Sodio en la mano.

“En espera del dictamen de la mecánica de hechos, los peritos tendrán que concluir si es viable que Durán Tiburcio se haya disparado, o si la lesión tenía una característica más lejana, lo que puede cambiar el sentido de la investigación”, explicó el investigador.

 

LA DESPEDIDA

Familiares y amigos acompañaron al Comandante a su despedida con una velación en Funeraria San Ángel y el jueves alrededor de las 10:00 horas fue trasladado a las instalaciones de la Segunda Región Naval para una ceremonia en privado.

En el obituario, los allegados llenaron el espacio con imágenes y comentarios de admiración hacia Hilario Durán Tiburcio:

“Hermano, tu partida nos entristece mucho, todos tus compañeros de preparatoria estamos muy consternados por tu partida. Te estaremos rezando por tu descanso”: Bravo Hernández.

“Hermano fuiste nuestro amigo desde la Prepa un gran compañero. Un gran hombre, una persona íntegra en todas tus acciones, de un gran corazón. Te recordaremos siempre y estamos seguros que estarás en el Reino de Dios. Descansa en Paz Hermano”: Fam Vázquez García.

El reducido cortejo fúnebre estuvo custodiado por unidades oficiales de color blanco de la Secretaría de Marina, así como por tropas militares y de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) que lo rodearon durante el trayecto por la Avenida Esmeralda y Calle Sanginés hasta las instalaciones.

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SEMAR ENFRENTA A CÁRTELES DE LA DROGA EN ENSENADA 

En las últimas atenciones que el Almirante Hilario Durán brindó a ZETA, se refirió al conflicto por el trasiego de droga o cocaína, donde hasta septiembre de 2020, Ensenada figuraba como uno de los puertos más problemáticos para México: Manzanillo, en el Estado de Colima; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Mazatlán, Sinaloa; Ensenada, Baja California; La Paz, Baja California Sur y Ciudad del Carmen, Campeche.

Sobre la instrucción de los altos mando para combatir la amenaza de las drogas, “tenemos la misma (instrucción) de siempre, estar haciendo operaciones de tal forma que orientemos para que protejamos al puerto de tal manera, que no haga nada la delincuencia y -ataquemos- esta situación de manera frontal. Hemos hecho un mejor blindaje que nos permita actuar contra la delincuencia”, se limitó a responder el 23 de noviembre, Día de la Armada de México.

Un año antes de que Hilario Durán asumiera el cargo como Almirante, el área portuaria de Ensenada ya estaba convertida en zona de guerra entre cárteles de droga pertenecientes al Cártel de Sinaloa que disputaron el control del tráfico de cocaína vía marítima.

“El Almirante estaba sometido a muchas presiones” comentó a ZETA un funcionario federal, al hablar del deceso de Durán Tiburcio, quien inició labores en junio de 2020 en el puerto.

Los acontecimientos más trascendentales ocurrieron a partir de noviembre de 2019 hasta marzo del año pasado, cuando cinco empleados en el puerto, cuyo perímetro está concesionado a la Administración Portuaria Integral (API), fueron asesinados a disparos en distintos puntos de la ciudad.

Estas muertes generaron tensión entre los mandos militares y fue el momento en que la Secretaría de Marina, encargada de la seguridad en la zona portuaria, redobló la vigilancia militar.

En junio del mismo año, el buque portacontenedores Adrian Schulte fue liberado luego de que elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México, en conjunto con Fiscalía General de la República (FGR), aseguraron un cargamento de 79 kilogramos de cocaína a bordo de una embarcación. Posteriormente se inició un procedimiento de investigación en contra de la empresa.

En marzo de 2020, un cargamento de 108.2 kilogramos de cocaína fue interceptado por una patrulla de la Segunda Región Naval, cuando varios sujetos descargaban la droga desde una lancha rápida del portacontenedores NYK Lyra, el cual quedó detenido por varios meses en la rada portuaria.

En ese contexto, la pugna más fuerte tuvo lugar el 22 de agosto de 2019, cuando aparecieron cinco narcomantas en Ensenada, todas dirigidas a Víctor Manuel Padilla “El Chatarras”, asesinado en agosto de 2020 dentro de un elevador en una torre de condominios en Ciudad de México. En las mantas también amenazaban a policías de diversas corporaciones.

De acuerdo con el expediente de investigación, Padilla recibía la cocaína que llegaba en contenedores al puerto de Ensenada con una ruta de distribución bajo contrato con empresas transportistas hacia Estados Unidos.

En los diez meses posteriores al asesinato de “El Chatarras”, la pugna de los cárteles por establecer el control criminal de todo el corredor costero de Baja California se ha recrudecido. A la guerrita que ya protagonizaban cabecillas del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación radicados en Ensenada, se agregaron traficantes de Tijuana. Y en fechas recientes, se incorporaron al pleito de sangre los operadores delictivos de “Los Chapitos” en dos frentes: uno desde Tijuana y otro procedente de células de Baja California Sur.

 

MIGRACIÓN Y CONTAMINACIÓN

Durante el año que estuvo a cargo de la región, Hilario Durán Tiburcio se enfrentó a una fuerte presión en materia de migración, con más de 150 personas rescatadas y remitidas al Instituto Nacional de Migración (INM) por su condición de indocumentados.

Los mismo en la guerra contra el narcotráfico, participó en los operativos para detener a grandes embarcaciones que trasladaban droga, las cuales estuvieron fondeadas por meses en las inmediaciones del puerto ensenadense.

Al igual que los demás mandos navales, el Comandante evitaba hablar con los medios de comunicación, sin embargo, en un par de ocasiones tuvo que dar declaraciones referentes a un barco encallado de nombre Triumph, el cual se encontraba detenido en el puerto con 273 toneladas de combustible y 47 mil del mineral bauxita.

Este carguero amenazaba la estabilidad ecológica del puerto, ante la posibilidad de un derrame que pudiera provocar una fuerte contaminación.

 

EL ALMIRANTE

Al asumir el cargo en Ensenada, Durán Tiburcio sustituyó al Almirante Jorge Luis Cruz Ballado, después de dos años y cinco meses al frente de la Segunda Región Naval y con 48 años de carrera naval.

El Almirante Durán era ingeniero en Ciencias Navales en la Heroica Escuela Naval Militar, con maestrías en Administración Naval y Seguridad Nacional cursadas en el Centro de Estudios Superiores Navales; también hizo diferentes estudios complementarios en las áreas económica, gubernamental y militar.

En su carrera naval se desempeñó como Comandante, Segundo Comandante, jefe de máquinas y Oficial de Faenas de diversos buques de la Armada de México; así como jefe de sección en diferentes zonas y regiones navales, director de Evaluación de la Dirección General Adjunta de Programación y Presupuesto, coordinador de Servicios y Mantenimiento del Cuartel General del Alto Mando, agregado naval de México en Brasil; y jefe de las unidades de Atención y Procuración a la Ciudadanía, y de Promoción y Protección de los Derechos Humanos.

Como parte de su actividad docente, también fue subdirector en el Centro de Instrucción en Buques Tipo Destructor, ponente en la Escuela Superior de Guerra, Secretaría de Marina, Heroica Escuela Naval Militar y el Centro de Formación y Capacitación de la Armada de México.

Recibió las condecoraciones de primera a sexta clase correspondientes a sus más de 40 años ininterrumpidos en el servicio activo de la Armada de México, al Mérito Docente Naval de Primera Clase, Perseverancia Excepcional Tercera Clase, Estrella de Carabobo de la República de Venezuela, Mérito Tamandare de la República de Brasil, Distintivo de Estado Mayor General de la Armada y de la Legión de Honor Militar Mexicana.

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