El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, invitó este viernes 26 de marzo, a su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador, así como a los mandatarios de China, Xi Jinping, y Rusia, Vladimir Putin, entre los 40 líderes mundiales convocados a una cumbre contra el cambio climático, misma que se celebrará los próximos 22 y 23 de abril.
Según informó la Casa Blanca, además fueron invitados los líderes de 17 países que son responsables del 80 por ciento de las emisiones globales, así como los dirigentes de otras naciones que sufren los efectos del cambio climático o que han demostrado voluntad para combatirlo.
El Gobierno de EE.UU. también adelantó que antes de la cumbre anunciará unos “ambiciosos objetivos” para reducir las emisiones de carbono bajo el Acuerdo climático de París, del que Estados Unidos salió bajo el Gobierno de Donald Trump y al que Biden se reincorporó en su primer día de mandato.
Según la Casa Blanca, el objetivo de la cumbre es invitar a otros países a formular sus propios compromisos para reducir los gases de efecto invernadero. Se espera que la reunión, en la que Washington será el anfitrión, sirva para preparar la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26), que debía haberse celebrado a finales de noviembre del 2020, y que está previsto tenga lugar entre el 1 y el 12 de noviembre de este año.
Entre los líderes latinoamericanos invitados figuran los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Colombia, Iván Duque Márquez; Brasil, Jair Bolsonaro y Chile, Miguel Juan Sebastián Piñera Echenique. También se espera que acudan a la reunión la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von der Leyen.
Así como la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Emmanuel Macron; el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez Pérez-Castejón; así como el primer ministro británico, Boris Johnson. Otros invitados son el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz.
Biden pretende hacer de la lucha contra el cambio climático uno de los ejes centrales de su Gobierno. Ante ello creó el cargo de enviado especial del clima, para el que nombró al ex secretario de Estado, John Kerry, y además ha prometido que invertirá 1.7 billones de dólares en energías limpias y hará que Estados Unidos reduzca a cero sus emisiones de gases con efecto invernadero para 2050.
-Con información de agencias.