Como “un parteaguas” en la historia de Tijuana calificó el historiador José Gabriel Rivera Delgado la toma del Club Campestre el 5 de febrero de 1971 por estudiantes de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), acontecimiento del cual este año se cumplieron 50 años, por lo que propone que la fecha se incluya en el calendario cívico municipal y en las efemérides de la Máxima Casa de Estudios.
El viernes 5 de febrero de 2021, la Sociedad de Historia de Tijuana, Asociación Civil, en coordinación con la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Tijuana y UABC Campestre o Nada, llevaron a cabo la mesa virtual de conversación “50 Aniversario del movimiento estudiantil de la toma del Club Campestre (5 de febrero) 1971-2021”.
En cuanto a la importancia de la toma del Club Campestre por “centenares de estudiantes universitarios, así como de secundarias” (de acuerdo con Gabriel Rivera y David Piñera en el libro “Tijuana historia de una ciudad fronteriza”, publicado por el Instituto Municipal de Arte y Cultura en 2003), el historiador Gabriel Rivera Delgado expresó a ZETA:
“La toma del Club Campestre por los estudiantes de diversos niveles educativos de la Tijuana de 1971 se debe considerar como un parteaguas en la historia de la ciudad, y, por ende, integrarlo al Calendario Cívico Municipal. La participación de los estudiantes lo consideramos como unos ‘terceros en conflicto’ en la solución de la problemática de la tenencia de la tierra, y en especial, de la posesión de los terrenos del Club Campestre por la compañía inmobiliaria Inmuebles Californianos, SA, mejor conocida como ICSA, que precisamente el día 3 de febrero de 1971 habían logrado que un juez federal entregara físicamente las instalaciones del Club Campestre. Ante esta situación legal del predio, así como un decreto de expropiación que había emitido en noviembre de 1970 el entonces gobernador del Estado, ingeniero Raúl Sánchez Díaz, declarando de utilidad pública el Campestre en beneficio de la comunidad tijuanense, los estudiantes invadieron el Club el día 5 de febrero de 1971. Con ello la participación de los estudiantes propició que el Gobierno del Estado agilizara los trámites ante el Departamento de Colonización del Gobierno Federal, de dotar los terrenos del ex >Ejido Tampico a la UABC, trámite que llevaba muchísimo tiempo ‘empantanado’. Así, en pocos meses, se otorgó las 20 hectáreas a la UABC y el Gobierno del Estado dotó de los primeros dos edificios para la UABC”.
El presidente de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística correspondiente a Tijuana complementó:
“El impacto de la participación de los estudiantes en esta problemática social motivó en que el candidato a gobernador, Milton Castellanos Everardo, en 1971 prometiera en la campaña que, llegando al cargo, solucionaría el añejo problema de las pretensiones de ICSA sobre Tijuana. En efecto, en agosto de 1972, se solucionó el problema pagándole a ICSA la cantidad de 42 millones de pesos. El Club campestre tuvo su título de propiedad, el Gobierno del Estado, con recurso del Gobierno Federal, empezó en ese mismo año de 1972 a desalojar ‘Cartolandia’ e iniciar los trabajos de la canalización del Río Tijuana y la respectiva urbanización de la Zona Río. Como se puede apreciar, la participación de los estudiantes generó esta serie de acciones que al final del proceso beneficiaron a la ciudad de Tijuana y su población en general”.
Finalmente, Gabriel Rivera Delgado instó: “Por la importancia que se le debe dar a ese momento y participación de los jóvenes estudiantes del día 5 de febrero de 1971, se debiera incluir en el calendario cívico municipal, así como en el de la propia UABC, con el objetivo de conmemorar anualmente este hecho histórico para valorar el papel de esos estudiantes”.