En la búsqueda por atraer la atención de nuevos públicos y crear contenidos llamativos para la televisión, la presentadora bajacaliforniana Anette Cuburu, conductora del programa matutino “Venga la alegría”, se reinventa para continuar entreteniendo a través de la pantalla chica.
“Las redes sociales han venido a cambiar todo en la vida, por otro lado, es complicado que las nuevas generaciones vean televisión, su enfoque está en lo que le llega al celular, y como medio de comunicación tenemos que estar pensando en acaparar todos esos públicos. Es un reto estar enamorando a todas las generaciones, porque al final de cuentas ‘Venga la alegría’ de eso se trata: hablar de temas tanto para personas de 50 años y de distintas edades para que se interesen en nosotros”, subrayó la titular del matutino de TV Azteca.
Inspirada por su padre, la conductora arribó a Ciudad de México a temprana edad para formarse en el Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa e iniciar su carrera en televisión como actriz de “El candidato” y “Confidente de secundaria”, telenovelas que representaron oportunidades para la ahora conductora, quien dice enfrentar un año de renovación.
“Hay que sacar lo mejor para sobrellevar este 2021, que nos vacunen a todos para empezar una nueva vida, renovarnos con cariño, amor y pasión, como lo hemos hecho con ‘Venga la alegría’, una gran producción para cinco horas diarias en las que se necesita mucha concentración”, expresó Cuburu, para después descartar que exista una decadencia televisiva:
“Por más plataformas que nazcan, la televisión abierta siempre va a estar, no todo mundo puede pagar un servicio. Las masas para las que trabajamos siempre van a preferir la TV abierta y el celular, donde la retroalimentación es al instante, lo cual es un factor positivo”.
Para finalizar, Cuburu, de 46 años, se declaró preocupada por la situación actual tanto en Baja California, como a nivel nacional:
“Tengo un cariño inmenso por Mexicali y todo el Estado, es mi tierra y me preocupa, como mi país, sobre todo las decisiones que se toman de pronto. Me inquieta que no nos cuiden, tener la incertidumbre de saber qué le vamos a dejar a nuestros hijos. Necesitamos una vida normal, en paz, de pronto pareciera que a la sociedad no nos escuchan, los políticos te prometen cosas y no llegan. México es un gran país, y me gustaría verlo en buenas manos”.