La Democracia, Derechos Humanos y Justicia Social, son los pilares de la Constitución. Dirigentes y funcionarios que no los respetan, traicionan y cometen fraude a la Carta Magna, y a quienes lucharon y siguen luchando ofrendando sus vidas para darnos una Patria digna.
El dedazo lo implantó el PRI: Mandaban un delegado nacional, quien platicaba con todos los dirigentes de sectores, organizaciones, asociaciones, grupos y personas destacadas de la estructura y participación partidista; escuchaba a todos -uno por uno- en privado, para posteriormente anunciar que la auscultación realizada había arrojado que fulana persona era quien la mayoría quería. Así elegían a los candidatos, y todo mundo sabíamos que era por dedazo.
Por eso renuncié al PRI, después de una militancia desde 1969; como infantería, repartí trípticos, pegué posters, velé pancartas para que no las descolgaran la oposición, todo gratuito; luego, presidente de la CNOP juvenil en Ensenada, presidente del Movimiento Juvenil Revolucionario en Ensenada, dirigente estatal del MJR en Baja California, fundador de las brigadas médicas, deportivas y mejoramiento, domingo tras domingo, cubriendo casi todo el Valle de Mexicali.
También en el Parque López Mateos de Tecate, coadyuvando con la esposa del presidente municipal César Baylón, me negué a ser regidor en el cabildo de Mexicali con Quico Santana -porque un servidor era de Ensenada- y me regresé. Fui invitado a la planilla que formó el Maestro Clemente Zavala, quien resultó electo presidente del Sector Popular del PRI (CNOP): formó un excelente equipo de trabajo con vocación de servicio y retomó las brigadas médicas, de seguridad y servicio social, en muchísimas colonias de Ensenada.
Con el dedazo a favor del Dr. Daniel Quintero, para diputado federal, perfecto desconocido, pero amigo del candidato Ernesto Zedillo, renté un ataúd, le puse coronas laterales diciendo “Democracia”, la subí al techo de mi camioneta Suburban, recorrí varias calles de Ensenada, llegué al edificio del PRI y les entregué mi renuncia en 1994.
El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien como diputado federal entabló una relación muy cercana con la también diputada federal Marina del Pilar (ambos con permiso), habló de una encuesta para seleccionar al candidato a la gubernatura de Baja California; encuesta al parecer solo en su mente, ya que, sin rubor, robó el antidemocrático método del “dedazo”, haciendo palidecer al PRI, quien tiene registro de patentes en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. Al parecer denunciarán a Morena por plagio cínico y desvergonzado.
Morena desde un principio debió decir, que la candidatura a gobernador sería para una mujer. Así, Arturo González Cruz y los tijuanenses no tuvieran tantísimos problemas, solo por haber aspirado a ese cargo, que sube a la nube fácilmente a los aprendices de política.
Atentamente,
Prof. Gabriel Fernando Santillán Roque.
Ensenada, B.C.
Correo: gafersanroque@hotmail.com