¿Cómo será el proceso de selección del candidato de Morena a gobernador y alcaldes? Esta es la cuestión que todos nos planteamos. En el nublado ambiente político dominante en este país, engendrado y parido por el PRI, los criterios son de que varios filtros deberán de superar la selección de quien será el señor feudal en esta entidad. ¿Por qué feudal? El gobernador hace y deshace y a nadie rinde cuentas; los diputados obedecen y negocian sus fichas en la CDMX; los jueces y magistrados, tan callados que apestan.
1.- La prueba de la intención del voto, por quién votará la gente con mayor simpatía, identificación y popular, ese dato lo arrojara la encuesta, que, si es científica, profesional, seria y responsable (son muchos requisitos porque sería la base política y técnica), dará un giro en favor de los actuales alcaldes y senadores que son reconocidos por su presencia y las acciones desarrolladas en 14 meses.
2.- El otro medio que determina la selección son los intereses del partido y de los influyentes en la dirección de Morena, donde Mario Delgado tiene contrapesos, empezando por la secretaria general Citlali Hernández. La luz verde de quien goza de las confianzas sucesorias, porque le tocará lidiar tres años al nuevo Presidente de la República, que relevaría al actual inquilino de Palacio Nacional. Seguramente será consultado por AMLO, y quien goce de las simpatías locales del canciller, que pinta para ser el candidato en 2024, tendrá en ese sentido importantes ventajas y de ganar en 2021.
3.- No será el único apoyo grande que necesite el que gane la rifa del tigre. Porque Baja California, con la descompuesta clase política y económica que padece, tiene muchos más graves e insalvables problemas que soluciones, situación que por el hambre de poder no caen en cuenta ni el poder del centro y menos el poder empresarial local, pues el relativo éxito económico limpio o salpicado de dinero sucio, les nubla las cansadas y escasas neuronas.
4.- El candidato será agraciado con el visto bueno del actual Presidente de la República, que tendrá la lealtad, la capacidad de domar un toro muy violento en B. C. y convivir políticamente 3 años con López Obrador. Esto podría estar en primerísimo lugar, pero lo que sincronizará es que simpaticen al sucesor de la grande en 2024 por Morena y el actual Presidente; es la decisión más difícil, pero necesaria, y nada posible al fin de cuentas, si hay consciencia y voluntad de impulsar a B. C. con un liderazgo fortalecido e innovador. Perfiles que cumplan esos requisitos, los hay.
5.- Vienen lo complicado y comprometedor. La otra piedra u obstáculo que debe driblar el mejor suspirante, es no quebrar la unidad interna del clan morenista. No hacer ruido de intereses creados o el cochero dejado por el gobernador y su grupo. Esto significa que la justicia no los va a perseguir por todas las fechorías cometidas en más de 24 meses, porque empezaron a operar sus corruptelas desde antes de llegar al poder hechas por las manadas de “Kiko”, “Patas” y empresarios que se les cae la baba en negocios más que turbios.
Un candidato que le amarren las manos en cuanto a justicia y devolución de lo robado. Esto haría posible que no los lleven a romper lanzas formales y de facto debajo de la mesa. Esta variable evitaría alianzas de inconformes afectados, con la chiquillada que intenta salvarse de la cruda.
6.- Otra variable que aparece en el radar es conocer quiénes son los candidatos de la oposición; si son personas con grupos indeseables, los de siempre, cartuchos achicharrados, esto permitirá ser más laxos en la selección del candidato. Debería haber caras nuevas, proyectos interesantes… no se ve nada en el horizonte.
Veo 3 finalistas: Gerardo Novelo, Arturo González Cruz y Alejandra León.
Postdata. La Unidad de Inteligencia Financiera, extraña y curiosamente apunta a un fuerte precandidato, con dedicatoria. ¿Y por qué no a todos, los pasados funcionarios, los presentes y los futuros suspirantes? Saldrían muchos trapitos sucios y se recuperaría bienes y capitales para necesidades apremiantes de B. C.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es académico del Instituto Tecnológico de Tijuana. Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com