Al 28 de diciembre, Baja California ocupaba el quinto lugar a nivel nacional dentro de los estados de la República más letales en el último mes, al registrar 873 muertes en 30 días. Sin embargo, los fallecimientos por SARS-CoV-2 son más si se cuenta solo del 1 al 29 de diciembre
Baja California cerrará diciembre como el peor mes de la pandemia generada por la enfermedad COVID-19, con mil 7 defunciones y 6 mil 295 casos nuevos confirmados en 29 de 31 días del mes; además de hospitales saturados y déficit de médicos en cada institución.
De acuerdo con cifras presentadas por la Secretaría de Salud y un análisis realizado por ZETA en su edición 2418, julio había sido el mes con récord en casos nuevos confirmados de COVID-19 en el Estado, al registrarse 4 mil 359 y 752 decesos.
Pero diciembre rebasó por mucho esa cifra, ya que, en promedio, se registraron 34.7 muertes diarias y 217 casos nuevos confirmados, a diferencia de las 17. 8 muertes promedio que se reportan desde marzo.
Tal como se pronosticó en la edición 2435 de este Semanario, publicada el 27 de noviembre, Alonso Pérez Rico, secretario de Salud en el Estado, había advertido que a partir de la segunda semana de diciembre comenzaría la etapa más difícil de este repunte.
Sin embargo, desde el 1 de diciembre el número de casos sospechosos superó el estimado, 530 en total, después de que el pico más alto se había registrado en junio. Sin embargo, el 7 de diciembre se reportó un nuevo ápice: 558 casos sospechosos, el cual se mantiene.
Otro récord superado fue el de pacientes hospitalizados, ya que el 27 de diciembre registraron 656, cifra nunca antes vista en Baja California.
Aun con los indicadores en contra, Pérez Rico se atrevió a lanzar el “reto de tres semanas” el mismo 7 de diciembre, afirmando que el panorama de Baja California era alentador, pues al estar de vuelta en semáforo Rojo, se cerrarían lugares y, por ende, la gente haría conciencia y se quedaría en casa.
Pero ocurrió lo contrario. Los indicadores comenzaron a repuntar hasta en la tasa de Reproducción Efectiva (RT), la cual pasó de 0.8 a 1.24 nivel estatal, es decir, el virus SARS-CoV-2 continuó esparciéndose sin control.
El 17 de diciembre, por primera vez desde que inició la pandemia, se reportaron por primera vez mil 093 casos activos en todo el Estado, donde Mexicali siempre ha sido el municipio con el mayor número de casos, incluso estuvo en el top 16 a nivel nacional.
Hasta el lunes 28 de diciembre, se habían registrado 978 defunciones, solo 22 por debajo de las mil en un solo mes, con muertes registradas hasta con 10 días de retraso por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y hospitales privados en la plataforma del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sisver).
Lo mismo sucedió con los 6 mil 118 casos confirmados, de ellos, solo el 22 de diciembre se registraron 412 casos, también acumulados de otras instituciones, según la justificación del secretario estatal de Salud.
SE ACABARON LAS CAMAS
“Estamos en la víspera de la Navidad, son las nueve de la noche y ya no tenemos oxígeno en Urgencias del Hospital General, la gente esperando por oxígeno es más de la que podemos recibir y eso no es culpa de nosotros (personal médico) ni de los directivos, es culpa de la gente que no deja de salir”, declaró a ZETA una enfermera de primera línea frente a la COVID.
De acuerdo con su testimonio, ese día el área de Urgencias se saturó de pacientes que necesitaban oxigenación, y tuvieron que dosificarlo para atender a todos.
“No tuvimos de otra más que movernos rápido y tratar de mejorar la oxigenación de la mayoría de los pacientes que no llegaban tan graves, para darle oportunidad a otros, en lo que se desahogaban camas. No nos dábamos abasto, la gente no piensa que nosotros también estamos cansados, luego salgo de mi turno de 48 horas y veo a todos celebrando, en las plazas, comprando; así nunca vamos a terminar con esto”, lamentó.
Desde el 12 de diciembre, el Hospital General de Tijuana está saturado, sobre todo Urgencias Adultos (los primeros tres pisos) y Cuidados Intensivos. Además, hay 16 camas en el cuarto piso que no pueden ser usadas por aún estar en remodelación, aunque al 28 de diciembre solo se reportaron nueve disponibles.
La situación no es mejor en los hospitales de Mexicali y Ensenada, que, al cierre de esta edición, martes 29 de diciembre, tenían 66 y 94% de ocupación, respectivamente. En la Capital del Estado el hospital auxiliar de la Universidad Autónoma de Baja California ya estaba lleno y se habilitaron 20 camas en una unidad alterna, lo que ayudó a desahogar la saturación.
Mientras que en Ensenada, se habilitaron camas en unidades de Medicina Familiar del Seguro Social para ayudar a desahogar la ocupación, mientras que en Tijuana no se ha podido reabrir la unidad hospitalaria del equipo de basquetbol Zonkeys por falta de médicos y enfermeras.
Eso sin contar que los hospitales No COVID, como ISSSTE e Issstecali, y los Generales de Rosarito y Tecate, que han estado tan saturados que el domingo 27 de diciembre, familiares de pacientes se pusieron agresivos con el personal de salud, al no querer recibir en este último nosocomio a una persona lesionada en el cráneo por arma de fuego.
Al respecto, el secretario de Salud, Alonso Pérez Rico, mencionó a ZETA que cada año se incrementa el ingreso a Urgencias de cada hospital por enfermedades respiratorias y crónico-degenerativas, sin embargo, con el factor COVID, la situación se complica por la escasez de médicos especialistas y la desesperación que lleva a las personas a reaccionar de una forma poco favorable.
Por otro lado, recalcó que el tráfico al interior de un hospital COVID es muy dinámico, y por las mañanas suelen tener mayor disponibilidad de camas, por los pacientes que dan de alta.
Remedios Lozada Romero, jefa de la Jurisdicción Sanitaria 2, explicó a ZETA que tienen un déficit de por lo menos 80 médicos -además de los 44 que están contratando para el Hospital General- solo a nivel local, razón por la que no han podido abrir la unidad hospitalaria Zonkeys, en la que tendrán que hacer uso de enfermeras que cubren otras áreas de la salud.
PERSONAL MÉDICO, EL MÁS AFECTADO
El personal médico de la Secretaría de Salud ha sido el más afectado desde que inició la pandemia, pues no solo han tenido que batallar con la carga laboral que conlleva la COVID-19, sino que han puesto de su propio bolsillo para comprar equipo de protección y hasta medicamentos para sus pacientes.
En julio y agosto debieron trabajar en áreas COVID con el equipo de protección puesto, sin aire acondicionado y temperaturas de hasta 30 grados Centígrados, donde no solo terminaban exhaustos, sino hasta deshidratados.
A pesar que las quejas fueron desde julio y se le dio una solución momentánea una semana después -insuficiente a decir de los médicos-, apenas en noviembre comenzaron los trabajos de remodelación e instalación de los aires acondicionados de los pisos cuarto y quinto del Hospital General de Tijuana.
La fecha de entrega era en la primera semana de diciembre, pero el cuarto piso sigue sin poder ser utilizado porque el aire acondicionado no queda, ha tenido fallas al momento de realizar las pruebas y los ductos que se necesitan son difíciles de conseguir.
A las malas condiciones laborales, se suma el retraso en el pago de su salario el 14 de diciembre, por lo que personal de salud perteneciente al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTS) protestaron afuera de sus instalaciones al terminar su turno, para exigir el pago o harían una protesta constante.
Esto apremió a que los directivos del SNTS, la Secretaría de Salud y de Hacienda llegaran a un acuerdo para entregar el pago al día siguiente, sin embargo, del Bono COVID prometido por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no se sabe nada, solo la promesa de que se los darán, a diferencia de los trabajadores del Seguro Social, que lo reciben mensualmente desde agosto.
A la fecha, 5 mil 861 elementos del personal de salud han dado positivos a COVID-19: mil 323 médicos, 2 mil 289 de enfermería y 2 mil 259 de otros rubros. Actualmente 271 tienen el virus activo y 56 han fallecido desde que inició la pandemia.
LLEGARON LOS REFUERZOS
El domingo 27 de diciembre, tres contingentes de médicos y enfermeras del Seguro Social de las delegaciones de Campeche, Michoacán y Nuevo León, arribaron a BC para un total de 33 personas de apoyo. Se espera que lleguen más de Jalisco y Tamaulipas como parte del Operativo Chapultepec, anunciado por Zoé Robledo, titular del IMSS a nivel nacional.
A diferencia del secretario de Salud en la entidad, quien asegura que ya estamos en el ápice de la pandemia, Desirée Sagarnaga Durante, delegada del IMSS en Baja California y San Luis Río Colorado, destacó que lo peor podría presentarse en las próximas dos semanas, después de las reuniones por Navidad y Año Nuevo, por lo que no se siente confiada para decir que los indicadores van en descenso.
“No sentimos que aún estemos en meseta todavía. Ampliamos nuestras camas y está llegando personal, y aunque sí han disminuido los casos, falta ver los resultados de las reuniones por Navidad y las que habrá por Año Nuevo”, dijo en conferencia virtual.
Agregó que la curva se podría aplanar hasta finales de enero, e iniciar el control de la pandemia en febrero.
Asimismo, señaló que el personal de apoyo que llega de otros estados, tentativamente, se quedará hasta finales de enero, pero en caso de requerirlo, el periodo se podría ampliar más, mientras tanto, estados como Chihuahua les ha hecho préstamo de 50 ventiladores mecánicos, para tener abasto en caso de necesitarlos.
FALSA CONFIANZA
Los primeros tres fines de semana de diciembre, Tijuana era un caos, la gente abarrotó plazas, centros comerciales y tiendas departamentales haciendo compras navideñas, sin embargo, días antes de Navidad, la ciudad se guardó.
Esto se ha visto reflejado en las estadísticas, que exhiben una disminución de casos activos (682 en total), menos de 30 defunciones y menos de 200 casos nuevos confirmados al 29 de diciembre, luego de estar reportando casi mil activos, más de 33 muertes diarias y casi 300 confirmados, lo cual ha dado una falsa confianza para asegurar que ya se está llegando a una meseta y pronto iniciará el descenso.
El titular de la Secretaría de Salud afirma que los números son positivos y es probable que el próximo reporte de indicadores puedan llevar a BC de nuevo al semáforo Naranja.
DEBIERON SER MÁS ESTRICTOS
Personal operativo de distintas áreas de la Secretaría de Salud coinciden en que las autoridades debieron ser más estrictas en el manejo de la pandemia y la ciudadanía, sobre todo al ver que su llamado a la conciencia de la gente no estaba funcionando.
“Fue bastante frustrante ver que todo nuestro esfuerzo, en todos estos meses, se fue al caño en Halloween, la gente no entendió nada, fue un punto de quiebre para nosotros. Al ver esas oleadas de personas en las calles, sin cubre bocas, sin distancia, fue como una sentencia para nosotros que nos iba a llegar dos semanas después y aún no nos recuperamos”, mencionaron a ZETA.
Al ver esa inconsciencia, las autoridades estatales y de salud debieron implementar medidas coercitivas para hacer entender a la gente sobre la importancia de las medidas de higiene, pero, al contrario, decidieron continuar con la línea marcada por la Federación de no reprimir, sancionar o castigar a particulares que no cumplieran, “es como si nuestro esfuerzo no lo tomaran en cuenta”, dijeron algunos trabajadores de la salud.
Alonso Pérez Rico, secretario de Salud, insistió en que continuarán con la línea marcada por la Federación, hasta que la población entienda y además comience la vacunación contra la COVID-19 a partir de marzo para la población en general.
Mientras tanto, las indicaciones por el nuevo coronavirus continuarán como parte de la denominada nueva normalidad.
Se permitirá venta de vacuna en México: AMLO; Walmart no comercializará dosis
El jueves 24 de diciembre, cuando llegó a México el primer cargamento de 3 mil dosis de vacuna de la farmacéutica estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech contra el coronavirus, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, dejó claro que el Gobierno Federal no permitiría que sea vendida por particulares, y alertó a la población respecto a posibles fraudes.
Asimismo, los diez gobernadores agrupados en la llamada Alianza Federalista, han anunciado en diversos momentos que comprarán millones de dosis de la vacuna contra el SARS-CoV-2 para aplicarlas en sus respectivas entidades, pero acusan que el Gobierno Federal no lo ha permitido, y de hacerlo, se quedarán incautadas en la Aduana, sin permiso de importación.
Sin embargo, el domingo 27 de diciembre, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que la Iniciativa Privada podrá comprar vacunas contra la COVID-19 en el extranjero, para que las dosis se puedan vender en México.
“Por qué no se permite que se venda en las farmacias, claro que si hay empresas que quieran comprar la vacuna en el extranjero, nosotros no tenemos ningún impedimento para que se venda la vacuna, se compre afuera”, indicó el mandatario nacional.
A través de su cuenta de Twitter, el político tabasqueño señaló que el gobierno mexicano compra las vacunas necesarias para garantizar el acceso universal y gratuito a la inoculación.
“Lo que estamos haciendo es comprar toda la vacuna que se necesita para garantizar que a nadie le falte y sea gratuita, nada más que en su momento no porque ‘yo tengo dinero y voy a vacunarme primero’ o ‘soy político, soy influyente y me vacuno primero’, no. Así no es la cosa”, advirtió López Obrador.
WALMART SUMINISTRARÁ VACUNA CONTRA COVID-19 EN EU
Hace un par de semanas, el doctor Tom Van Gilder, director médico de Walmart, anunció que la cadena minorista se preparaba para suministrar la vacuna contra la COVID-19 en sus más de 5 mil farmacias en Estados Unidos, que también están en los Sam’s Club.
Según un comunicado oficial de Walmart, la compañía estaba en proceso de adquirir el equipo necesario para almacenar las vacunas de Pfizer y BioNTech, como congeladores especiales y hielo seco. Estas deben mantenerse a una temperatura de entre -80 y -60°C para conservar su eficacia hasta por seis meses.
La idea es ampliar la red de vacunación y llegar a zonas remotas de aquel país, ya que según la empresa, “el 90% de la población estadounidense vive a menos de 16 kilómetros de un Walmart”.
El plan podría acelerar el proceso de inoculación en EU, donde hasta el 23 de diciembre de 2020 se habían aplicado alrededor de un millón de dosis, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, el esquema de vacunación establecido por los CDC es muy similar al que seguirán varios países, como México, ya que se dará prioridad al personal de salud y adultos mayores, para luego inocular, por etapas, al resto de la población.
“Estamos preparando nuestras más de 5 mil farmacias en las tiendas Sam’s Club y Walmart para que estén listas cuando llegue el momento de administrar a trabajadores esenciales, socorristas y estadounidenses de edad avanzada en Prioridad 1B y Prioridad 1C, según la recomendación reciente del Comité Asesor de Prácticas de Inmunización de los CDC”, señaló la cadena minorista.
Hace unos meses, al anunciar la operación Warp Speed, el Gobierno de Estados Unidos se comprometió a obtener 300 millones de dosis de la vacuna contra la COVID-19 antes de 2021. A pesar de ello, solo un millón de personas han sido vacunadas en aquel país. Asimismo, se proyecta que para la segunda semana de enero se apliquen 20 millones de dosis entre la población norteamericana más vulnerable y aquella que está al frente de la lucha contra la pandemia. (Carlos Álvarez)