Columna Invitada
Rosalino Hernández Gómez
Desde las elecciones electorales del 2000, el Licenciado Andrés Manuel López Obrador (AMLO) buscó ser Presidente de la República Mexicana para resolver, según él, todos los males que padece el país, principalmente, erradicar la corrupción, que ha sido su eslogan de campaña y de su gobierno, y con ello beneficiar a los desposeídos por los gobiernos neoliberales.
Durante los 18 años que estuvo en campaña para llegar a la Presidencia de la República, en cada mitin, en cada entrevista, en cada rueda de prensa, en cada debate, criticó al viejo sistema de gobierno y presentó todas las soluciones para el crecimiento de la economía, para generar empleo, bajar el precio de la gasolina, diésel, el gas, la electricidad, beneficiar a los más pobres y que su gobierno sería para los pobres. Con el triunfo obtenido en el 2018, en la toma de protesta como Presidente de México, criticó acertadamente los males que los gobiernos anteriores dejaron al país y dio a conocer el camino a seguir para solucionar los problemas, sentenciando que su gobierno trabajará en programas destinados para los más vulnerables y desposeídos, que en su gobierno serán primero los pobres, luego los pobres y después los pobres.
Sin embargo, la realidad es totalmente distinta. El programa de gobierno implementado por AMLO está muy lejos, pero muy lejos de beneficiar a los pobres de México, es todo lo contrario, su programa beneficia y fortalece al neoliberalismo que tanto ha criticado. Por ejemplo, con su idea de hacer creer a la opinión pública y al país entero de que cumplirá su palabra y compromiso hecho durante el tiempo que estuvo en campaña, de erradicar la corrupción, sin analizar y sin revisar eliminó los programas sociales que por muchos años beneficiaron a los más vulnerables, argumentando que dichos programas fomentan la corrupción.
Aquel programa que empezó con el nombre de Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL), un programa social que implementó el gobierno de Carlos Salinas de Gortari que buscó cubrir diversas necesidades de la población mexicana que vivía en estado de pobreza y marginación, con el tiempo cambió de nombre y fue retomado en los gobiernos siguientes, sin importar el partido en el gobierno. De Programa Solidaridad, pasó ser Programa Progresa, con los panistas pasó al Programa Oportunidades y por último con el nombre de Programa Prospera en el sexenio de Enrique Peña Nieto, con 20 millones de beneficiados vulnerables, que, al ser eliminado dicho Programa por el Presidente de la República, AMLO dejó sin ningún a poyo a 20 millones de pobres.
Con la eliminación del Seguro Popular, quedan sin atención médica a 57 millones de afiliados vulnerables, es decir a los más pobres. Con el recorte presupuestal para el sector salud ha generado un desabasto de medicamentos e insumos médicos para atender a los más pobres del país. También con el argumento de erradicar la corrupción eliminó las guarderías cuya afectación son a las madres trabajadoras, las más pobres. Con la eliminación de los comedores comunitarios 600 mil ciudadanos fueron los afectados, los más pobres. Esos son los datos de los afectados con la eliminación de algunos programas sociales de la administración anterior, los afectados son los más pobres del país.
Con la pandemia ocasionada por el SARS-COV-2, al no atender correctamente y al actuar irresponsablemente por parte del gobierno morenista, al invitar a la ciudadanía a no tener miedo al virus, al invitar a la sana convivencia y consumir en los restaurantes para no dejar caer la economía y al argumentar el innecesario uso del cubre bocas, ha ocasionado que la ciudadanía actúe irresponsablemente como lo hace el Presidente y al no hacer pruebas para detectar a tiempo a los enfermos por Covid-19, al no destinar recursos para la adquisición de insumos médicos y proteger a los médicos y enfermeros para una mejor atención del virus, ha ocasionado la muerte de más de 100 mil ciudadanos mexicanos, sin contar a los que decidieron atenderse por su propia cuenta o no fueron atendidos en los hospitales por la falta de espacios, los más perjudicados son los más vulnerables, son los pobres.
Al no haber incentivos para las empresas por parte del gobierno federal en esta pandemia, ha ocasionado el cierre de miles de negocios y ha generado el desempleo de un millón 30 mil 366 empleos formales de acuerdo al reporte del IMSS, es importante señalar que en nuestro país alrededor de la mitad de los trabajadores ocupados se encuentran en el sector informal, los afectados son los más pobres. La cuenta sigue. Con las recientes lluvias en el sur del país fueron afectados varias zonas del sur de Veracruz, Chiapas y principalmente Tabasco, fueron afectados cientos de miles de familias pobres.
En la reciente visita que hizo el Presidente de México a Tabasco para revisar las inundaciones ocasionada por las recientes lluvias, al sobrevolar en la zona afectada, en una transmisión en vivo dijo que se abrieron parcialmente las compuertas de la presa Peñitas para evitar que se registrara una inundación mayor en Villahermosa, aunque eso implicó que la salida del agua afectara los municipios de Centla, Jalpa y Nacajuca, habitadas principalmente por los indígenas chontales. Aquí la transcripción de lo expresado por el Presidente de México: “Tuvimos que optar entre inconvenientes, no inundar Villahermosa y que el agua saliera por el Samaria, por las zonas bajas, desde luego, se tuvo que perjudicar a los chontales, a los más pobres, pero teníamos que tomar una decisión”, es decir, el Presidente de México nuevamente decide perjudicar al pueblo pobre.
A más de un mes de las inundaciones los apoyos del gobierno federal y estatal no llegan y no llegarán nunca, pues con la eliminación del Fondo Nacional para los Desastres Naturales (FONDEN) el gobierno carece de recursos para atender el problema, esto demuestra que el Presidente de México miente cuando dice que en su gobierno se apoyan a los más pobres. La realidad nos dice que su gobierno daña y perjudica a los más pobres.
Ante esta situación el Movimiento Antorchista levanta la voz y exige atención a los damnificados de Tabasco, al mismo tiempo emprende una campaña de recolección de víveres en apoyo a los damnificados de Tabasco. Esto es una prueba más de que solo el pueblo organizado podrá resolver los males del país.
Rosalino Hernández Gómez,
dirigente de Antorcha en San Quintín