Como regalo, para su cumpleaños número 17, José Miguel Martínez Villanueva viajó a Tijuana para visitar a su hermana, llegó en noviembre del 2019, sin embargo, fue secuestrado y se desconoce su paradero, este 5 de noviembre cumple 18 años.
Mónica Martínez, hermana del joven desaparecido, informó a ZETA que su hermano, a quien crio como su hijo, llegó a Tijuana procedente de Guerrero, el 28 de noviembre del año pasado. Ella reunió dinero para comprarle su pasaje y lo alojó en su casa, la cual se ubica Hacienda Los Laureles Pacífico. Afirmó que José Miguel” prácticamente no salía de su casa, porque le gustaba mucho pasar tiempo con sus sobrinos, quienes lo quieren y admiran mucho porque ayudaba a criarlos.
Sin embargo, un día que salió a comprar unas cosas para la comida, intentaron robarle su teléfono celular, pero un residente de la zona, apodado como “El Negro” lo defendió y de ahí nació una amistad entre ambos. Ese vecino visitaba constantemente a su hermano, pero por lo general se quedaban en el patio de la casa. Incluso, un día le llevó una bicicleta para que la arreglara y le ofreció pagarle.
Con eso antecedentes, el 7 de enero del 2020, alrededor de las 16:45 horas, José Miguel y “El Negro” salieron de la casa de Mónica, antes de despedirse el joven le dijo a su hermana que de regreso pasaría por tortillas y una soda, y desde entonces no lo ha vuelto a ver.
“Empecé a preocuparme porque era la primera vez que mi hermano no llegaba a dormir, es un menor de edad, me asusté, busqué ayuda, fuimos a buscarlo en todas las Policías, fuimos hasta a Ensenada”, recordó la mujer.
Al día siguiente, el 8 de enero, habló con la señora Martha, madre de “El Negro” y la mujer le dijo que la Policía se los había llevado, que era algo común, pero que los sueltan en 24 horas. Al pasar el tiempo, la hermana del joven desaparecido fue descubriendo la mujer le había mentido, que vecinos habían visto a “El Negro” en la calle, y a José Miguel entrando a la casa de la señora Martha, pero no lo vieron salir.
Mónica aseguró que a las 11:00 horas del 9 de enero acudió a poner la denuncia de desaparición a la Fiscalía General del Estado (FGE), les explicó los hechos que descubrió por su cuenta, pero no hicieron algo.
El 15 de enero la madre de “El Negro” le marcó y le dijo que su hermano le debía una cantidad -9 mil pesos- que si lo quería ver tenía que pagarle esa cantidad, información que les pasó a los agentes ministeriales que atendían su caso, pero no fueron a la casa. Ante la falta de respuesta, Mónica marcó al 911, y a las 22:00 horas acudieron unos agentes de la Policía Municipal, con el permiso del dueño de la casa, acompañada de varios vecinos, Mónica ingresó a la casa para buscar a José Miguel, pero no lo encontró, sin embargo, si halló su balón de futbol y su mochila, que le había regalado en Navidad.
“Al entrar encontré el balón, como a 5 pasos tropecé con su mochila, la señora –Martha- como que me quiso jalar, me tropecé con la mochila, entonces como que ya entramos en una desesperación, estaba embarazada y empecé a llorar. La Policía dijo que ya no podía estar ahí, que ya era una desaparición forzada y que había que entrar peritos porque ya había indicios de una desaparición forzada”, afirmó la denunciante.
Agregó que en ese momento le quiso pagar la supuesta deuda, pero la mujer se negó a recibir el dinero y fue la última vez que la vio en persona.
Mónica explicó que la FGE acudió a su casa hasta el mes siguiente y se llevó la mochila. Se negó la orden de cateo y Martha y su hijo “El Negro” se fueron de la ciudad y no ha habido avances en la investigación.
“Taparon sus omisiones, a los 8 días pudimos haber rescatado a mi hermano, pero por falta del apoyo de las autoridades no lo hicimos”, desde entonces Mónica Martínez se unió al colectivo Una Nación Buscando “T”, incluso en la Segunda Brigada Estatal de Búsqueda se recorrieron los cerros que se ubican alrededor de la casa donde vivía la señora Martha, pero no hubo algún hallazgo.
