18.2 C
Tijuana
martes, octubre 8, 2024
Publicidad

El voto decide la forma de gobierno y elige gobernantes (Primera parte)

¿El voto es un fragmento de poder en decisiones como quién le representará y la autodeterminación en la forma de gobierno?

Sí lo es; importante concientizar a la ciudadanía lo fundamental que es que ejerzan ese poder, el derecho a decidir libremente, a través del voto directo, secreto y universal, su forma de gobierno y a quienes les encomendarán esa gran tarea.

De ello depende vivir en un ambiente de respeto, protección y garantía a los derechos humanos, como: libertad, no discriminación por origen étnico, racial o género, edad, discapacidades, condición social, salud, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil; todo lo que atente contra la dignidad humana y cuyo objetivo sea anular o menoscabar los derechos y libertades. Estas premisas se fundamentan en el Artículo 1 Constitucional.

El estado natural de los derechos humanos es la base para el fortalecimiento y la ampliación de la esfera jurídica de las personas, debido a que determinan el quehacer de la nación en todos los órdenes (es decir, social, política y estatalmente), debiendo respetarlos y vigilar su observancia, por la sencilla razón de que son inherentes a la persona; el estado está para proteger y servir a las personas que delegan en la clase gobernante su derecho en la conducción y salvaguarda de los intereses nacionales.

Es de relevante importancia recordar la trascendencia de ejercer el derecho al voto. Demostrado quedó en los acontecimientos políticos vividos en Chile y Estados Unidos, los cuales presentan como común denominador “la participación abrumadora de los ciudadanos, en el ejercicio del voto”, para hacer escuchar su voz, su opinión y decisión en actos trascendentales como una nueva constitución (Chile), y la elección presidencial, senadores y cámara de representantes (Estados Unidos); ejemplos democráticos por excelencia.

Democracia implica división, colección de desacuerdos, lugar de gente diferente; su principio es la igualdad de derechos para que cada quien sea diferente y no obstante las diferencias y variados puntos de vista, sea posible vivir juntos, sin violencia. La democracia es la historia de la pluralidad y tolerancia, no la de la victoria e imposición.

Por ello no hay victorias en la democracia; hay paz, y la paz es la verdadera victoria de la vida política de los pueblos (Shimon Peres).

Por ello el fin de la democracia es implantar modelo de organización social justo, con el voto y la igualdad ante la ley.

Los mencionados ejercicios democráticos demuestran que el mundo es más democrático que nunca; ejemplo: el plebiscito del pasado 25 de octubre en Chile, a través del cual se realizó consulta en la que se preguntó a la ciudadanía si aprobaba o rechazaba la redacción de una nueva Constitución.

El resultado fue sorprendente, con un porcentaje de participación del 78% de la población votando por el cambio de la Carta Magna, hechos tan importantes que incluso generaron expresiones como la vertida por el presidente de Chile en el sentido de que “triunfo la ciudadanía y la democracia” y “hoy hemos demostrado nuevamente la naturaleza democrática, participativa y pacífica del espíritu de los chilenos y del alma de las naciones honrando nuestra tradición de republica”; hechos de enorme importancia en la historia de las democracias. Sin duda formará parte de los textos de historia, ya que dicha Constitución será redactada por una convención ciudadana elegida en votación popular.

La finalidad es generar una Constitución “sin traumas”, ya que la Constitución vigente fue redactada y aprobada en 1980 bajo el régimen militar del general Augusto Pinochet, de quien heredó ese mal congénito -Gabriel Negretto-, recuperar legitimidad de la política, redistribuir poder y bienes públicos y generar un proceso constituyente único en Latinoamérica.

En Estados Unidos, millones acudieron a las urnas sumándose a los más de 100 millones de votantes en forma anticipada, estimándose que será la de mayor participación en la historia de Estados Unidos.

En la segunda parte, revisaremos los valores de la democracia, considerándose de gran relevancia recordarlos y reflexionarlos, porque son garantía de paz social en el mundo, aunado a que son la base de la justicia social, y la legitimidad para con derecho y autoridad poder reclamar y demandar al gobernante infiel, “Traición a la Patria”.

 

La abogada María de Lourdes Molina es catedrática en Derecho y jueza del Juzgado Décimo Civil de Tijuana. Correo: molina.morales@msn.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas