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viernes, octubre 4, 2024
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Ante conflictos, mejor la mediación que un litigio

Conzultoría Matrimonial y Familiar

 

 

 

El conflicto es inherente a la naturaleza humana; evitarlo no lo soluciona; y enfrentarse a uno como responsables que somos de que se haya generado, supone un gran desgaste físico, psicológico y en ocasiones económico. Es por ello que desde la antigüedad se ha preferido dejar en manos de un tercero ajeno a la responsabilidad de resolver nuestros conflictos, aunque el resultado de la decisión que pueda darse no resulte satisfactorio, incluso habiendo sido a favor.

Desde hace unos años, está sobresaliendo cada vez con más fuerza la Mediación como un medio alternativo de resolución de conflictos y complementario de la vía judicial. La Mediación es un proceso voluntario en el que dos o más partes involucradas en un conflicto trabajan con un profesional imparcial -el mediador- para generar sus propias soluciones y resolver sus diferencias. El mediador trabajará para que las partes con problemas vuelvan a comunicarse, expresen sus emociones, necesidades e intereses, lo que hará que sean ellas las que propongan las posibles soluciones con el fin de obtener el acuerdo más beneficioso para ambas.

La Mediación es una forma flexible de resolución de conflictos, que permite a las partes en disputa una solución previa a lo que hubiera constituido un juicio. La Mediación ofrece una oportunidad de ganar una mayor comprensión de su conflicto, y limitar el costo temporal, económico y emocional que implica un procedimiento legal completo; además, la Mediación es un proceso confidencial, donde sólo las partes y el mediador van a tener conocimiento de lo que allí suceda. En un juicio lo conocerán el oficial de partes, el canalizador que traslada la demanda al juzgado, las secretarias, el archivista, la secretaria de acuerdos, el proyectista y el juez; mientras que en la Mediación solo conocerá el mediador y la otra parte del conflicto, por ser un proceso confidencial.

Aun cuando en Baja California no existe legalmente, en Jalisco, por ejemplo, el divorcio administrativo se puede tramitar ante un mediador certificado; en la CDMX tienen fe pública los mediadores, situación que algún día se nos autorizara en BC. En situaciones familiares como pensión alimenticia, custodia de hijos y otros conflictos matrimoniales, se pueden resolver rápidamente ante un mediador; y sobre todo en los casos de testamentos o intestados, repartición de herencias y legados los resultados son en corto tiempo y no como los juicios que duran en ocasiones años (y más en estos tiempos).

En la Mediación no hay vencedores ni vencidos. Es un ganar-ganar. Existen mayores garantías de que el acuerdo obtenido se cumpla y sea duradero en el tiempo, y aunque en ocasiones las partes no logren alcanzar un acuerdo, la relación entre ellas puede salir reforzada, pues consiguen volver a comunicarse y/o relacionarse, cosa que difícilmente se da en un juicio. Los juicios no solo se pierden (o ganan) por razones de fondo, sino también por razones de forma. Los juzgados están llenos de causas injustamente perdidas por no cumplir determinados trámites en el plazo fijado por la ley. Esto no ocurre durante la mediación. El juicio conlleva un alto costo y un plazo indeterminado, dependerá de las actuaciones procesales, del trabajo del abogado y también -por qué no decirlo- de lo saturado del juzgado, como sucede actualmente; la Mediación ayuda a descongestionar los juzgados.

Antes de decidirse por iniciar un litigio judicial es recomendable buscar la solución con la ayuda de un mediador, que es un profesional preparado para asistir a las partes en dos vertientes principales: por un lado, el control de las emociones como paso previo y necesario, y por otro propiciar la generación de soluciones válidas. Piensen que en un juicio, a ningún juez le preocupan sus emociones, y menos llegar a tratar con él y conocerlo (salvo en un juicio oral). El juez impondrá soluciones (sentencias) de acuerdo con la ley para los hechos que se le presentan. Muy distinto de lo que procurará el mediador; que las partes alcancen un acuerdo y las relaciones personales no se deterioren.

Gracias como siempre a mis dos que tres lectores por sus comentarios y consultas al celular (664) 204-61-80, donde los atenderé cordialmente.

 

El Lic. Roberto Bautista es terapeuta de parejas con maestría en Mediación.

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