En el marco de la celebración de la decimoctava edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, a realizarse del 28 de octubre al 1 de noviembre del 2020, el cineasta David Buitrón, exhibirá el cortometraje “Naufragio” como parte de la “sección michoacana” del evento fílmico, el cual aborda el tema del abandono en México.
“Me concentré en contar una especia de reflexión, del por qué se da y sucede este tipo de situaciones (abandono). Es poner el tema sobre la mesa y llegar a una conclusión para saber qué es lo que se puede hacer para que no suceda, qué medidas como sociedad nos corresponde, sobre todo, presentar una situación que es muy fuera de lo común, y complicada de tomar decisión”, platicó a ZETA el cineasta.
En entrevista telefónica, Buitrón habló de su apego al cine, así como de su participación en la 18⁰ edición del FICM.
“Lo que me ha impulsado es la curiosidad y la necesidad conocer personas, lugares y situaciones. Antes me había enfocado al género documental y es lo que me ha llevado a concentrarme más, a contar historias fascinantes, a adentrarme en le mundo de la ficción y generar esos momentos que evocan sensaciones”, comentó.
“Al festival lo conocí siendo espectador, asistiendo a ver las películas. En ese sentido, me permitió acercarme al mundo del cine, y contribuir a mi gusto por él. El hecho de estar seleccionado me hace sentir bien, me incentiva a seguir trabajando, mejorando, corrigiendo errores, a repetir lo que haya funcionado bien, y en general me ha ayudado a aspirar a más”, enfatizó el cinéfilo.
Respecto a la desaparición de estímulos para el séptimo arte y la complejidad de crear cine señaló: “Tiene su nivel de dificultad crear proyectos cinematográficos, sobre todo con la desaparición de los fideicomisos que, de cierta manera es lamentable. Creo que es importante que el Estado sea capaz de apoyar al cine en general, y a la cultura. Por otro lado, ya está habiendo apoyos hacia otras ciudades y para la producción local, me parece importante que se empiecen a generar esos estímulos de manera descentralizada y adaptarnos de cierta manera a que las películas no nos cuesten tanto”.
“México es una país basto y rico en cuanto a historias, costumbres, lugares, cultura y las narrativas se vuelven interminables, a donde vayamos podemos crear una película, solo es cuestión de tener la convicción de hacerlo”, añadió Buitrón, quien se encuentra trabajando en un documental sobre la vida dentro de un monasterio, así como un guion de ficción, con el que “le gustaría combinar ambos géneros”.
