La escritora, ensayista y tuitera Margo Glantz Shapiro (Ciudad de México, 28 de enero de 1930), será homenajeada por sus 90 años este miércoles 28 de octubre, durante la edición número 40 de la tradicional Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), misma que se celebra del 17 al 30 del mismo mes, de manera virtual.
“¡Azúcar a Margo! Celebración por los 90 años de Margo Glantz” es el título del tributo a la autora de “El rastro” (Anagrama 2002; reedición Almadía, 2019):
“No te puedes perder este evento especial para celebrar los 90 años de vida de nuestra querida @Margo_Glantz. @surplusera (Gabriela Jáuregui) conversará con la autora en torno a su obra. Con la participación de la Banda Azul de Oaxaca”, reza la invitación de la FILO para celebrar a Margo Glantz.
“Tenemos preparada una producción, audio y video, que hemos hecho desde hace mucho tiempo, es un concepto que habíamos decidido desde el año pasado que se llama ‘¡Azúcar a Margo!’, y lo presentaremos ese día (miércoles 28) como sorpresa para todos pero sobre todo como un regalo para Margo, como expresándole nuestro cariño y como un regalo por sus 90 años”, refirió a ZETA Guillermo Quijas.
El homenaje a Margo Glantz es el miércoles 28 de octubre a las 19:00 horas (horario de la Ciudad de México), mismo que podrá sintonizarse en las redes sociales de la FILO: @FILOaxaca
REEDICIÓN DE “EL RASTRO”
En 2019, Almadía reeditó “El rastro” (disponible en libro electrónico e impreso), novela con la que Margo Glantz ganó el Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2003, otorgado por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
Previamente, con “El rastro” Margo Glantz resultó finalista del Premio Herralde de Novela en 2002, título que publicó en España la editorial Anagrama, aunque no había circulado oficialmente en México, sino hasta 17 años después, en 2019, gracias a la reedición de la editorial Almadía que dirige Guillermo Quijas. Recordó en entrevista con ZETA la autora mexicana:
“Me siento muy bien que lo vuelvan a publicar porque pienso que es un libro importante, por lo menos para mí; entonces, está muy bien que se lea en diversos lugares. En México estaba inédito, lo leyó alguna gente, pero ahora con Almadía se está leyendo más gente. En Colombia se leyó muy bien, he tenido muy buenas reacciones, lo cual me parece muy importante para mí. ‘El rastro’ es muy importante para mí y que escribí con una gran devoción. Originalmente se publicó en Anagrama, en España, fue finalista del concurso de Anagrama de 2002, competí con Enrique Vila-Matas”.
En “El rastro”, Margo Glantz cuenta la historia de Nora García que va al velorio de su ex marido Juan en un pueblo, que murió de un infarto. Entonces, a manera de monólogo, mientras transcurren las honras fúnebres, Nora empieza a reflexionar o narrar sobre la vida y la muerte, la música o la literatura, alrededor de su difunto esposo:
“El origen de ‘El rastro’ es el entierro, luego viene toda la elaboración de ese entierro, el velorio y la relación con la música. Decidí que los protagonistas iban a ser músicos porque me interesaba mucho trabajar el tema de las variaciones, en música es muy común y corriente, tengo numerosísimos discos de autorías que hacían variaciones, Bach, Mozart, Beethoven, Schumann, todos ellos trabajaban variación con como un elemento importantísimo de la música y que en la literatura es menos frecuente y más visto con un poco de sospecha”, contó a ZETA Margo Glantz.
“‘El rastro’ trata de varios estratos en donde lo popular y lo más culto se tocan, trabajo los autores que para mí han sido muy importantes, he trabajado muchísimo a Calderón de la Barca, tengo un libro inédito sobre él. Antes de que le pusiera yo ‘El rastro’ le iba a yo a poner ‘A morir muriendo vamos’, porque es un verso de Calderón que me interesa muchísimo, me parece maravilloso, Calderón constantemente está manejando esa idea, que en realidad es un lugar común, ‘a morir muriendo vamos’, pero no es un lugar común ponerlo en verso porque el verso es muy bello, como ‘la muerte nos anda hablando’ de Rulfo, son frases que traducen lo que todos sentimos pero de una manera extraordinaria”, concluyó.
EN MEDIO DE ZOOMS
A propósito de su onomástico número 90, Margo Glantz reflexionó en entrevista con ZETA:
“Es difícil festejar tanta edad, pero me parece que el hecho de que tenga 90 años y sea yo lo suficientemente lúcida y que todavía tengo yo memoria, les impresiona mucho, me parece natural que sea yo así, pero a la gente le parece poco natural”, refirió a este Semanario.
Cuando se le inquirió cómo está viviendo la pandemia desde el confinamiento en su casa de la Ciudad de México, manifestó:
“He vivido la pandemia en medio de Zooms. Estoy trabajando lecturas que estoy releyendo para quizás escribir un libro sobre la pandemia que he tratado de empezar coleccionando ideas y noticias para ver si puedo escribir un libro cuando termine la pandemia y pueda yo reflexionar bien sobre ella”.
Concluyó Margo Glantz desde el enclaustramiento: “Estoy leyendo más, pero a veces me cuesta trabajo concentrarme con este encierro, que debería ser más fácil, pero es tan difícil porque uno tiende a dispersarse y yo de por sí soy dispersa”.