Un voluntario que participó en el ensayo de la vacuna experimental contra el coronavirus SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19), desarrollada por la farmacéutica británica AstraZeneca, en conjunto con la Universidad de Oxford, falleció el pasado lunes 19 de octubre, según lo informó la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) de Brasil.
Dicha Agencia gubernamental brasileña dijo que se le notificó de la muerte, pero el Comité Internacional de Evaluación y Seguridad, que supervisa el ensayo, recomendó que éste continuara. Sin embargo, ANVISA no informó si el voluntario recibió la vacuna o una inyección de placebo, además de que señaló que no se divulgaría más información por razones de privacidad médica.
La Universidad Federal de Sao Paulo, que ayuda en la coordinación de las pruebas de la Fase 3 de la vacuna en Brasil, dijo de manera separada que el voluntario era brasileño, pero no informó dónde vivía. El Gobierno del país sudamericano tiene planes de comprar la vacuna de la farmacéutica británica.
La vacuna de AstraZeneca, desarrollada con la inglesa Universidad de Oxford, se está probando en decenas de miles de voluntarios en todo el mundo. El ensayo se suspendió el mes pasado después de que un voluntario en Gran Bretaña desarrolló una enfermedad, pero se reanudó en la mayoría de los lugares, excepto en Estados Unidos, donde permanece en espera.
El pasado 12 de septiembre, la británica Universidad de Oxford informó que reanudaría sus ensayos clínicos de la posible vacuna contra el COVID-19, tras ser recientemente interrumpidos después de que un hombre voluntario en el Reino Unido sufriera una reacción adversa.
En un comunicado, la institución educativa indicó que las pruebas de la vacuna, denominada ChAdOx1 nCoV-19 y que es desarrollada junto a la farmacéutica británica AstraZeneca, se reanudarían en el Reino Unido después de hacer una pausa el pasado día 6 de septiembre, como medida de precaución.
Esta posible vacuna, considerada una de las más avanzadas que se desarrollan en todo el mundo, está en las fases finales de los ensayos clínicos, antes de recibir la autorización de los organismos reguladores para proceder a inmunizar a la población.
La Universidad británica indicó que en todo el mundo alrededor de 18 mil personas han recibido esta posible vacuna en estudio como parte de los ensayos clínicos y que, en pruebas tan amplias como esta, se espera que algún participante pueda sentirse mal.
“Cada caso debe ser evaluado cuidadosamente” para asegurar la seguridad de la vacuna, añadió el comunicado de Oxford, que no ha especificado la fecha de reanudación de los ensayos, con pruebas clínicas llevadas a cabo en el Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica.
El pasado 10 de septiembre, Pascal Soriot, director ejecutivo de la farmacéutica británica AstraZeneca afirmó que la vacuna contra el coronavirus que está desarrollando junto a la Universidad de Oxford, podría aún estar disponible a finales de este año, a pesar de que los ensayos clínicos fueron interrumpidos, debido a la enfermedad por ahora “inexplicada” de un participante.
“Todavía podríamos tener una vacuna para finales de este año o principios del próximo”, dijo Soriot, en una conferencia de prensa virtual, precisando que dependerá de la rapidez con que los reguladores autoricen la reanudación de las pruebas.
El proyecto de la Universidad de Oxford, uno de los más avanzados y que despierta grandes expectativas, vio sus ensayos clínicos interrumpidos el pasado 8 de septiembre, debido a la enfermedad por ahora “inexplicada” de un participante. Un día después, AstraZeneca reconoció que ya se había producido una interrupción hace unos meses por un caso similar, pero los ensayos pudieron reanudarse con bastante rapidez.
“En AstraZeneca ponemos la ciencia, la seguridad y los intereses de la sociedad en el centro de nuestro trabajo. Esta pausa temporal es la prueba de que seguimos esos principios, mientras un único caso en uno de nuestros centros de ensayo es evaluado por un comité de expertos independientes”, afirmó Soriot.
“Ese comité nos guiará en cuanto a la fecha en que los ensayos podrían reiniciarse, para que podamos continuar nuestro trabajo lo antes posible”, agregó el director ejecutivo de la farmacéutica británica, cuya suspensión de su posible vacuna no afecta el que México tenga o no un acceso temprano a la misma, aseguró el pasado 9 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Después, el 12 de octubre, el Gobierno de México informó que alcanzó acuerdos con diversas farmacéuticas con los que espera disponer de más de 100 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19).
Marcelo Ebrard Casaubón, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), anunció nuevos convenios con la compañía estadounidense Pfizer, con la china CanSino Biologics, con la británica AstraZeneca.
México, que tiene cerca de 130 millones de habitantes, pagó un anticipo de casi 160 millones de dólares para participar del mecanismo COVAX, liderado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para así garantizar el acceso universal de todos los países del mundo a vacunas contra la COVID-19 de diversas compañías y 18 tipos diferentes de estudios de la vacuna, así como 50 millones de dosis.
Además de integrar esa alianza, que garantiza vacunas para el 20 por ciento de la población, el canciller dijo, durante la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, que el Gobierno de México recibirá entre 15.5 millones y hasta 34.4 millones de dosis de Pfizer.
Aemás de que anunció que negocia otro convenio con la china CanSino Biologics, para obtener 35 millones de dosis más; así como que se firmará un acuerdo con AstraZeneca para adquirir más de 70 millones de dosis que serán pagadas cuando lleguen a México el próximo año.
“Lo que hoy vamos a atestiguar es la firma que le garantiza el acceso a 77.4 millones de dosis en un periodo de marzo y hasta agosto serán entregadas a nuestro país”, explicó el canciller mexicano.
“Si sumamos COVAX, más AstraZeneca, más Pfizer, Cansino, se estaría cubriendo a más de 100 millones de mexicanas y mexicanos, porque el presidente ha insistido que México debe estar preparado para una vacuna universal”, afirmó Ebrard Casaubón desde Palacio Nacional.
El funcionario federal recordó que hay siete países que tienen interés en realizar en México la fase tres de sus vacunas. Se trata de Janssen de Estados Unidos, Sputnik V de Rusia, CanSinoBio de China, Novavax de Estados Unidos, Curevac de Alemania, Sanofi-Pasteur de Francia y ReiThera de Italia.
El canciller manifestó que este hecho fue gracias a que “en la cumbre del G-20, de manera temprana, se planteó por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador el acceso universal a las vacunas. Es probable que las vacunas estén avanzadas antes de que acabe el año, por eso es importante convenir para el acceso temprano”.
Por su parte, Arturo Herrera Gutiérrez, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP), dio a conocer el valor total para la adquisición de vacunas contra la COVID-19 para 116.69 millones de mexicanos al término del 2021.