Aunque se toman fotos juntos, presumen una estrecha camaradería entre ellos y en dupla acompañan al gobernador Jaime Bonilla, en la Fiscalía General del Estado aseguran que quienes nada más no se encuentran el modo y han comenzado a darse patadas por debajo de la mesa, son el fiscal central Hiram Sánchez Zamora y el comisionado de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI), Carlos Alberto Flores. Cuentan que ya han protagonizado desde leves rencillas por cuestiones profesionales, hasta presiones políticas, y a quienes les toca la peor parte es a los agentes estatales. Resulta que a raíz del conflicto entre Sánchez y Flores, la visitadora de la FGE, Claudia Elena Meza de la Toba, quien responde al fiscal central, ha emprendido campaña de golpeteo contra elementos de la GESI, ya sean operativos o de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), con la intención de sancionar o remover a personal de puestos clave que responden a Flores. La situación, revelan los agentes, ha llegado al grado de acoso al intentar sancionarlos de manera discrecional, utilizando el Centro Estatal de Control y Confianza, adonde ciertos elementos son enviados con consigna. Otra forma de presionarlos, denunciaron, es intentando fincarles responsabilidades de actuales o viejas denuncias administrativas, algunas ya prescritas e incluso solventadas. Coincidentemente, tales acciones se dan en medio de una campaña de presión política contra Flores, quien fue dado de baja de la Guardia Nacional, lo que ha sido aprovechado por algunos grupos dentro de la institución que pretenden impulsar otros perfiles para ocupar ese cargo. Lo que sí, la tropa espera la pronta reconciliación entre Sánchez y Flores, pues laboran entre carencias y presiones.