De abril a mayo de 2020, el diputado por el Partido del Trabajo, Julio César Vázquez Castillo, estuvo contagiado de SARS-CoV-2, y, por tanto, enfermo de COVID-19. Eso no impidió para que el legislador continuara, en los primeros días de su padecimiento, entregando despensas a los más necesitados, a quienes puso en riesgo de contagio.
Ya había salido de la enfermedad cuando trascendió que de nueva cuenta estaba en observación. De acuerdo con los médicos, la etapa de inmunidad por los anticuerpos generados en la recuperación del virus tiene una duración de dos a tres meses, lo cual significa que en el caso de Vázquez Castillo esta ya pasó, y es de nueva cuenta susceptible a contagio y riesgo.
A esa situación se suma que, por orden y gracia del gobernador Jaime Bonilla, el Estado continúa en semáforo Rojo, lo cual indica que no se pueden sostener reuniones de más de diez personas, aunque el propio mandatario lo haga todos los días. Y en esas condiciones, encampañado, el diputado Vázquez está emitiendo una convocatoria pública para presentar su primer informe de actividades legislativas rodeado de personas. La cita a la que hace un llamado el legislador que llegó de la mano de Morena al Congreso del Estado, será en una instalación oficial que se encuentra cerrada al 90%: el gimnasio del CAR Tijuana, que acaso abre el 10% de sus instalaciones para que, de manera exclusiva, los deportistas de alto rendimiento que van a alguna clasificación o a los Juegos Olímpicos, puedan entrenar. El inmueble estará, pues, dispuesto para el diputado que tuvo COVID-19, y, en plena pandemia, insiste en estar rodeado.