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viernes, febrero 16, 2024
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La felicidad de “Kiko” y “El Patas”

Si a alguien está haciendo feliz Morena en Baja California, es al ex gobernador Francisco Vega de Lamadrid y al ex alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum Buenrostro.

Señalados los dos de hartas sospechas de corrupción durante sus respectivos mandatos, hoy no son investigados ni perseguidos… menos aun enjuiciados como prometieron los candidatos de Morena para ganar la elección de 2019.


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“Kiko” Vega tiene dos importantes factores a su favor:

1. El fiscal general del Estado, Guillermo Ruiz Hernández fue, en un indeterminado número de negocios y celebración de contratos, su representante de manera extraoficial. No solo en el tema de la desaladora de Rosarito, también en otros. Lo mismo le ayudó a salir de broncas con jueces y magistrados a quienes visitaba a nombre del ex mandatario panista, como le hizo representación en Ciudad de México, al tiempo que negociaba con compañías licitadoras cuando Jaime Bonilla Valdez era gobernador electo.

En esas condiciones, es sumamente difícil que la Fiscalía General del Estado investigue “los actos de corrupción”, denunciados por el secretario general de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano oficialmente, o los señalados durante la campaña por el propio Bonilla, quien aseguraba una y otra vez, metería a la cárcel a Vega. Pero nada, está a meses de cumplir un año de gobierno y no ha avanzado un ápice para cumplir esa promesa de combatir la corrupción y la impunidad política.


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2. El gobernador Jaime Bonilla ya no habla tanto de la corrupción de Vega de Lamadrid, ahora que ha enfilado su artillería política y de descalificaciones, porque tampoco ha presentado denuncia alguna ni prueba o sustento contra el ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán, que para coraje de Bonilla, ha sido el mandatario bajacaliforniano que más votos a obtenido en la elección local.

Un día dijo que Osuna Millán se había hecho rico en la CESPT, y otro, que había negociado con narcotraficantes. Pero en ninguna de las dos aseveraciones presentó pruebas. Lo que sí hizo fue descalificarlo con una rudeza que sale del ámbito político para adentrarse en el personal, al incluso hablar de su familia, particularmente de una de las hijas del ex gobernador.

Osuna Millán respondió a Bonilla lo de la CESPT, y entonces lo acusó de haberse coludido con el Cártel Arellano Félix  con  Los Beltrán Leyva. Recurrió a un audio -que pudo haber grabado cualquiera- para denostar. Dijo que era la voz de un yerno de Osuna, quien desconoció por nombre al “denunciante”. Ni lo conoce, ni fue su yerno, ni nada.

Luego los hechos que “transaron” en el Hotel Pueblo Amigo, que como bien sabe Bonilla y muchos, es propiedad y oficina de Jorge Hank Rhon, enemigo de Osuna, pues fue a quien derrotó en la elección de 2007 cuando ganó la gubernatura. Y si a un gobernador amenazó directamente el cártel de los Arellano, ese fue José Guadalupe Osuna Millán.

En su momento, las huestes de Teodoro García Simental grabaron un video para amenazar al gobernador Osuna, quien sí encabezaba la Mesa de Seguridad desde donde, con la batuta primero del General Sergio Aponte Polito y después del General Alfonso Duarte Múgica, combatieron a esa estructura criminal, logrando la aprehensión de la mayoría de ellos en aquella época. De hecho, a “El Teo” lo aprehendieron en 2010 en Baja California Sur, Estado al que había salido huyendo de Baja California.

A Raydel López Uriarte “El Muletas” lo detendrían meses después también en BCS, donde se escondía de las autoridades que en Baja California los buscaban.

Bonilla acusa sin pruebas y sin presentar denuncia para sustentar sus dichos, y en todo caso, si hay materia, que Osuna Millán enfrente en tribunales los señalamientos. Pero nada, como lo hizo con Arturo González Cruz, a José Guadalupe,  Bonilla también le exigió disculparse con la ciudadanía.

La realidad es que desde la presentación en redes sociales del gobernador Bonilla, se acusa para desprestigiar, pero no se prueba y se consigna para hacer justicia.

Así, entretenido con Osuna Millán, mantiene en la impunidad a quien acusó primero de corrupto: a Francisco Vega de Lamadrid, a quien ya no señala y a quien en la FGE no investigan, para su felicidad.

En Tijuana el caso es similar. La síndico procuradora impuesta en esa posición de la planilla por el propio Bonilla, tiene la consigna de investigar a la administración del morenista Arturo González Cruz y denunciar todas “las irregularidades” que encuentre, sean reales, falsas o inventadas.

La protegida de Bonilla lo está cumpliendo al píe de la letra. Su misión ahora es exhibir al gobierno de su partido, Morena, con lo que da impunidad a la última administración del PAN en Tijuana, al mismo que amenazó con combatir “toda” la corrupción y los abusos presuntamente cometidos. Todavía se recuerda cuando envalentonada, se paró, no sin antes golpear la mesa, de una reunión de transición gubernamental que encabezaban Juan Manuel Gastélum y Arturo González, donde ella era invitada.

Pero esa rudeza para con el panista ya se le olvidó a la síndico, para felicidad de “El Patas”, quien después de haberse presentado a declarar en la Sindicatura encabezada por Morena, no ha vuelto a ser molestado ni con el roce de una hoja oficial de investigación.

Entonces, o Jaime Bonilla tiene que “ocuparse” de otro gobernador del PAN como es Osuna Millán porque no tiene pruebas contra “Kiko”, o le entró al pacto de impunidad para no enjuiciar a quien sucedió. O de plano todo ha sido y es parte y recurso de una campaña política, porque casualmente, a Vega dijo que hasta la casa le iba a decomisar, pero cuando andaba en campaña, y ahora arremete contra el ex gobernador Osuna en el preámbulo de una elección para sucederlo en 2021.

Lo mismo se puede asumir en Tijuana. O la síndico no tiene pruebas contra los funcionarios en la administración de “El Patas” y todo fue parte de una campaña, o ahora está más ocupada en señalar a los funcionarios de la actual administración, porque cree que puede llegar a la candidatura a la alcaldía y suceder a González Cruz.

Como sea, los ataques de Bonilla a Osuna Millán, mediáticos porque no hay ni pruebas ni denuncias, solo benefician a “Kiko” y confirman que en la alta esfera política local, la impunidad sigue ahí. Lo mismo que la campaña contra Arturo González Cruz, a quien más feliz hace es a “El Patas”, pues se olvidan de él para atacar al de casa.

Bonita cosa del gobierno de Morena en BC.

Autor(a)

Adela Navarro Bello
Adela Navarro Bello
Directora general del semanario ZETA, Consejero de Artículo 19 y del CPJ para las Américas, entre otros reconocimientos, tiene el Maria Moors Cabot 2021 de la Universidad de Columbia.
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