Agustín Olachea Nogueda
Empresarios prevén que el ingreso económico del turismo equivaldrá al 50 por ciento de lo que este sector productivo acumuló en 2019.
Durante tres meses y medio, prácticamente todas las actividades productivas se detuvieron por la pandemia en Baja California Sur. A mediados de marzo, el Ayuntamiento de La Paz informó que solo giros esenciales seguirían operando.
Con esta disposición el sector hotelero se cerró desde marzo hasta el 15 de junio, y a partir de esta última fecha, las autoridades estatales señalaron que los hoteles operarían solo al 30 por ciento de su capacidad para evitar contagios de novel coronavirus.
El pasado lunes 31 de agosto, el semáforo de casos COVID-19 avanzó al nivel de alerta en el estado. Esto permitió a los establecimientos incrementar a un 40 por ciento la capacidad de aforo.
Para el presidente de la asociación Empresas Hoteleras y Turísticas (Emprhotur), Agustín Olachea Nogueda, este cambio trae dos beneficios: la posibilidad de ofertar más reservaciones y el hecho de que La Paz puede ser promocionada como un destino seguro a los viajeros.
No obstante, el líder empresarial expuso que hay otros requerimientos para potenciar la reactivación económica de la ciudad capital: la reapertura de playas.
Estos espacios fueron abiertos al público el 15 de junio, sin embargo, a finales de ese mes el Ayuntamiento determinó el cierre debido a que no se respetó el aforo permitido que era del 30%.
Los hoteleros coinciden en que las playas son el principal atractivo turístico de La Paz; al cerrarse estos espacios de recreo, se pierde en la promoción del destino y oferta a los visitantes. Incluso, según comenta Agustín Olachea, han registrado cancelaciones por este motivo.
“Si abren las playas habrá mucha más potencia en la promoción de la ciudad, el que viene a La Paz viene por las playas”, dijo.
En la capital del Estado no se registraron cierre de hoteles, de acuerdo con la Secretaría de Turismo, Economía y Sustentabilidad (Setues) y la Emprhotur; sin embargo, la pandemia provocó una desaceleración en el sector.
Empresarios y autoridades mencionaron que a finales del 2019 contabilizaron medio millón de visitantes y una derrama de dos mil millones de pesos.
Proyectaban que este año el destino crecería entre un 10 y 5 por ciento, no obstante, con la crisis sanitaria prevén que la derrama económica en el 2020 llegue a mil millones de pesos.
Según el último corte de la Setues, el municipio de La Paz se mantiene en un 24 por ciento de ocupación hotelera. Asimismo, existen más de tres mil cuartos en la oferta turística del destino. Gilberto Santisteban
