Con la muerte de los periodistas Pablo Morrugares Parraguirre, el 2 de agosto, en Guerrero; y Luis Eduardo Ochoa, el 6, en Michoacán; suman 19 los periodistas asesinados desde que Andrés Manuel López Obrador asumió las riendas del Gobierno Federal.
Pablo Morrugares Parraguirre era el director del portal digital de noticias Noticias PM de Iguala, y desde 2016 tenía amenazas de muerte; incluso, él y su esposa fueron víctimas de un atentado, por lo que se le aplicó el mecanismo de Protección para Periodistas y Defensores de los Derechos Humanos.
Morrugares y su escolta fueron sorprendidos en el bar “Los Búfalos”, en Iguala, Guerrero; pero hasta el cierre de edición, las autoridades de Guerrero no han emitido una declaración oficial de los hechos.
Esta sería la cuarta muerte de un periodista en ese Estado de la República en lo que va de la administración federal; entre ellos, Rogelio Barragán, director del portal Guerrero al Instante, el 20 de julio de 2019; Edgar Alberto Nava, director de La Verdad de Zihuatanejo, el 2 de agosto de 2019; y Víctor Fernando Álvarez Chávez, el 8 de abril de 2020.
El 4 de agosto, un grupo de hombres armados baleó la fachada de El Diario de Iguala, filial de El Diario de Taxco, y donde imprimen El Diario de la Tarde Iguala, donde también trabajaba Morrugares Parraguirre.
Luis Eduardo Ochoa, de 29 años, fue asesinado a balazos, durante el miércoles 5 de agosto, cuando salió a comprar comida. Se dedicaba a dar clases de Periodismo, luego de recibir amenazas por su labor, por parte de delincuentes locales.
La Fiscalía General de Michoacán dijo que no estaban claros los motivos de la agresión ni cuántas personas habían participado en el ataque.
México es el país más peligroso para ejercer el periodismo, de acuerdo con la organización civil Reporteros Sin Fronteras, ya que se encuentra en el lugar 144 de una lista de 180 países, en la Clasificación Mundial de Libertad de Prensa 2019.