El titular de la Secretaría de Turismo (SECTUR) Federal, Miguel Torruco Marqués, informó este miércoles 5 de agosto, que solicitó a la presidenta de la Florida-Caribbean Cruise Association, “una reunión virtual con las líneas de cruceros que representa, con el objetivo de dialogar sobre los problemas que enfrenta el segmento y diseñar en conjunto una estrategia para reactivar a este sector”.
“El año pasado arribaron a México dos mil 951 cruceros, con casi nueve millones de pasajeros. Trabajamos en un programa integral para asistir a la industria de cruceros, incluidos todos los actores involucrados en su cadena de valor y autoridades de los tres niveles de gobierno”, indicó el funcionario federal, a través de su cuenta de la red social Twitter.
Según la Dirección General de Puertos (DGP), citada por el diario Milenio, durante junio de este año no se recibió ninguna embarcación de este tipo en los 27 puertos que tiene el país, y cuyos destinos más importantes a escala internacional son: Cozumel y Majahual, en Quintana Roo; Ensenada, Baja California, y Los Cabos, Baja California Sur.
Por su parte, Jorge Hernández Delgado, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas (Fematur), indicó que el sector de los cruceros está paralizado debido a que no todos los puertos están dispuestos a recibir dichas embarcaciones, ante la alta concentración de personas que transportan, ya que dependiendo del diseño de las embarcaciones, éstas pueden albergar de 500 a 5 mil personas.
Según el citado rotativo, las firmas Pullmantur México y Seaburn & Holland America Cruises prevén reiniciar operaciones en noviembre, con una serie de modificaciones, como recorridos más cortos y un menor traslado de turistas en los barcos. “Carnival México aún evalúa de cuánto será la reducción total del aforo”, indicó Milenio.
Al comienzo de la pandemia derivada del coronavirus SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19), miles de pasajeros quedaron varados en cruceros durante semanas en Asia, Estados Unidos y América del Sur, lo que provocó que muchos operadores cancelaran dichos viajes recreativos en el futuro previsible.
Apenas el pasado sábado 1 de agosto, el operador y propietario de cruceros noruego Hurtigruten, informó que la tripulación en uno de los primeras embarcaciones de este tipo que reanudaron sus operaciones después de que fueron detenidos en medio de la pandemia del COVID-19, dieron positivo en la prueba de la enfermedad.
A través de un comunicado la empresa informó que los cuatro empleados a bordo del Roald Amundsen dieron positivo después de que el barco atracara en el puerto de Tromsoe, Noruega, el viernes. Dicho crucero había estado en un viaje de una semana desde el puerto ártico de Tromsoe hasta el archipiélago de Svalbard.
Hurtigruten indicó que los 160 miembros de la tripulación en el Roald Amundsen fueron puestos en cuarentena en el barco, mientras que los 177 pasajeros, que desembarcaron, estaban siendo contactados por teléfono para decirles que se autoaislaran.
“Como parte del seguimiento de la infección, se ha informado a Hurtigruten que un huésped de la navegación anterior después de regresar a casa dio positivo por COVID-19”, dijo el comunicado. La empresa noruega agregó que esto pudo haber sido la forma en que los miembros de su tripulación se infectaron.
Hurtigruten, que suspendió la mayoría de sus operaciones de cruceros debido a la pandemia de COVID-19 en marzo, anunció a principios de julio que regresaría gradualmente al servicio a 14 de sus 16 buques, a fines de septiembre. En la actualidad dichos barcos navegan a capacidad reducida.
“La seguridad de nuestros huéspedes y empleados es la prioridad más importante de Hurtigruten, y tenemos rutinas estrictas para prevenir la infección. Tenemos controles diarios de todos a bordo, tanto invitados como tripulación. Que estos cuatro casos se descubrieron y aislaron temprano, incluso sin síntomas de COVID-19, muestra que nuestras medidas y rutinas funcionan “, afirmó la empresa noruega.
MÉXICO, EL PAÍS MÁS AFECTADO POR CAÍDA DEL TURISMO A NIVEL MUNDIAL
Debido a la pandemia, la Organización Mundial del Turismo (OMT) espera pérdidas en dicho sector a nivel mundial por 320 mil millones de dólares, llegando a triplicar las pérdidas registradas durante la crisis financiera global ocurrida en el año 2008.
Según el medio digital especializado Statista, en dicho sector México es la más vulnerable de las economías más grandes del mundo, ya que el 15.5 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) depende de la industria de viajes y turismo.
“El portal en línea, que proporciona datos sobre la economía digital global, ha compilado una lista de los que probablemente serán los más afectados según las cifras de 2019 del World Travel & Tourism Council (WTTC). México figura en la parte superior de la lista de Statista, seguido de cerca por España e Italia”, indicó la cadena estadounidense CNN.
El pasado lunes 3 de agosto, Luz María de la Mora Sánchez, Subsecretaria de Comercio Exterior en la Secretaría de Economía (SE), indicó que el Gobierno Federal espera que el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ayude a superar la crisis del turismo, que refleja una caída del 95 por ciento de visitantes extranjeros.
La entrada de viajeros internacionales a México pasó de 2.94 millones en febrero pasado, a solo 145 mil en mayo, con una reducción del gasto de 2 mil 128 millones de dólares hasta 66 mdd, de un sector que aporta el 9 por ciento del producto interno bruto (PIB), que generó 24 mil 563 millones de dólares en exportaciones en 2019.
“Las oportunidades para el sector turismo son muchas, el T-MEC ofrece certidumbre, que es lo que requieren los agentes económicos para poder operar y el T-MEC representa hoy una gran herramienta para la reactivación”, argumentó De la Mora Sánchez, durante el evento virtual ‘El T-MEC y las Empresas del Sector Turismo en México’.
La funcionaria federal destacó que el acuerdo comercial incluye cinco capítulos relacionados con el turismo: inversiones, comercio transfronterizo de servicios, entradas temporales, comercio digital, y pequeñas y medianas empresas (pymes).
También recordó que México es el primer destino de Estados Unidos y el segundo de Canadá, que en conjunto aportan más del 77 por ciento de la inversión extranjera directa (IED) en el sector de servicios de alojamiento temporal y alimentos y bebidas.
“[El acuerdo] nos permitirá seguir contando con las condiciones favorables para que nuestra industria turística recupere su dinamismo, este T-MEC llega en un momento particularmente desafiante para México”, manifestó, por su parte, Torruco Márques.
La importancia de reactivar el turismo y controlar la pandemia también radica en los 4.2 millones de trabajadores directos que tiene el sector, expresó en su turno, Braulio Arsuaga Losada, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET).
El mismo líder empresarial indicó en una entrevista con el diario Excélsior, que durante marzo, abril y mayo pasados, el sector turístico perdió 500 mil millones de pesos, y se estima que durante todo el año se podrían perder hasta 1.6 billones de pesos, mientras que el consumo turístico podría reducirse en 48 por ciento, lo que significaría caer del 8.7 por ciento que aporta el turismo al PIB del país, a 4.9 por ciento.
“Seguimos manteniendo el optimismo de que recuperemos el 55 por ciento para diciembre, pero mucho dependerá de la reapertura y relanzamiento de los destinos. Se va a perder este año y no sólo en México sino en todo el mundo”, indicó Asuaga Losada.
ENCUESTA REFLEJA EL TEMOR DE MEXICANOS A VIAJAR
Ante el temor de contraer el COVID-19 y la incertidumbre que genera todavía la pandemia, el 66 por ciento de las personas que tiene vacaciones en el periodo de verano no las tomará, según señala una encuesta realizada por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México (UVM).
Esta tendencia se muestra para el resto del año, ya que el 74 por ciento de los encuestados dijo sentir poca o nula confianza de acudir a un destino turístico en los próximos tres meses, y 56 por ciento sentiría poca o nada de confianza de acudir a un destino turístico en los próximos seis meses.
La encuesta realizada por la UVM, denominada ‘Turismo en México, ¿salud o reactivación económica?’, señala que solo 7 por ciento de los participantes ya tomó vacaciones, y 27 por ciento las tiene planeadas, pero, 66 por ciento no piensa tomarlas.
Dichas cifras contrastan con el 12 por ciento de personas que el año pasado no tomó vacaciones y 72 por ciento que sí lo hizo y visitó otros destinos -ya sea uno cercano del lugar de residencia (22 por ciento) un lugar más lejano (46 por ciento) o al extranjero (4 por ciento).
Asimismo, el 75 por ciento de los entrevistados indica que es preferible quedarse en casa para evitar contagios, frente a 25 por ciento que afirma es posible salir de vacaciones, tomando las precauciones necesarias para evitar resultar infectados de COVID-19.
El sondeo del Centro de Opinión Pública de la UVM indica que, de quienes tienen vacaciones, 22 por ciento ha considerado salidas a un punto cercano a su lugar de residencia, 59 por ciento viajará a un destino más lejano, 6 por ciento planea ir al extranjero, mientras que 14 por ciento ha decido permanecer en casa.
“Debido a la epidemia causada por el COVID-19, 75 por ciento de los vacacionistas revisan constantemente el semáforo epidemiológico del lugar a donde piensan asistir, 16 por ciento lo checa de vez en cuando y 9 por ciento no lo hace”, indica la encuesta.
Respecto al sector que dijo no tomará sus vacaciones, los motivos son las distintas restricciones de viaje (26 por ciento), el cierre de lugares (35 por ciento), su situación económica (41 por ciento) y, personas que temen contagiarse de Covid-19 (61 por ciento) y quienes tienen temor de que un familiar se contagie (57 por ciento).
Además, el 90 por ciento de los entrevistados considera poco o nada seguro vacacionar en tours, trasladarse en autobús foráneo (90 por ciento), y 94 por ciento que se sentiría inseguro al usar transporte público para visitar o recorrer un sitio turístico. Mientras que para el 76 por ciento es poco o nada seguro viajar en un avión y 72 por ciento considera es inseguro que alojarse en un hotel.
Por otra parte, para el 86 por ciento, las pequeñas empresas dedicadas al turismo son las más afectadas, seguidas de la industria del entretenimiento (centros nocturnos, bares, etcétera), negocios de hospedaje, personas que prestan sus servicios a los turistas (83 por ciento cada uno), las empresas que hacen tours (82 por ciento) y las grandes empresas (71 por ciento).
Por último, el 88 por ciento de los encuestados piensa que la disminución de turistas ha afectado mucho o algo a su entidad, 9 por ciento cree que el daño ha sido poco y para 2 por ciento no hay daño. Asimismo, el 80 por ciento se sentiría poco o nada seguro con la llegada de turistas nacionales y 75 por ciento experimentaría esta inseguridad ante el arribo de turistas extranjeros.
-Con información de Milenio, La Jornada, CNN, EFE.
