Los sobre ruedas más largos y concurridos de la ciudad continúan con una gran afluencia de personas, a pesar de las advertencias de las autoridades municipales y estatales para evitar las conglomeraciones.
En un recorrido realizado por semanario ZETA, se pudo observar que el sobre ruedas de “La Curva” ubicado, sobre Ruta Hidalgo, en el Mariano Matamoros, ya cuenta con un extensión de alrededor de 4 kilómetros de distancia.
El mercado ambulante inicia en la iglesia Inmaculado Corazón de Jesús, con dirección al bulevar Francisco Blake Mora, mejor conocido como “Las Torres”, hasta llegar a Villa Fontana Quinta Sección, pasando por El Pípila.
Aunque al inicio los puestos mantienen una distancia de 1.5 metros, señalada con cintas de precaución, conforme se adentra en sus pasillos, esa distancia se va perdiendo, así como las medidas de precaución, pues no todos los vendedores usan cubrebocas.
Las señalizaciones y uso de gel antibacterial también se vuelve laxo, y la gente, ya al calor de la caminata, usa el cubrebocas en la papada para poder disfrutar de alguna bebida o alimento, mientras hace sus compras.
Los puestos ya no son sólo de productos esenciales, sino de cosas de segunda mano, muebles, ropa, calzado, plantas y herramientas para el hogar, en algunos, la gente se amontonaba para aprovechar las ofertas, sin tomar distancias, y sin importar cuántas personas tocaran los productos.
Las familias disfrutaban de “chacharear”, aun con niños y adultos mayores, que usaban el cubre bocas mal puesto, con la nariz por fuera, o de plano se lo quitaban y lo traían en la mano.
El sobre ruedas de El Florido, lució menos concurrido, pues antes abarcaba desde la Clínica 34 del Seguro Social, hasta finalizar la avenida Principal; mientras que ahora culmina unos cuantos metros después de la calle Laurel, otra de sus principales vialidades para entrar a la colonia.
Los pasillos angostos y los puestos sin las cintas de precaución, incluso en los puestos de comida, provocaban que la gente con su mandado, chocara entre sí, situación que parecía no preocupar a ninguno de los asistentes.
Alfonso García Dworak, director de Inspección y Verificación Municipal, comentó a ZETA que los operativos en mercados sobreruedas continúan en toda la ciudad, con la participación de 40 inspectores.
Destacó que durante el domingo, se multaron al menos 30 vendedores ambulantes, así como a la agrupación Impulsores de Baja California, por no seguir los protocolos de higiene, y la venta de productos no esenciales.
“Traemos un operativo en el de la Francisco Villa (sobre ruedas) y quiero comentar que los dirigentes de las distintas agrupaciones de vendedores pusieron filtros en los diferentes mercados, estuvieron regalando cubrebocas y gel antibacterial”, dijo, sin embargo, durante el recorrido realizado por este Semanario, no se vio tal operativo.
Asimismo, en el sobre ruedas de la colonia Salvatierra, el cual ya lleva semanas sin colocarse en el interior de la unidad deportiva, como se hizo en abril, por la pandemia, García Dworak comentó que esa medida se tomó para permitir que la gente siguiera trabajando, sin embargo, ante la situación un poco más relajada que se vive, ya pueden laborar donde originalmente lo hacían, en la calle.
Destacó que las multas por no cumplir con los protocolos de higiene van desde los 400 pesos hasta los 5 mil, y casi siempre procuran dialogar, antes de llegar hacer alguna infracción.
Mayor control en swap meets
Desde el 30 julio mercados swap meet abrieron sus puertas al público, donde la afluencia ha ido creciendo poco a poco. Mercados como Fundadores y Siglo XXI ya tenían clientela haciendo fila para entrar desde ese fin de semana pasado, sin embargo, este domingo, fue en Las Carpas nuevas, donde hubo mayor concentración de personas, así como de seguridad.
En el Siglo XXI, todas las entradas están abiertas, y hay un guardia de seguridad en cada una de ellas, revisando la temperatura y vigilando que la gente use el tapete y gel antibacterial.
La mayoría de los puestos estaban abiertos, y todos tenían letreros informando sobre el uso correcto del cubrebocas, la cantidad de personas permitidas en cada local, y el recordatorio para mantener la distancia.
En el piso está señalado con tinta verde, la distancia recomendada entre cada uno de los visitantes; mientras que con tinta roja, se marcan los límites del local y hasta dónde la gente debe mantenerse si no va a consumir.
En el mercado de Las Carpas, ubicado a un costado de plaza Carrusel, había mayor control sanitario. El staff instaló un cerco alrededor del mercado, y dejó un pasillo único de entrada, y otro de salida.
Al inicio, una persona se encarga de que las personas se pongan gel antibacterial y pasen por el tapete desinfectante; posteriormente indica con quién de las cuatro personas que están en el filtro sanitario, deben pasar para la toma de temperatura. Una persona más, está encargada de distribuir cubrebocas, si se requiere, a cambio de una donación voluntaria; además, está prohibida la entrada a menores de 12 años.
En el interior, hay algunos cuantos locales aún cerrados, y otros que ya tienen el letrero de venta, mientras que la gente aprovecha para hacer sus compras, y reactivar poco a poco la economía de la ciudad.