“La estadística de los laboratorios privados se lleva adicional, se está viendo en la plataforma de SISVER para sumarse, y vuelvo a lo mismo: los laboratorios están obligados a reportarla ante nosotros, pero esa estadística que no sigue el patrón del modelo Centinela, no nos sirve a nosotros para valorar cómo van nuestras comunidades”, asegura el secretario Alonso Pérez Rico
En Baja California, el gobierno de Jaime Bonilla Valdez se escuda en el modelo Centinela, implementado a nivel nacional, para negarse a aceptar que en la entidad existen más casos positivos y por ende activos de la enfermedad COVID-19 de los que se están reportando diariamente. Situación que, por un lado, ha permitido la reapertura de actividades no esenciales y ha evitado que se implementen programas preventivos adecuados.
No solo está en duda la cantidad de resultados que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informa, ya que no ha capturado en la plataforma Sinovale más de 11 mil casos como expuso ZETA, sino que muestras tomadas y procesadas por el Campus Mexicali de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Cruz Roja y laboratorios privados no están siendo tomadas en cuenta por la Secretaría de Salud, por no ser parte de Centinela.
“No me sirve mucho decir ‘tengo mil pacientes en esta comunidad’ o decir ‘no son mil, son mil 100’; no me sirve de nada ver números totales, esa no es la forma para seguir las enfermedades infecciosas agudas, para eso sirve el modelo Centinela. No caigamos en el error que con más pruebas vamos a controlar la pandemia, eso está súper mal”, declaró Alonso Pérez Rico, secretario estatal de Salud, ante medios de comunicación locales que le cuestionaron sobre el trabajo con los laboratorios privados.
SIN TOMAR EN CUENTA DATOS DE LABORATORIOS PRIVADOS
Baja California cuenta con cuatro laboratorios privados certificados por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) para hacer y procesar pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (RPC, por sus siglas en inglés): Certus, Infecto Lab, Lab Express y TJ Lab.
Estos laboratorios cobran un promedio de 3 mil pesos por prueba realizada, y a la fecha no se tiene información de dominio público de cuántos pacientes sospechosos han atendido que hayan dado positivo a la COVID-19. Aunque en un principio la Secretaría de Salud reveló que brindaría los datos que estos laboratorios les han entregado, al cierre de esta edición, la información no estuvo disponible.
Sin embargo, el 14 de agosto, a la salida de la transmisión en vivo que hace todos los días el gobernador Jaime Bonilla Valdez junto el secretario de Salud, este último afirmó que los laboratorios están obligados a brindar información acerca de las pruebas positivas que han realizado, pero solo quedan como registro porque no son capturados en la plataforma SISVER, al no ser parte del modelo Centinela.
“La estadística de los laboratorios privados se lleva adicional, que se está viendo en la plataforma de SISVER para sumarse, pero vuelvo a lo mismo: los laboratorios están obligados a reportarla ante nosotros, pero esa estadística que no sigue el patrón del modelo Centinela, no nos sirve a nosotros para valorar cómo van nuestras comunidades. Este modelo no quiere medir al 100% a los que salen positivos y nunca lo hemos querido hacer porque nunca vamos a tener el 100%, es imposible, todos los países que lo han intentado han fallado”, indicó el galeno.
Bajo el modelo Centinela, la Secretaría de Salud decidió tomar muestras al 100% de sus pacientes hospitalizados y solo al 10% de las personas que son catalogadas como sospechosas que acuden a las clínicas de fiebre o a las unidades médicas del IMSS.
MIL 300 RESULTADOS PROCESADOS EN UABC QUE FALTAN POR CAPTURARSE EN SISVER
Contrario al modelo Centinela implementado por la Secretaría de Salud, el equipo de profesores investigadores de la Facultad de Medicina de la UABC Campus Mexicali consiguió que desde finales de abril se les permitiera tomar y procesar sus propias muestras, iniciando un programa dirigido a la comunidad estudiantil, de trabajadores y sus familiares que fueran considerados sospechosos de ser portadores del virus SARS-CoV-2, que causa la COVID-19.
La profesora investigadora Julia Dolores Estrada Guzmán, parte del equipo de trabajo que encabeza el Centro de Diagnóstico de la UABC Campus Mexicali, explicó que entre mayo y julio atendían todos los días a un promedio de 40 personas que acudían a realizarse la prueba PCR, pero en el último mes, la cantidad de solicitantes ha disminuido, por lo que solo están atendiéndoles tres veces a la semana.
Explicó que hasta el 3 de agosto, el último corte con el que contaban al momento de la entrevista con este Semanario, tenían registro de 2 mil 300 pacientes atendidos en la Facultad de Medicina, quienes han presentado alrededor del 50% de positividad. Respecto a la captura de información de estas muestras procesadas por la Universidad, compartió que se les dio acceso para capturar en SISVER sus propias estadísticas, para que de ahí la Secretaría de Salud tomara los datos.
Sin embargo, por la carga de trabajo que conlleva tomar muestras y procesarlas, el trabajo de captura tiene un retraso de alrededor de mil 300 resultados que no han sido capturados en la plataforma SISVER; esta situación se debe a que la Secretaría de Salud tardó un mes en capacitar a un médico para la captura de los resultados de las muestras tomadas y procesadas.
CRUZ ROJA CON 271 PRUEBAS COVID-19 QUE NO REPORTA LA SECRETARÍA DE SALUD
Otra de las instituciones que durante el lapso más álgido de la pandemia en el municipio de Tijuana también recibió pacientes COVID-19, fue la Cruz Roja, donde tuvieron que adecuar sus instalaciones para brindar atención médica tanto a profesionales del sector salud como a la población en general que llegó por su propio pie.
El jefe de Cardiología en Cruz Roja, Fernando Bátiz Armenta, quien estuvo al frente de la institución durante el tiempo que el director se recuperaba de COVID-19, informó que en un principio se tenía planeado atender únicamente a personal médico que lo requiriera tanto de Cruz Roja como de otros hospitales, sin embargo, ante la llegada de pacientes por su propio pie, se habilitó un área del hospital.
Entre mayo y julio, dijo, atendieron 271 pacientes entre hospitalizados y sospechosos, a quienes se les hizo una tomografía y la prueba de PCR en el laboratorio Certus, entregando los resultados de las pruebas directamente a la Jurisdicción Sanitaria que pertenece a la Secretaría de Salud.
Sin embargo, durante las transmisiones diarias, Pérez Rico no informa los casos sospechosos o positivos que son parte de la Cruz Roja en ninguno de los municipios de Baja California.
ESTRATEGIA EN SALUD A MODO
Pese a que el secretario de Salud en Baja California, Alonso Pérez Rico, asegura que el modelo Centinela les ha permitido implementar una serie de estrategias para disminuir los contagios entre algunos sectores de la comunidad, después de cinco meses que inició la pandemia, la cifra no se ha detenido, sino que continúa en aumento.
Hasta el jueves 20 de agosto, los números oficiales indicaban que se habían reportado 15 mil 642 personas positivas al patógeno, de las que 420 clasificadas como activas y 2 mil 962 han fallecido.
Aunque Pérez Rico argumenta que la estrategia de tomar muestras al mayor número de ciudadanos ha sido fallida en otros países como España y Estados Unidos, es notorio que entre Tijuana y el Condado de San Diego en California -ciudades con una población similar- la brecha de fallecidos es amplia.
Mientras que en Tijuana se ha hecho la prueba a 7 mil 28 personas, de las que 4 mil 679 han dado positivo y 2 mil 349 tiene un resultado negativo, la ciudad ya acumula mil 214 muertos por COVID-19; por otro lado, en San Diego se ha tomado muestra a 745 mil 446 personas, con 35 mil 376 casos positivos, pero las autoridades están reportando 638 personas fallecidas (576 defunciones menos que en Tijuana).
Entrevistada sobre la efectividad del modelo Centinela, la catedrática e investigadora de UABC, Julia Dolores Estrada Guzmán, especializada en temas infecciosos, refutó la aplicación de este modelo, refiriendo que la propia Organización Mundial de la Salud advirtió que para conocer la gravedad de la pandemia lo ideal sería hacerle la prueba a todos, para detectar no solo a los pacientes infectados con síntomas, sino a los asintomáticos.
Lamentó que el país no cuente con los recursos adecuados para hacerles la prueba a todos los ciudadanos, por lo que tendrían que buscarse los medios para testear al grueso de la población y a partir de los resultados, adecuar las estrategias adecuadas.
Aseguró que trabajar la contingencia de salud a partir del modelo Centinela tiene como principal problema no conocer la realidad que se vive en cuanto al número de personas infectadas, además, tener solo un porcentaje de todo el universo de contagios, podría derivar en proyecciones y estadísticas poco confiables.
En cuanto a las estrategias implementadas por la Secretaría de Salud en zonas de Tijuana que han presentado una incidencia de casos activos, Alonso Pérez Rico ha asegurado que no es función de la dependencia que representa el cerrar establecimientos que han sido abiertos para reactivar la economía, únicamente les toca quitar el aval que les permitió abrir en un principio.
Detalló que ha tenido reuniones con el Ayuntamiento de Tijuana para que se cierren locales en centros comerciales, como en Plaza Río, al ser una zona donde los casos activos continúan en aumento, reiterando que el trabajo es en conjunto entre Municipio, Estado y Federación.
Al consultar al director de Inspección y Verificación de Tijuana, Alfonso García Dworak, informó que hasta el momento no se ha clausurado ningún local comercial en la zona, solo se han levantado actas administrativas a restaurantes que han excedido el horario de cierre en Zona Río, mientras que en Playas de Tijuana se ha amonestado a restaurantes que han tenido hasta 60% de comensales cuando lo permitido es solo el 30% de capacidad total.
Aunque Baja California continúa en semáforo epidemiológico en Rojo, en la última semana se han abierto los centros acuáticos y religiosos permitiendo el acceso al 30% de su capacidad. Estas aperturas se suman a las de salas de cines y bares en hoteles, acciones que deberían corresponder al semáforo en colores Amarillo y Verde.
Del 13 al 20 de agosto de este año se sumaron al registro nacional de fallecimientos por el virus SARS-COV-2 (causante de la enfermedad COVID-19), 3 mil 813 personas y 38 mil 055 casos positivos acumulados en todo el territorio nacional, de acuerdo con lo presentado por el titular de Epidemiología de la Secretaría de Salud, José Luis Alomía, durante la conferencia vespertina del 20 de agosto desde Palacio Nacional en Ciudad de México.
México llegó a 543 mil 806 casos positivos a este corte y 59 mil 106 defunciones.
El jueves 13, Alomía presentó una cifra acumulada de fallecimientos de 55 mil 239 y 505 mil 751 de casos confirmados positivos del nuevo coronavirus, lo cual refleja un aumento durante la semana de 3 mil 813 muertos y 38 mil 055 casos positivos.
En la misma conferencia, señaló que según estimaciones de la Secretaría de Salud, la cifra de casos confirmados a COVID-19 sería de 579 mil 890 y 60 mil 998 fallecimientos, mientras que hay 371 mil 638 personas recuperadas del virus.
Respecto a la ocupación hospitalaria, el funcionario indicó que a nivel nacional existen 31 mil 752 camas para la atención de los pacientes con complicaciones respiratorias producidas por el coronavirus, de las cuales 19 mil 601 están disponibles y 12 mil 151 ocupadas, lo que se traduce en una ocupación hospitalaria de 38%.
Siendo el Estado de Nayarit el de mayor ocupación hospitalaria con 66%, le siguen Nuevo León (65%) y Colima (55%). En cuanto a camas críticas se refiere, Colima tiene una ocupación de 56%, Nuevo León 53% y Yucatán 45%.
Por otra parte, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, afirmó que desde antes del inicio de la pandemia de coronavirus, la Secretaría de Salud trabaja en un centro nacional de diagnóstico de salud para regular a todos los laboratorios de diagnóstico.
“Hay un vacío, tanto así que desde el inicio del sexenio tenemos un proyecto de crear un centro nacional de diagnóstico en salud, lo habíamos comentado meses atrás, que precisamente va a tener atribuciones para regular todo el diagnóstico, todo, en entidades privadas, incluyendo el diagnóstico por laboratorio en espacio clínico”, declararía en conferencia vespertina.
Además, reveló que existe un vacío importante en la regulación de laboratorios de diagnóstico, “en parte por insuficiencias en la reglamentación correspondiente y en quién tiene atribuciones específicas para establecer parámetros de calidad para laboratorios de diagnóstico clínico”.
Al iniciar la preparación ante la llegada del nuevo coronavirus, “el Gobierno de México identificó como muy necesario que los proveedores privados de capacidades de diagnóstico, los laboratorios privados, fueran parte de la respuesta, desde el inicio, desde enero. Y trabajamos desde el InDRE (Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos) para hacer un proceso de reconocimiento comparativo de la claridad diagnóstica, abrimos una llamada pública a través de las redes o asociaciones de diagnóstico de laboratorios privados y un número importante de laboratorios estuvieron trabajando con el InDRE para establecer reglas de procedimiento al respecto”, concluyó. (Alejandro Arturo Villa Vargas)