Olga Sánchez Cordero Dávila, titular de la Secretaría de Gobernación (SEGON), encabezó este jueves 5 de agosto, la reunión virtual con integrantes de la Confederación Nacional de Gobernadores (CONAGO) para tratar el tema del semáforo de vigilancia epidemiológica por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19).
Los 24 mandatarios estatales presentes en la reunión -encabezados por Juan Manuel Carreras López, de San Luis Potosí, presidente en turno de la CONAGO- acordaron trabajar en la conformación de un semáforo epidemiológico que sea referencial y no obligatorio para las entidades, debido a que cada una de ellas enfrentan diferentes situaciones frente a la pandemia.
Sánchez Cordero Dávila informó que esta propuesta se analizará mesas mesas técnicas que tendrían como sede la Comisión Nacional de Salud, en las que se atenderán los diversos aspectos relacionados con la gobernabilidad, salud, reactivación económica y promoción de turismo.
“Con lo anterior, se pone sobre la mesa la discusión sobre transitar de una naturaleza obligatoria del semáforo a otra que pudiera resultar en una que fuera más orientadora o indicativa. Esto puede abrir la posibilidad de que el semáforo funcione también de manera estatal o regional, lo que promovería la cooperación entre entidades cuya interacción humana y económica hace que se conformen zonas estratégicas en las que puede ser conveniente coordinar el color del semáforo”, señaló la funcionaria federal.
Durante su mensaje, la titular de la SEGOB reconoció fricciones con los mandatarios estatales, pero dijo, estas se dan por lo complejo de las decisiones que se han tomado para enfrentar la pandemia de salud y las acciones subsecuentes para reactivar las actividades económicas.
“Como hemos venido señalando, la ‘Nueva Normalidad’ requiere de la toma de decisiones complejas, porque compleja es la realidad que le es inherente. Es por tanto un momento que requiere de mucha colaboración entre la federación y los gobiernos locales, lo que puede generar, como fue en un momento dado ciertas fricciones, pero que son naturales, pero jamás un rompimiento en la unión de esfuerzos que hemos estado consolidado”, puntualizó Sánchez Cordero Ávila.
Sin embargo, la funcionaria federal les pidió mantener la unidad en la implementación de medidas que llevan como objetivo salvaguardar de la vida y la seguridad de toda la población. Además, confirmó la presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador en la reunión de la CONAGO, que se desarrollará en San Luis Potosí, la próxima semana.
“Los retos a los que hacemos frente son muchos. Por ello, es importante que afinemos puntos en los que hemos tenido diferencias con el objetivo de lograr el consenso que esta estrategia necesita para obtener buenos resultados. Al final todo impacta en la gobernabilidad y todos ustedes como gobernadores, gobernadora y jefa de Gobierno lo tienen muy claro”, sostuvo la titular de la SEGOB.
La funcionaria federal abundó que los resultados del riesgo evaluado, tanto sanitario, como económico, sean comunicados directamente a cada entidad, y no de manera generalizada, a fin de promover un mayor rango de adaptabilidad, para establecer acciones que permitan un equilibrio entre la protección de la salud pública y las actividades económicas esenciales.
Ello contribuirá a generar acciones diferenciadas que atiendan a la realidad de cada entidad, lo que supondría también un cambio importante en las semánticas que han venido utilizando al definir, por ejemplo, lo que hemos dado en llamar “actividades esenciales”, transformándolas en otra que podríamos llamar “actividades asociadas a mayor o menor riesgo”, agregó Sánchez Cordero Dávila.
“La duración de la pandemia nos obliga a buscar estos cambios de significado y también esenciales, no sólo en este sino en muchos otros temas, pero siempre, siempre con el consenso de ustedes, siempre contando con su valiosa participación”, insistió la titular de la SEGOB.
“La transmisión correcta de información es indispensable para involucrar a la población en la participación de estas decisiones, y aumentar la corresponsabilidad de todos los involucrados en algo que es tan importante como la salud, la economía y el bienestar de las personas”, mencionó la funcionaria federal.
“Es muy importante que unifiquemos estos esfuerzos para lograr que la transición a la Nueva Normalidad sea lo más ordenada, pero también participativa y segura para toda la población […] Pero la investidura del servicio público nos obliga a reaccionar de la mejor manera posible ante hechos tan inesperados como el que actualmente enfrentamos”, añadió Sánchez Cordero Dávila.
Encabezo con compañeros del gabinete federal y miembros de la @CONAGO_oficial una reunión de trabajo para dialogar en unidad sobre la gobernabilidad, coordinación y trabajo que fortalezcan la salud y economía en México, especialmente en los tiempos que vivimos por el Covid-19. pic.twitter.com/kpyOXioqvL
— Olga Sánchez Cordero (@M_OlgaSCordero) August 6, 2020
Por su parte, Hugo López-Gatell Ramírez, titular de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud Federal consideró que es indispensable replantear el llamado “lado b”, o segunda etapa de la respuesta gubernamental al COVID-19, ya que se perfila que sea una epidemia prolongada.
Sin embargo, el funcionario federal aclaró que eso no significa un “arrepentimiento” de lo hecho, ya que en un balance de lo realizado se concluyó que ha sido acertado el manejo de la pandemia durante los primeros cinco meses.
Asimismo, López-Gatell Ramírez expuso que la finalidad es preparar de mejor manera las acciones para la siguiente fase de la pandemia, y lograr un mayor equilibrio entre la protección de la salud y la revitalización tanto de la economía como de la vida social.
“En términos gruesos, y es lo que compartimos ahora, llegamos a esta idea de que dado que esa es la perspectiva, una epidemia muy larga, es indispensable replantear el lado ‘b’ o la segunda etapa de la respuesta a la epidemia”, expresó el subsecretario.
“No es que la revisión implique un arrepentimiento de lo ya vivido, sino la necesidad de prepararnos para una etapa que por su duración y el peso que tiene en la economía en la sociedad, requiere otros abordajes complementarios”, agregó el funcionario federal.
López-Gatell Ramírez recalcó la necesidad de establecer modalidades de la respuesta ante la “fase b”, debido a que la ocurrencia asincrónica de la pandemia en los distintos países, por características demográficas y sociales, entre otras, perfilan una epidemia muy larga.
“Insisto, no hay hasta donde llega mi conocimiento una predicción específica de la duración o de la fecha de término, pero algunos escenarios identifican dos, tres o más años de duración de la pandemia, con retornos o rebrotes, o reingresos o repuntes en todos y cada uno de los países”, manifestó el funcionario federal.
“Respecto a la duración lo que se identifica es que el curso, tal como lo sabíamos o lo hemos dicho en múltiples espacios, tanto en los organismos internacionales como en los países, no hay duda que va ser una epidemia larga. La predicción sobre el posible punto final es extraordinariamente difícil de establecer”, finalizó el subsecretario.