Más de 150 salones de fiestas legalmente establecidos en Ensenada tuvieron que cerrar sus puertas desde marzo debido a la contingencia por COVID-19, sin que ninguna autoridad estatal o municipal les resuelva su situación.
A diferencia de este sector, los restaurantes del Valle de Guadalupe y la ciudad, playas, hoteles, balnearios, gimnasios, casinos y deportivos, han sobrepasado la capacidad de personas permitidas por autorización del Ayuntamiento de Ensenada.
“Al parecer en Ensenada, solo los ricos tienen derecho a casarse, pues si no es en un lugar exclusivo del valle, lo será en un buen hotel de Ensenada. Es muy cierto y conocido el Valle de Guadalupe por sus grandiosos eventos y gente elegante que acude a ellos, así como bodas de gente que proviene de otros estados de la república e inclusive del mundo”, señalaron los inconformes propietarios de salones y jardines.
La promesa de la Secretaría de Desarrollo Económicos en el Estado fue que este viernes sería la reapertura del sector, pero en una reunión celebrada este miércoles con el subsecretario Joaquín Bolio, quien lamentó no poder apoyar porque este es un asunto que controla el gobernador Jaime Bonilla Valdez y él no lo ha autorizado.
Los afectados mencionaron en una carta que dicho mercado no es un nicho destinado para la gente de Ensenada, pues un reducido porcentaje de la localidad tiene la capacidad económica para organizar fiestas en los sitios que sí tienen autorización.
“Tal y como lo han publicado nuestras autoridades, la clase media – baja, no tiene derecho a casarse o hacer sus celebraciones. Denota una desigualdad y una falta de equidad en este nicho de mercado, nosotros ¿hasta cuándo?”, cuestionaron.
Hace unas semanas acudieron a la Dirección de Alcoholes y Espectáculos Públicos del Municipio donde los invitaron a desarrollar su protocolo, lo hicieron y éste consta de más de 20 puntos: capacitación a meseros, adaptación de equipo de sanitización de pies y manos, uso de cubre bocas y menor capacidad de invitados.
También realizaron un video promocional para que las autoridades conozcan los trabajos que se llevan a cabo para lograr la reapertura.
Cuando regresaron a la dirección de Alcoholes los remitieron a Desarrollo Económico Municipal, donde les informaron que el ayuntamiento era incompetente ya que el estado había asumido las facultades para emitir los permisos.
“Vemos que activa y reactiva otros sectores, pero a nosotros no”, mencionaron.
Agregaron que son un sector generador de empleos en la localidad, directos e indirectos, también ofrecen comida por medio de banquetes, meseros, mantelería, brincolines, músicos así como animadores, mobiliario, renta de trajes y vestidos, estéticas y payasos.