El 27 de julio de 2020 se publicó en el Diario Oficial
del Estado, la declaratoria de emergencia por la
contaminación de toda la zona de San Antonio del
Mar, después de años de verter aguas negras por
parte de los fraccionamientos y la Comisión Estatal
de Servicios Públicos de Tijuana, y justo cuando la
Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus
siglas en inglés) anuncia el destino de 300 millones
de dólares para enfrentar el daño ecológico en el
lado estadounidense
La Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (Cespt) y fraccionamientos aún no entregados al municipio, como Real del Mar, Residencial San Marino, Baja Malibú, Gardenhaus, Delfines, Rancho del Mar y Sueños del Mar, llevan más de una década vertiendo aguas negras al océano Pacífico, sin que autoridades hagan algo.
En entrevista con ZETA, la activista Margarita Díaz, presidenta de Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental, comentó que llevan años documentando la contaminación del mar, a través del monitoreo ciudadano de calidad del agua para uso recreativo, y la zona de San Antonio del Mar siempre registra niveles alarmantes de estreptococos por cada 100 mililitros de agua.
Desde hace más de 10 años, Díaz, así como otras asociaciones civiles enfocadas al cuidado del mar, como Tijuana Calidad de Vida, encabezada por Carmen Romo, han unido esfuerzos para lograr hacer algo y combatir la contaminación.
Administración tras administración, desde 2003, miembros de la sociedad civil trabajan para hacer que los gobiernos de los tres niveles (municipal, estatal y federal), iniciativa privada y comunidad, reinstalen el Comité de Playas Limpias, que al final de cuentas, se queda a medias, pues las propuestas nunca se concretan, entre ellas, las constantes descargas de aguas negras al mar.
“Llevamos años diciendo que hay un problema grave de contaminación en esa zona, lo hemos denunciado, lo hemos evidenciado, pero nunca avanza nada, y curiosamente, cuando la EPA (Agencia de Protección Ambiental) anuncia que donarán 300 millones de dólares para combatir la contaminación, y que hay una posibilidad de que se lo den a México, entonces sí se declara zona de desastre, para atender el reclamo de Estados Unidos, no de sus mismos ciudadanos”, manifesto Díaz a ZETA.
NO HAY CONFIANZA EN POLÍTICOS MEXICANOS: SERGE DEDINA
Serge Dedina, alcalde del condado de Imperial Beach, ha denunciado en múltiples ocasiones, la contaminación que llega a las costas californianas proveniente de Tijuana, los malos olores, y la falta de atención por parte de las autoridades mexicanas de los tres niveles de gobierno.
“Para ser claros, lo que ha sido el colapso del sistema de saneamiento en Tijuana desde noviembre de 2019, ha sido un desastre ecológico, económico y de salud pública en Imperial Beach, casi peor que la crisis del COVID-19”, refirió a ZETA en entrevista exclusiva.
También calificó como “ecocidio”, por parte de las autoridades de Baja California, porque San Diego, Coronado, San Ysidro e Imperial Beach están sufriendo una crisis de contaminación en el agua y el aire.
“Sólo porque la Cespt no podía reparar el sistema de saneamiento, han permitido el colapso del sistema durante los últimos 9 meses, y el continuo derrame de aguas negras del Río Tijuana nos está matando. Nosotros no tenemos futuro como comunidad. Es responsabilidad de México, Baja California y Tijuana reparar su propio sistema de saneamiento”, comentó molesto.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) anunció que destinaría 300 millones de dólares para combatir la contaminación en la frontera sur de su país.
Unos días después de la declaración de emergencia, los congresistas Susan Davis, Mike Levin, Scott Peters, Juan Vargas, así como las senadoras Dianne Feinstein y Kamala Harris, anunciaron que el dinero sería para la frontera entre San Diego y Tijuana.
Serge Dedina, aclaró que ese dinero será gestionado por autoridades estadounidenses, pues no se tiene confianza en los gobiernos mexicanos a causa de la corrupción.
“Nos hemos comunicado con Andrés Manuel López Obrador, con el gobernador Bonilla –Jaime-, también con el nuevo secretario del Agua (Saneamiento y Manejo del Agua), Salomón Faz Apodaca y reconocen que ha sido un problema, pero el reconocerlo no nos ayuda a nosotros”, externó.
Dedina confesó que los líderes de San Diego acordaron que no querían que ni un dólar de esos 300 millones de la EPA, se dieran al gobierno mexicano; y por el contrario, el dinero será utilizado para infraestructura en San Ysidro de plantas de tratamiento de agua.
Sin embargo, aclaró que existe otro fondo de la EPA, aprobado por el Congreso y manejado por el Banco Norte del Desarrollo (BDAN) que son para proyectos de infraestructura de la frontera.
“El problema político es que debido a esta revelación de tanta corrupción dentro de la Cespt, que ya anunció el gobernador Bonilla, es muy difícil que nosotros aportemos dinero a Baja California, sabiendo que pueden estar metidos en corrupción”, afirmó.
EL RECURSO PARA TRABAJAR ES NUESTRO: FAZ APODACA
Salomón Faz Apodaca, titular de Saneamiento y Manejo del Agua en el Estado, señaló a ZETA que si bien la declaratoria de emergencia coincide con el anuncio de los 300 millones de dólares, ésta no está relacionada.
“El colector costero, que va de Playas de Tijuana a Rosarito, lo declaramos desastre, porque todos los fraccionamientos de esa zona vierten las aguas residuales al mar, porque no funcionan las plantas de tratamiento que hicieron los desarrolladores”, declaró.
Con la declaratoria se pueden hacer cosas distintas, agregó el funcionario estatal, por parte de la Ley de Adquisiciones y Servicios, así como recursos federales, mientras tanto, el Estado invertirá 170 millones de pesos, que saldrán del dinero recolectado a la empresas por concepto de agua y drenaje no pagado desde hace años.
El recurso estatal se invertirá en 4 kilómetros de obras, que va a incluir un cárcamo emisor y colector, “esta primera etapa de 170 millones la va a asumir el Gobierno del Estado, para que al momento de presentar el proyecto a la Federación, defina para el 2021 qué puede aportar”, concluyó.
