El feminicidio número 20 en Baja California fue el de Genebit Godínez, la cual se presume fue asesinada por su ex pareja sentimental, de nombre David Alejandro Quintero Morales (“Se presume inocente, mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP”), quien habría confesado la ubicación del cuerpo a policías municipales la noche que se localizó.
Al menos esta es la información que dio a conocer el Ministerio Público durante la audiencia de vinculación a proceso celebrada el 10 de agosto en el Centro de Justicia de Río Nuevo, donde la jueza Sara Perdomo determinó que había suficientes elementos para considerar que se trataba de un feminicidio al acreditar tres de las causales establecidas en el artículo 129 del Código Penal, y que el probable sospechoso era el hombre acusado por la Fiscalía General del Estado (FGE).
Entre los datos relevantes de la audiencia, que duró aproximadamente cinco horas, se estableció la narrativa de hechos de la FGE, que mantiene -hasta ese momento- 13 diligencias de investigación; destacan que el día del crimen, David Alejandro intentó engañar a la familia y amigos de Genebit Livier, suplantándola y enviando mensajes privados de Facebook, donde refería que era perseguida por sujetos desconocidos.
La alerta ocasionó la rápida movilización de la familia, que acudió al domicilio del hoy imputado ubicado en la colonia Insurgentes, logrando ubicar el automóvil a una calle de distancia; ahí comenzaron a sospechar.
Policías fueron requeridos en la escena y en poco tiempo se inició una búsqueda alrededor de David Alejandro, quien al verse interrogado por los oficiales y exhibido en una videograbación (donde presuntamente se observaba el momento en que abandonó la unidad), terminó por confesar que Genebit se encontraba dentro de la casa.
Se ubicó su cadáver dentro del vehículo Ford Focus, estacionado en el garage del acusado; cuando fue localizado, ya no vestía la ropa con la que salió de su casa, sino un short y camisa deportiva, propiedad del imputado. De hecho, la playera azul tenía escrito “David A.”. Al ser detenido, Quintero Morales fue registrado por los oficiales, localizando las llaves del vehículo de la víctima en una de sus bolsas.
La defensa particular del acusado, orquestada por el abogado Matías Torres Ayala, focalizó sus argumentos intentando acreditar que el acusado debía ser inimputable, puesto que contaba con padecimientos de carácter neurológico que influían en su comportamiento.
Concretamente, intentó plasmar la hipótesis de la epilepsia, pero ésta fue rápidamente desacreditada por su primer testigo, el médico especialista en neurología, Andrés Félix Saguchi, el cual aseguró que solo trató una vez a David Alejandro y que no contaba con un diagnóstico que estableciera el padecimiento.
Su segundo testigo intentó reforzar esta hipótesis, pero ya estaba desacreditada, por lo que focalizó su esfuerzo en la joven Zaira Godínez, hermana de la víctima, quien narró cómo localizaron el cuerpo de Genebit; y comentó que la víctima y el agresor terminaron su relación un mes antes, a raíz de que la ofendida localizó fotografías íntimas de su hermana en el celular de David, que supuestamente robó.
La jueza Sara Perdomo escuchó los alegatos de ambas partes y determinó la vinculación a proceso del acusado, quien pasará en prisión los cinco meses que dure la investigación de feminicidio.
