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viernes, febrero 16, 2024
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David Alejandro confesó que Genebit estaba en su casa: FGE

Los antecedentes de investigación presentados por el Ministerio Público en contra de David Alejandro Quintero de 19 años de edad, ante la jueza Sara Perdomo, incluyen una declaración previa, donde el imputado admite ante policías municipales que la buscaban, que la joven Genebit Livier Godínez Castañeda, se encontraba dentro de su vivienda, lugar donde la encontraron sin vida.

Durante la audiencia de vinculación a proceso la juzgadora consideró que había suficientes pruebas para determinar: que se trata de un feminicidio; y que muy probablemente, el acusado sea el responsable del crimen.


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Fue el sábado 8 de agosto al mediodía cuando se llevó a cabo la audiencia de vinculación, en el Centro de Justicia ubicado en Río Nuevo. En el exterior, decenas de mujeres se presentaron para exigir justicia por el caso de esta estudiante de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), asesinada el pasado viernes 31 de julio, y cuyo cadáver fue localizado dentro de la cajuela del vehículo de su ex pareja sentimental, Alejandro Quintero.

La defensa inició con el desahogo de pruebas, mostrando su inconformidad en contra de tres agentes de la Policía Municipal de Mexicali, Benjamín Ruiz Beltrán, Ernesto Rosas Ortiz y Carlos Alberto Contreras Esparza, quienes no se presentaron pese a que fueron apercibidos. Por su ausencia fueron multados por la jueza.


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Poco útiles, testimonios para la defensa

Con tres de sus principales testimonios descartados, el abogado Matías Torres Ayala, defensor de David Alonso, se limitó a desahogar las declaraciones de la joven Zaira Godínez Castañeda -hermana de la víctima-, de Verónica Cisneros Castel -conocida del acusado- y del médico especializado en Neurología, Andrés Félix Saguchi.

Este último, fue requerido para demostrar las dificultades en los procesos cognitivos del presunto responsable, argumentando que padecía epilepsia, para poder declararlo inimputable.

Sin embargo, apenas subió al estrado, el especialista comentó que solo atendió una vez a David Alejandro, le hizo unas pruebas, e informó a la familia que requería más exámenes para poder formular un diagnóstico.

Pese a la recomendación, dijo el médico, la familia no lo hizo y no lo volvió a tratar, por lo que descartó que pudiera considerarlo un paciente con epilepsia.Después de esta declaración, el abogado defensor pidió que se liberara al testigo.

La segunda persona en presentarse fue Verónica Cisneros Castel, quien dijo ser amiga de la hermana del detenido, a quien conoce desde hace 9 años. Explicó que tiene un hijo menor al que dejaba en la casa familiar de David Alejandro para que se lo cuidaran. Al principio fue Irma -madre del imputado-, quien se hizo cargo del niño, y desde hace 3 años, es David Alejandro quien atiende a su hijo, y nunca ha tenido problemas por ello.

Además, recordó que en algunas ocasiones David Alejando no ha podido atenderlo, porque ha tenido citas con el médico Félix Saguchi, donde ella también lleva a su hijo por padecimientos similares.

Así, la declaración de la testigo Cisneros Castel, se contrapuso con la del médico, quien aseguró que solo atendió a Quintero en una ocasión, hace muchos años.

La última prueba presentada por el defensor, fue una entrevista con la hermana de Genebit de nombre Zaira, quien narró cada momento de angustia sufrido por desconocer el paradero de la joven veinteañera.

Señaló que Genebit salió de su casa usando vestimenta diferente con la que fue descubierta horas después dentro de la cajuela del automóvil Ford Focus 2014, propiedad del acusado.

Relato que el día de los hechos, su hermana fue a la casa de su ex novio David Alejandro, porque su ex suegra -Irma-, le había pedido un presupuesto para diseñar una parte de la casa.

Pero horas después, Genebit le envió un mensaje privado de Facebook, para decirle que su ex pareja sentimental -David Alejandro-, iría a su casa, para recoger un collar de importante cuantía emocional, que la madre del presunto responsable le había regalado a Genebit.

En otros mensajes, a través de la misma red social, la víctima -presuntamente-, le dijo a su hermana que después de ir a la casa de David, iría a visitar a su amiga Aura. Lo que le pareció extraño, porque esta joven no recibía a nadie debido al aislamiento obligatorio por la pandemia.

Más tarde, la hermana de la víctima, recibió otros mensajes del teléfono de Genebit, diciendo que desconocidos la seguían y la estaban acosando desde un automóvil. Sin embargo, por su forma de escribir, Zaira dudó que se tratara de su hermana, por lo que le informó a su madre.

Adicionalmente, mientras una supuesta Genebit le escribía a su hermana -a través de su cuenta de Facebook-, que ya estaba en casa de su amiga. Aura, le informaba a la familia Godínez que la chica no había llegado.

Ante esta revelación, la madre y hermana de la joven desaparecida, fueron a la casa de David Alejandro, el último hombre que aparentemente la vio con vida. Pero encontraron el automóvil de la estudiante fallecida, a una calle de la casa de su exnovio.

Tras notar que estaba cerrado, Zaira fue a la casa de David Alejandro, mientras que su madre vigilaba el Mazda 3, con placas de California, que apenas aprendía a manejar su hija.

El acusado salió de su casa tras recibir mensajes de Zaira, y este le comentó que estaba preocupado por Genebit, porque le había enviado mensajes muy similares a los que la hermana recibió. Y comenzaron a indagar.

La madre del presunto victimario, narró que Genebit había llegado a la casa y que se quedaron un rato en la alberca, pero después se retiró sin saber más.

El abogado le preguntó a Zaira los motivos de la ruptura de Genebit y David, a lo que respondió que sostuvieron una pelea a causa de que el joven robó fotos íntimas de Zaira, y al ser descubierto por Genebit, decidió terminar la relación.

Luego le preguntó sí esto sería motivo suficiente para tenerle resentimiento, pero Zaira dijo que no, toda vez que ellos no volverían a estar juntos.

Fiscalía exhibe sus pruebas

 

El licenciado Cuauhtémoc Castilla, que representa a la familia de Genebit, y dos tíos de la víctima, acudieron a la audiencia en lugar de los padres -quienes presentan un severo cuadro clínico de depresión a raíz del feminicidio-, para respaldar a los fiscales que exhibieron todas las testimoniales, pruebas periciales y demás, en contra del acusado.

En la narrativa expuesta por el Ministerio Público, se dijo que fueron alertados a través de un llamado al 911 de la desaparición de la joven Genebit.

A grandes rasgos, indicaron que acudieron a la escena y acordonaron el vehículo de la joven desaparecida, y posteriormente comenzaron con entrevistas a familiares y al joven David Alejandro.

Mientras realizaban esto, la madre de Genebit tocó en varias viviendas alrededor de la calle María Herrera, preguntando sí tenían cámaras de vigilancia. Después de varios intentos, logró conseguir los videos de una cámara que apuntaba en dirección al Mazda de la joven desaparecida.

El video captó el momento en que estacionaron el vehículo, y un individuo con pantalón oscuro, se bajó, caminó, y luego corrió para alejarse. Los rasgos del sujeto se asemejaban a los del ex novio de la joven, según el testimonio de los familiares de la joven.

Con esta evidencia, los policías municipales cuestionaron a David Alejandro, quien -según el Informe Policíaco Homologado (IPH), firmado por los agentes que no se presentaron a declarar- confesó que Genebit se encontraba dentro de su casa, ubicada sobre la calle Molino del Rey.

Los oficiales revisaron el inmueble, incluido un vehículo que estaba en el estacionamiento de la casa, en cuya cajuela, localizaron el cuerpo de la veinteañera. Estaba vestida con un short deportivo azul y una playera que en la espalda tenía la leyenda “David A.”, propiedad del presunto responsable.

Ante la evidencia lo detuvieron, y al realizarle la inspección física, encontraron en una bolsa de su ropa, las llaves del automóvil Mazda propiedad de Genebit. Lo que resultó determinante para ligarlo al crimen.

Foto: Cristian Torres

Protestas

Desde temprano, el sábado 8 de agosto, decenas de jóvenes, en su mayoría mujeres, hicieron presencia en el Centro de Justicia de Río Nuevo, exigiendo justicia para Genebit. Con vestimenta blanca y con pancartas, tomaron los pasillos del segundo piso y montaron una férrea guardia en la sala donde se desarrollaba la audiencia.

Consignas como “Genebit, Genebit”, “Justicia, justicia”, fueron algunas de las matizadas palabras emanadas al unísono por parte de los presentes, los cuales no brindaron declaraciones ni entrevistas, solo exigían que el acusado fuera vinculado a proceso.

De ser declarado culpable, David Alejandro podría purgar una pena de 35 a 60 años, a menos que se otorgue la posibilidad de un juicio abreviado, donde aceptara su responsabilidad a cambio de la reducción de la sentencia.

 

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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