Conzultoría Matrimonial y Familiar
Afortunadamente ya ha mejorado la medicina en atención a la pandemia y muchos se están salvando de morir, aun cuando siguen arriesgándose, lo cual no entiendo: unos porque no creen en el COVID-19 y otros porque les vale. Por mí está bien que cada quien sea dueño de su destino y vida, y si se quiere morir pues es su decisión; lo que no está bien es que por su decisión contagie a su familia, familiares, amigos, compañeros de trabajo y quien se le cruce en el camino, convirtiéndose en un asesino en potencia.
Como en alguna forma se han empezado abrir algunos trabajos, muchos agarran monte y aunque no sea para ellos, actúan como si lo fueran y andan en la calle como Pedro en su casa; muchos en restaurantes, en la playa, paseando, en fin… Pero no se ve que se estén cuidando; todo lo contrario, se descuidan, no guardan la debida distancia, dejan el cubrebocas en cualquier lugar y ahí es cuando se relaja todo y siguen los contagios.
Día a día, en las mañaneras del Presidente o en las tardes, aparece información oficial al respecto, pero se han dicho tantas mentiras y en no pocas veces lo que debiera ser información se convierten en mensajes políticos, por lo que ya pocos le creen al vocero oficial. Está muy desacreditado. El Presidente, que debería ser un ejemplo para el pueblo, desdeña el uso del cubrebocas; y si él no los usa y los millones que votamos por él lo imitan… estoy que muchos contagios y muertes, por eso han sido; y malo porque él debe dentro de sus atribuciones velar hasta lo posible por la salud de todos los mexicanos.
Me hubiera gustado que las autoridades de salud hubieran llevado encuestas de pocas preguntas a todos los que se han contagiado del COVID-19, y que la pregunta central fuera que dijeran en donde se habían contagiado, complementadas con otras más (como a qué lugares habían asistido), para así darlo a conocer al público y estos pensaran bien antes de salir. Hay muchos lugares donde pueden contagiarse sin saberlo, independientemente de que sea por no cuidarse ni mantener la sana distancia para protegerse y proteger a los demás.
Pocos entienden o razonan que el cubrebocas no es tan solo para no contagiarse, sino no contagiar a los demás, porque muchos que son asintomáticos y traen el virus, no se enferman; contagian a los demás que si son susceptibles de contagiarse y enfermarse y por esa falta de responsabilidad esto sigue aumentando en enfermedad y muerte.
Es poca la penetración de los medios de comunicación en el conocimiento del gran impacto del virus; primero porque la gente día a día deja de comprar periódicos; y otra que en los noticieros de TV también poco interés tienen en ellos porque después de tanto encierro lo que prefieren es ver películas, series, novelas, etc., por lo que habría que llevar a cabo una campaña de información permanente, por medio de volantes, sonido por medio de carros, etc., y considerar que mucha gente que se encuentra sin trabajo. Que, si ni para periódicos tiene, menos para estar pagando el servicio de televisión; lo que quieren es trabajo para poder comer y/o sufragar sus gastos más apremiantes.
Volver al estado de normalidad anterior creo que ya no va a ser posible, y menos con tanta gente irresponsable, como también por las acciones del gobierno que en honor a la verdad esta pandemia lo ha rebasado. Así que esperar que llegue la vacuna, no sea tan cara y haya una profunda campana para seguirnos cuidando y en su momento para vacunarnos. Y, como sea, darnos cuenta de que, como hay tanto irresponsable sin preservar la sana distancia y andar cuidándose con el cubrebocas, las cosas no se resolverán pronto.
Es importante ser más conscientes y responsables, cuidarnos y cuidar a los demás con buenas acciones y medidas que ayuden a mitigar en algo esta pandemia.
Como siempre gracias a mis dos que tres lectores por sus comentarios y consultas al e-mail: bautista46@hotmail.com
El Licenciado Roberto Bautista reside en Tijuana, B.C.
