De Trez en Trez
Uno.- La propuesta de Para Empezar, opinión editorial de ZETA del viernes anterior, además de fundamentada es contundente: Cancelar el ciclo escolar 2020-2021.
Ante la pandemia que no ha sido “domada” trastocando toda la vida cotidiana, los contagios que no ceden y los muertos que se cuentan por decenas de miles en las cifras oficiales, así como el riesgo latente para millones de alumnos, maestros, padres y madres de familia, una medida de tal tamaño estaría para ser considerada.
No obstante, y según se ha visto cómo reacciona el gobierno federal en los asuntos harto importantes y espinosos, no “dio su brazo a torcer” y eso no sucedió.
Por el contrario, el titular del poder ejecutivo y su secretario de educación, han ponderado el programa Aprende en Casa y puesto en marcha desde este pasado lunes la segunda parte del mismo, ahora con apoyo principal de la televisión cuando el primero lo hacían en línea.
Haberlo hecho, sería tanto como aceptar que las acciones realizadas para mitigar los efectos de la desgraciada pandemia no han tenido éxito, que subestimaron sus efectos, se les salió de control, y a pesar de lo que se aseguró a principios de este 2020, no estaban preparados para enfrentarla.
Además, muchos padres, madres de familia y tutores de los niños y jóvenes estudiantes pondrían “el grito en el cielo,” pues algunos conciben a la escuela como una especie de “guardería” que les soluciona la educación y el cuidado de sus hijos o “de perdida”, se los entretiene en lo que ellos trabajan.
Probablemente también hubiera habido opiniones en contra y protestas de diversas organizaciones con el argumento de que la hipotética cancelación del ciclo escolar atentaría contra el derecho a la educación; ¿cómo quedaría su gobierno ante la opinión internacional?
Con razón o sin ella, le hubieran llovido críticas al presidente desde diversos frentes, partidos políticos, organizaciones sindicales, asociaciones civiles de verdad y de membrete, populares y “fifís”, reales o fantasmas; y lo que menos desean los que ahora gobiernan es tener problemas en vísperas de un año electoral como lo es el 2021.
Doz.- Cierto, los resultados de PISA y otras evaluaciones son muy bajos en México, peor aún si se les compara con los resultados obtenidos en países nórdicos, asiáticos y de otras regiones pero, esos bajos resultados no son producto de la pandemia actual sino de añejas carencias y vicios que desde décadas han afectado a la educación en nuestro país.
Por otra parte, hay también opiniones a favor de continuar con la educación a la distancia y “de lo perdido, lo que aparezca”, muchos padres de familia prefieren esta modalidad a la cancelación del ciclo escolar y la incertidumbre que ello les representaría.
A pesar de las dificultades que han experimentado por la falta de equipo (TV, computadora o teléfono celular), falta de energía eléctrica, fallas en la señal de TV o internet, falta de información en cuanto horarios, canales y plataformas, escasa capacitación para la educación a distancia; buena parte de adultos y menores están de acuerdo en continuar con sus clases a distancia, que servirán además como preparación y experiencia para el resto del tiempo que persistan los riesgos de la pandemia, pues el regreso será escalonado y mezclando clases presenciales y a distancia.
Trez.- Así pues y como diría mi abuela –siempre sabia, nonagenaria y ahora olvidadiza– “antes muerto que cadáver”, el gobierno federal ordenó el inicio del programa “Aprende en Casa II” a distancia, no obstante que no hay garantía de una educación de calidad, equitativa en cuanto al acceso a las tecnologías digitales, y con el riesgo de la deserción escolar presente.
Sin duda la educación, como la salud, la economía y otros apartados importantes, es una víctima más de la pandemia, cuyas afectaciones se verán reflejadas más adelante.
Este inicio del ciclo escolar 2020-2021 representa un reto harto complicado para todos, padres, madres, alumnos, maestros y autoridades del ramo. Habrá que adaptarse a las circunstancias. Ojalá se obtenga un “aprendizaje significativo” de esta experiencia para lo que falta de la pandemia y lo que pueda venir después y, de pasadita, aprecian la labor de los docentes.
P.D.- ¡Hay tiro! ¡Hay tiro! Pero, no “en la casa del boxeo”, sino en BC entre el gobernador y los que se le pongan enfrente en miras a sucederlo o llevarle la contraria.
P.D.2.- El monto anual total de financiamiento solo a los partidos políticos para la elección de 2021 es de 7 mil 226 millones 3 mil 636 pesos… demasiada “lana” habiendo tanta pobreza.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: profeohe@hotmail.com
