Este fin de semana el calor minó más que el COVID-19 la visita de miles de tijuanenses a los parques municipales. La ciudad reporta una temperatura de 31°C (grados celsius), pero también, de acuerdo con el informe del secretario de salud del estado, Alonso Perez Rico, un récord histórico de contagios en Tijuana con 225 personas con el SARS-CoV-2 activo.
De acuerdo con el director del Sistema Municipal de Parques Temáticos de Tijuana (Simpatt), Juan Alberto Gómez Bárcenas, desde la reapertura de los parques Morelos y de la Amistad el sábado 13 de junio, han tenido registros de hasta 9 mil visitantes en un solo día, que generalmente es domingo.
La capacidad de operación que ahora tienen los parques, por la llegada del nuevo coronavirus, se redujo a sólo el 30%; previo a la pandemia tan solo el cupo del parque Morelos es para más de 35 mil personas, explicó.
Este sábado 15 de agosto, a diferencia de otros fines de semana el parque se veía con muy poca afluencia. Las filas de autos para ingresar al estacionamiento del parque se hacían largas en fechas anteriores, ahora no había línea de espera, situación que interpretó el director que es consecuencia del calor y el regreso a clases.
Calculó que alrededor de 5 mil personas visitaron este día el parque Morelos, mientras que en el de la Amistad, apenas han contabilizado alrededor de mil 200 gentes pasando el fin de semana en estos sitios.
Durante un recorrido realizado por ZETA por distintos parque de la ciudad, se pudo ver una baja afluencia de visitantes en general. En el caso del parque de la Amistad, apenas se podía ver alguna que otra familia acostadas en el pasto o deambulando por la zona, sin que se viera mayor movimiento de ciudadanos.
Respecto al parque Morelos, este se encontraba sin fila en la entrada para automóviles, ni en la de peatones; muy pocas familias deambulaban por el zoológico y el área de la comida del lugar, esto pese al cierre de algunas zonas del Zoológico, como una medida preventiva para evitar que especies susceptibles a posibles contagios de COVID19 resultaran afectadas.
Las áreas donde se ubican los monos araña, monos titi, el pasillo de tigres y aves psitácidas, permanecerán cerradas mientras dure la contingencia sanitaria, informó el director del Simpatt.
Guadalupe Zuno, comerciante con más de 9 años trabajando en el Parque Morelos, contó a ZETA que la gente que vista el parque desde su reapertura en junio, la mayoría se quita el cubrebocas al ingresar y pasar por el filtro sanitario, además de que sus ingresos se han visto afectados hasta en un 50% comparado con las ganancias que generaba previo a la pandemia.
Ante esta declaración de Guadalupe Zuno, el director Juan Alberto Gómez Bárcenas explicó que el parque cuenta con 47 hectáreas y solo 6 guardias por turno, por lo que es muy complicado que puedan mantener cierto orden dentro, pero eso sí, aseguró que el filtro de entrada debe dar certeza de que almenos personas con síntomas de coronavirus no entran.
Detalló que cuando se llega al límite del aforo permitido para estos espacios, cierran las puertas y se limita el acceso hasta que se hayan salido por lo menos 100 familias, para poder permitir el ingreso de otras 100, “hemos cerrado los domingos a las 14:00 horas, porque ya llegamos al tope del cupo y ya por ahí de las 15:30 horas volvemos a reabrir el acceso”.
Por último, durante el recorrido en el parque Teniente Guerrero, en la Zona Centro de la ciudad, tanto el quiosco cómo la plaza que se usaba de pista de baile se observan vacíos. La mayoría de las personas que se encontraban el lugar eran individuos en situación de calle o comerciantes ambulantes en busca de su venta del día.
En medio del calor y la pandemia, mientras ZETA hacía el recorrido por el parque se encontró con una quinceañera que habían acudido al Teniente Guerrero ha realizarse una sesión de fotos con su vestido azul, el cual sus padres apenas le habían comprado para que no pasara desapercibida la fecha.
Con cubrebocas, vestido azul y unas zapatillas blancas, Rebeca Rodriguez festejó su cumpleaños número quince con una sesión de fotos improvisada en el parque. Su familia desestimó organizar una fiesta con la llegada de la pandemia, así que ella decidió hacerse una foto “nada casual” con vestido de quinceañera y cubrebocas.
“Es algo distinto, pero vale la pena, no es casual tomarte una foto con cubrebocas pero vale la pena, se siente bien. Apenas se me ocurrió la foto para recordar y pues el vestido apenas lo conseguí”, contó Rebeca.