El turismo local y de California aprovechó para salir a divertirse durante la noche del sábado en los bares de la zona de diversión nocturna
Al menos 10 bares estaban abiertos en el circuito de las calles Nogal, Rosarito, Eucalipto y la carretera Transpeninsular en la zona turística de Playas de Rosarito. Había poca fila para ingresar a las discotecas que supuestamente estarían cerradas en semáforo en rojo por el riesgo de contagios de COVID-19 en Baja California.
Larissa, es una de las turistas que se divertía con sus tres amigos que viajaron a Rosarito para encontrar la diversión nocturna que está prohibida en Los Angeles, California. “Ya no nos dejan hacer fiestas, solo queremos un poco de diversión”, comentó.
Los decibeles claramente no eran los adecuados, no eran los bajos que había recomendado el secretario de economía y turismo, Mario Escobedo. “La música debe estar a bajo volúmen para evitar que la gente grite, para que no expulse nada de la boca y evitar contagios”, ha dicho en las conferencias matutinas.
En el recorrido que realizado por ZETA, la policía hizo dos rondines por el circuito en donde están los bares: Papas And Beer, Pink Cadillac, Club Tequila Rockstar y el Coco Beach Club. En la red social Instagram se aprecian historias en las que los turistas revelan la saturación de las pistas de baile y como los clientes pasaron de la sana distancia a solo tomar cierta distancia.
Foto: Ernesto Eslava
Los protocolos que sí siguieron los bares, fueron: la sana distancia en las filas para ingresar a las instalaciones, la lectura de temperatura corporal y la aplicación de gel antibacterial, así como el uso de careta y mascarilla para los trabajadores fuera y dentro de las discotecas. Pero en el lapso que ZETA estuvo en el circuito turístico, nadie fue rechazado y tampoco ningún elemento de verificación municipal acudió para supervisar el cumplimiento de las medidas.
Baja California lleva en semáforo rojo desde que inició el uso de la medida para definir al grado de riesgo de contagio y atención hospitalaria por el Covid-19. Desde entonces el gobernador Jaime Bonilla, el secretario de salud Alonso Pérez Rico y el secretario de economía Mario Escobedo, han sostenido que los bares no abrirán en semáforo en rojo y advirtieron que serían multados quienes violen las normas sobre el Covid-19. Mientras el ayuntamiento de Playas de Rosarito, que encabeza la alcaldesa Araceli Brown Figueredo emitió un comunicado sobre los operativos de la dirección de verificación que hicieron sobre el boulevard Benito Juárez en donde solo detectaron y regañaron a músicos y a “jaladores”, pues provocaban a aglomeración de turistas.
