Eberto de León fue víctima de abuso policial en 2019. Un año después, apenas hay avances en las investigaciones de la Fiscalía General del Estado y de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), mientras que en la Secretaría de Seguridad Pública de Tijuana apenas iniciarán una indagación.
Eberto vivía en California junto a su esposa Rafaela y sus dos hijos, hasta que decidieron venir a vivir a Tijuana en 2015. Pero tres años después, la mujer decidió abandonar al hombre y a sus hijos para regresar a Estados Unidos.
Del otro lado de la frontera, Rafaela presentó una denuncia por maltrato en contra de Eberto, y solicitó la custodia de los menores. Al mismo tiempo, Eberto presenta una denuncia similar, pero ante un juez de lo familiar en Tijuana, y acude con las autoridades estadounidenses para aclarar las cosas y solicitar que el juicio sea en esta ciudad, ya que es el lugar de residencia de la familia.
La juez se niega y le da la custodia de la menor a su esposa; mientras que el hijo mayor, de 13 años, decide quedarse con su papá.
Tres semanas después, a finales de febrero de 2019, la mujer le regresa a la niña en Tijuana, y todo parece indicar que habían llegado a un acuerdo; sin embargo, el 4 de marzo de 2019, Rafaela volvió acompañada de agentes municipales, quienes amenazaron a Eberto para que le devolviera a sus hijos.
Dentro de la discusión, Eberto le dijo que solucionaran las cosas directamente en el Ministerio Público, así que tomó a sus hijos y los subió al carro para dejarlos encargados con amistades, en lo que resolvía el problema con su pareja ante las autoridades.
Cuando transitaba por el bulevar Francisco Blake Mora, fue detenido por los agentes municipales Roberto Rodríguez Álvarez y José Guadalupe Barriga Rocha, quienes le indicaron que lo pararon porque tenía vidrios polarizados.
Le pidieron que les enseñara lo que traía en la cajuela, y le preguntaron con quién viajaba; al responder que con sus dos hijos, uno de los policías hizo una seña, y de inmediato apareció Rafaela y se llevó a la niña, mientras los policías golpeaban a Eberto y su hijo, de 13 años, grababa la agresión.
Rodríguez Álvarez y Barriga Rocha lo llevaron a la delegación de La Presa, donde Eberto le explicó al Juez lo sucedido: que lo habían golpeado y que habían ayudado a su esposa a llevarse a su hija, a pesar de que contaba con la orden de un juez para su custodia.
Jorge Alberto Ayón Monsalve, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal, comentó a ZETA que no se tiene registro de la queja que Eberto de León realizó, ya que no fue turnado a Asuntos Internos; no obstante, el viernes 3 de julio habían recibido un oficio por parte de Sindicatura Municipal, para que se investigara a los agentes por faltas administrativas.
Ayón agregó que mientras estuvieran las investigaciones, los elementos -que aún están en activo- serían retirados de las calles hasta la resolución del caso.
Los policías denunciados ya fueron a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, donde argumentaron que actuaron en defensa propia; mientras que en la audiencia, sostenida el 10 de julio en la Fiscalía General del Estado, los agentes se negaron a declarar por recomendación de su abogado.
La Fiscalía General del Estado informó a ZETA que la denuncia aún se encuentra en investigación, en la unidad de Delitos Patrimoniales con la carpeta 0204-2019-10586 y con el número único de caso (NUC) 0204-2019-44638 a la 0204-2019-10586, por el delito de abuso de autoridad; además que Rafaela se presentó el 6 de julio y admitió que los agentes le habían ayudado a recuperar a su hija.
Asimismo, la CEDH informó que el expediente de Eberto de León continúa en integración; sin embargo, en lo que va de 2020 se han interpuesto 175 quejas contra elementos de seguridad pública municipal, encabezada por la de Tijuana, con 106 de ellas; Mexicali con 31; 24 en Ensenada; 9 en Rosarito y 5 en Tecate.
