Reabrir el servicio a comensales en los restaurantes ha sido “un respiro” para estos establecimientos que durante 70 días sólo ofrecían comida para llevar, consideró Martín Muñoz, presidente del Clúster Gastroturístico de Baja California.
En entrevista con ZETA comentó que la respuesta de los residentes de la ciudad, así como de los visitantes mexicoamericanos y americanos del sur de California “ha sido muy buena”, y ha permitido que muchos restaurantes operan al cien por ciento de la capacidad permitida por la autoridad.
Recordó que los restaurantes sólo pueden operar al 30 por ciento de su capacidad, por lo que alrededor del 30 o 40% del personal está trabajando.
“Canirac ha hecho un arduo trabajo para el tema de la mesa segura, para promover diferentes campañas como #AquíNadieTruena con mucho éxito”, con el propósito de “poder decirle al turista, al comensal, que estamos de pie, que estamos de vuelta, que lo estamos haciendo con todas las medidas que marca la autoridad sanitaria, y esto ha funcionado”.
En ese sentido, Muñoz destacó la colaboración que se ha tenido con las diferentes asociaciones y con la autoridad tanto municipal como estatal, para hacerle saber al cliente que hay más oferta gastronómica y turística que pueden disfrutar.
“Lamentablemente no podemos esperar a la gente que queremos o la gran promoción que tuviéramos que tener por respeto a la salud pública”, ya que se debe respetar el 30% de la capacidad de operación de los restaurantes. En la medida en que la autoridad sanitaria vaya dando permiso de operar con una capacidad del 50 u 80% a los establecimientos se intensificaría la promoción.
Consideró que la etapa actual en la que el sector gastronómico de Tijuana se encuentra es de preparación. En ella se han seguido haciendo adecuaciones en las mesas, en las cocinas, en el servicio para llevar, gracias a la capacitación que han recibido del Seguro Social.
Sin embargo, persiste el riesgo de que 30% del total de restaurantes no vuelvan a abrir, y entre 15 y 20% de los negocios turísticos.
Otros factores que afectan la economía de los establecimientos ha sido la inflación, el tipo de cambio y el incremento en el precio de servicios básicos como el gas, la electricidad y el agua, apuntó.
“Lamentablemente muchos fuimos afectados con cobros sumamente excesivos (cuando) los negocios estuvieron cerrados por más de dos meses y aun así siguió llegando el cobro del agua de manera desmedida”, indicó Muñoz, quien confió en que el saldo a favor se adjudique a quienes hayan pagado de más, agregó.
Por último, consideró que el factor que más perjudicó a esta actividad fue la incertidumbre, el no saber qué iba a pasar, ya que aún muchos restauranteros no han decidido abrir.
