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viernes, febrero 23, 2024
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¿Mejor que hace dos años?

De Trez en Trez

 


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1.- Sin duda, y pese a los incondicionales aduladores de la 4T, México y los mexicanos no estamos mejor que como estábamos hace dos años.


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Claro, no todo lo malo hay que achacárselo a la actual administración; pero sí una buena parte de ello, pues como se verá, no hay planeación, sí mucha improvisación y la coordinación efectiva brilla por su ausencia. Hay también desencuentros con gran cantidad de los gobernados, además de desencanto y desilusión entre otros tantos. Por supuesto, hay quienes aplauden todo.

Hay temas harto relevantes que atender, sin embargo, el presidente prefiere tocar los más peliagudos sólo “por encimita”; y, si puede, esquivarlos con su “esgrima verbal mañanera” o cuando puede y donde puede, dándole piola a otros menos urgentes.

Entre los primeros están la economía, la seguridad pública y la salud. Vamos por partes. Un breve repaso de las notas sobre economía:

*Según el FMI, más de 15 mil 400 millones de dólares han sido sacados del país en tan sólo cinco meses por inversionistas que ven en riesgo su capital.

*10 millones de mexicanos se sumarán a los millones de pobres que ya existen en el país. La crisis sanitaria, el desempleo, la falta de ingresos, el cierre de fuentes de trabajo, contribuyen a ello.

*De acuerdo a los pronósticos de instituciones financieras, la economía del país registrará una contracción del 8.5 este año, y hay por lo menos otros cuatro entes financieros (Prognosis, J.P. Morgan, BBVA, y Citibanamex) que proyectan al PIB cayendo en más del 10%.

*La crisis sanitaria ha provocado un menor consumo de productos y servicios, en una consecuencia lógica de confinamiento, no trabajo, no ingresos, desempleo, temor, y baja en el gasto de esos productos y servicios.

*La amenaza inminente de una inflación incierta; Banxico en junio pasado, advirtió sobre esta situación por aumento en los precios de productos, servicios, escasez de los mismos y dificultad en la distribución de otros productos. En fin…

2.- En cuanto a la seguridad pública -o, mejor dicho, la inseguridad-, pues no hay mucho que agregar, la realidad habla por sí sola:

*La impunidad sigue presente, también la justicia selectiva.

*Los delitos graves, a la alza; la violencia presente en casi todo el país.

*Los grupos de la delincuencia organizada siguen muy activos pese a la pandemia y aprovechando también las crisis, la de la pandemia, la económica y la social.

*La narcodelincuencia reta abiertamente al Estado, ha detectado sus debilidades, realiza atentados y hace apariciones de propaganda.

*Tal es la situación grave que las fuerzas armadas no han regresado a sus cuarteles; por el contrario, están más presentes que nunca en otros ámbitos antes ajenos para ellos.

*La estrategia del Gobierno Federal (si es que existe) no ha dado resultados para poder garantizar la seguridad, la paz y la tranquilidad prometidas.

3.- Con respecto a la salud, estamos lejos, muy lejos de tener un sistema de salud como el de Finlandia o Dinamarca como lo prometió (en candidato) AMLO:

*Desde el principio de la actual administración, se hicieron recortes de presupuesto, se despidió personal harto importante, y llegaron a puestos claves no los más preparados sino los cercanos, los recomendados y los oportunistas. La crisis en el sector salud se agravó.

*El parto inducido (forzado para darle en la torre al pasado) del Insabi no bien se acababa de dar, cuando se presentó la pandemia.

*Cuando se tuvo una ventaja de dos meses respecto a la presencia de la pandemia con relación a Asia y Europa, el Gobierno Federal afirmaba: “Nada que temer, estamos preparados”.

*Y pues, nada de preparación, hospitales mal equipados o sin equipo, personal sanitario escasamente dotado de protección, insumos insuficientes, escasez de personal, por incapacidad, por ser personas de alto riesgo, o de plano por contagio o fallecimiento. Los que aún quedan, están cansados y estresados de luchar -literalmente- contra el virus, contra los gobiernos federal y estatales, y contra la población irresponsable que no acata las medidas de prevención mínimas.

*Una estrategia equivocada dicen algunos especialistas, un modelo nada recomendable para tratar de frenar la pandemia.

*Para no hacer el cuento largo y oficialmente con más de 40 mil muertos en el país (se asegura que pueden ser el triple), los responsables de garantizar la salud de los mexicanos desde un escritorio, siguen manejando cifras, números, cantidades de contagios, fallecidos, porcentaje de ocupación de camas en hospitales, recuperados, y una serie de datos, tantos que dan la impresión de no referirse a personas.

*El resto del sector salud y la atención a otros padecimientos, está de mal en peor; sólo que ahora se tiene el pretexto perfecto para justificarlo todo… Hasta los más de 100 mil muertos que se dice habrá.

Ni a la seguridad, ni a la economía, ni a la salud -entre otros rubros- se les debe escatimar recursos y esfuerzos; el Estado no tiene ningún derecho de dejar en el desamparo, en la pobreza, en la injusticia y mucho menos dejar morir a los gobernados con el pretexto de “hacer historia”.

P.D.- Y aun así, existen aduladores que proponen una iniciativa para declarar el 1 de julio como “Día de la Cuarta Transformación” en México.

 

Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: profeohe@hotmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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