La Secretaría del Bienestar entregó esta semana un apoyo de 127 mil pesos a cada familia que perdió su vivienda en los incendios ocurridos durante el mes de octubre del año pasado; el recurso fue bajado del Fideicomiso del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), para apoyar 60 familias de Playas de Rosarito y Ensenada.
La madrugada del 25 de octubre se registraron decenas de incendios en cuatro de los cinco municipios de Baja California; la mayoría de los siniestros fueron en cerros, laderas y zonas urbanas, lo que dejó un saldo de 480 personas damnificadas que perdieron sus hogares y cerca de 13 mil hectáreas dañadas. Todo a consecuencia de la condición Santa Ana que se presentó en esas fechas.
Los municipios de Tijuana, Tecate, Rosarito y Ensenada emitieron declaratorias de desastre en su momento, sin embargo, sólo los tres últimos pudieron acceder al recurso federal porque los siniestros ocurrieron en zonas consideradas como rurales. La Secretaría del Bienestar entregó tarjetas a las familias de Rosarito y Ensenada, mediante las cuales se les depositará el recurso aprobado.
El delegado federal único Jesús Alejandro Ruiz Uribe, explicó que, de acuerdo con los proyectos que tenga cada familia, los 127 mil pesos se distribuirán en distintos pagos para que vayan reconstruyendo sus hogares. El programa de reconstrucción incluye la asesoría de arquitectos adscritos a la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), quienes ayudarán a las familias con el diseño de sus nuevos hogares.
Destacó que previamente los ayuntamientos de estos dos municipios ya habían entregado material a los afectados, por lo que el recurso será destinado a ampliar o mejorar las viviendas que ya habían sido reconstruidas con las ayudas municipales.
En el caso de las 60 familias del municipio de Tecate, el funcionario federal explicó que le corresponde al estado otorgar los recursos, debido a que por una “disposición práctica” se repartieron a las 120 familias que calificaban al Fonden. En lugar de que cada autoridad otorgar una parte del recurso, se decidió dividir a los afectados y que cada entidad se encargada de la mitad de ellos.
En el caso de los afectados en Tijuana, afirmó que no le correspondió a la federación hacerse cargo, debido a que las condiciones de los siniestros (la mayoría en zonas urbanas) no calificó para recibir apoyo del programa Fonden, a pesar de que el alcalde firmó la declaratoria de desastre en su momento.