Entre abril y julio, el Hospital General de Tijuana ha dejado de atender a 19 mil 754 personas que acudían a consulta interna y con especialistas, aunado a que un promedio de 660 cirugías consideradas no urgentes fueron canceladas de forma indefinida
Fue a partir de la última semana de marzo cuando entró en acción el plan para reconvertir hospitales generales que pertenecen a la Secretaría de Salud en Tijuana, Ensenada y Mexicali, a modo de estrategia para disminuir los contagios por COVID-19 y concentrar los casos confirmados alejados de otros pacientes, según lo dictado en el lineamiento de reconversión hospitalaria a nivel federal.
La misma dinámica se dio en los hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), siendo en Tijuana el Hospital General Número 20 y el Regional Número 1, los nosocomios previstos para albergar pacientes COVID; en Mexicali se estableció el Hospital General de Zona 30 y en Ensenada el General de Zona Número 8 para atender a población que llegara a requerir hospitalización.
Estas medidas trajeron consigo que las consultas y cirugías electivas se suspendieran de forma indefinida, quedando disponible solo el servicio de urgencias, partos, atención de hemodiálisis y de pacientes con cáncer.
Sin embargo, a cuatro meses de haber iniciado la pandemia en Baja California, los pacientes No COVID han comenzado a ver mermada su salud, aunado a que las cirugías que en su momento no representaban un problema, al paso de los meses se han ido agravando, por lo que algunos -aquellos que cuentan con recursos- han optado por acudir a hospitales particulares para atenderse.
HOSPITAL GENERAL, SIN DAR ATENCIÓN A CASI 20 MIL PERSONAS
Tan solo en el Hospital General de Tijuana se ha dejado de atender un promedio de 19 mil 754 consultas de abril a la fecha en medicina interna, trauma, ortopedia, pediatría, ginecología, obstetricia, dental, psicología, nutrición y epidemiología, y cerca de 660 cirugías electivas.
Personal médico de esta institución, consideró que hubo una mala planeación por parte de las autoridades de la Secretaría de Salud a cargo de Alonso Pérez Rico en Baja California, al dejar que el Hospital General de Tijuana, que atiende no solo a pacientes de Tijuana, sino de Rosarito y Tecate, hayan optado por reconvertirlo, ya que toda la población considerada como no urgente ha quedado a la deriva en atención médica.
Aun cuando el acuerdo fue que los pacientes que eran atendidos en el General de Tijuana serían enviados al Hospital General de Rosarito y Tecate, así como los hospitales del Issstecali e ISSSTE, únicamente se atenderían consultas con carácter de urgente, así como cirugías que no puedan esperar, como embarazos de alto riesgo o accidentes, pero no se proporcionarían consultas de seguimiento.
Médicos entrevistados aseguran que la situación se ha agravado, y explican que en su desesperación, la población ha estado recurriendo al área de urgencias del nosocomio para recibir atención médica, por lo que al no ser pacientes con síntomas COVID, los han referido a otras instituciones médicas. Principalmente se ha visto con personas baleadas que son llevadas al Hospital General, y son dejadas allí por sus familiares.
Aun cuando no hay una fecha para que el hospital se convierta en un lugar mixto que atienda a enfermos COVID y No COVID, los galenos proyectan que pueda haber una sobredemanda de atención médica, derivada de todas las personas que no han sido consultadas en todos estos meses, además de aquellas que por miedo a contagiarse, no han recurrido a alguna otra instancia médica a revisar su estado de salud.
PACIENTES NO COVID INVIERTEN EN OPERACIONES COSTOSAS POR SER NECESARIAS
Entre los pacientes que se vieron afectados por considerar que su estado no era una urgencia, está Gilberto Licona Martínez, maestro de profesión que a inicios de año fue diagnosticado con diabetes y posteriormente comenzó a experimentar problemas en la vista, al grado de tener dificultades para valerse por sí mismo, por lo que acudió al Centro de Salud ubicado en Calle 8 del Centro de Tijuana. De ahí fue canalizado al Hospital General para que lo atendiera un especialista en oftalmología.
Licona Martínez fue remitido a mediados de marzo al Hospital General, quince días antes de que fuera reconvertido; en esa visita le dieron su cita para el 1 de junio, pero a las semanas siguientes se le informó que su consulta quedaría en espera por no ser considerada como urgente.
“Yo quería seguir trabajando, era mi segunda quincena trabajando cuando dejé de ver”, detalló, ya que al no atenderse, no podría continuar dando clases, labor con la que paga renta, comida y gastos médicos.
Dado que su condición no le permitía esperar a que pasara la pandemia en Baja California, se vio orillado a pedir consulta en hospitales privados, acudiendo a partir de mayo y sometiéndose a cirugía entre junio y julio, lo que le generó un gasto de casi 34 mil pesos entre estudios y el procedimiento quirúrgico, por lo que la comunidad cultural de Tijuana sumó esfuerzos para apoyarlo.
Recordó que cuando acudió las primeras veces al Centro de Salud para revisar su problema de vista, el médico que le atendió le dijo: “Usted no se deprima, no se sienta mal, si usted no tiene dinero, a usted en el Hospital General le van a hacer su cirugía en forma gratuita, solo hay que hacer fila, sí lo van a atender, pero lleva más tiempo”, sin pensar que tras el inicio de la pandemia, se le pediría que esperara indefinidamente.
ENFERMOS DE CÁNCER SIN MEDICAMENTOS NI ACCESO A EXÁMENES
Alma Leticia Topete Martínez es madre de un joven que padece cáncer testicular y que a partir de la reconversión de hospitales en el IMSS en Tijuana, ha vivido en carne propia el rezago en atención médica, principalmente en lo que se refiere al medicamento que no hay en existencia y del que depende la vida de su hijo.
“Faltan medicamentos en el Seguro y no había análisis hasta hace mes y medio, pero antes teníamos que costearlos nosotros, tampoco hay tomografías y no nos han dicho cuándo volverán a haber”, narró.
Si bien la falta de medicamentos es un problema al que se han enfrentado desde 2019, con la pandemia se sumó que no se les hicieran análisis clínicos. Topete Martínez explicó que la quimioterapia de su hijo inició los primeros meses de este año, corrió por su cuenta porque el IMSS no contaba con dos de los tres medicamentos necesarios.
La quimioterapia que le corresponde, es aplicada durante cinco días (tres medicamentos), según lo que se tenga en existencia, cuando no hay, debe comprar el insumo que falte, gastando casi 10 mil pesos cada 21 días por dos medicamentos, ya que uno de estos no existe a nivel nacional, t de conseguirlo en farmacias de Estados Unidos, alcanza un costo de hasta 12 mil pesos adicionales.
Dado que en el IMSS no están haciendo tomografías porque el aparato es utilizado para realizar estudios a enfermos de COVID-19, le podría generar un costo de hasta 7 mil 500 pesos, mientras que en los meses que no se realizaban estudios en laboratorio, la afectada tuvo que pagar cerca de mil 800 pesos por estudio. Para solventar estos gastos, ha tenido que realizar rifas y ventas de distintos artículos.
Cabe mencionar que a finales de junio, el secretario Pérez Rico confirmó que ya habían fallecido cuatro menores de edad con diagnóstico de leucemia, y además, se contagiaron de COVID-19. No lograron salvar la vida por no ser atendidos de forma adecuada por personal del IMSS.
Asimismo, la señora Topete Martínez confirmó que algunas madres de familia se enfrentaron a la reprogramación de sus consultas de seguimiento a falta de especialistas en Oncología de la Clínica 20 del IMSS, que están ausentes por ser población vulnerable para trabajar en medio de la pandemia.
SIN SABER CUÁNTAS PERSONAS NECESITAN UNA OPERACIÓN POR FALTA DE CONSULTAS MÉDICAS
Tras la exigencia de madres de familia que no han recibido medicamento para sus hijos con cáncer por parte del IMSS, el jefe de Prestaciones Médicas, Clemente Martínez Ruiz, aseguró que se han acercado al grupo de afectados para generar compromisos y trabajar para brindar el medicamento necesario a quienes requieran iniciar o continuar su quimioterapia.
Sobre los demás derechohabientes que pudieran quedarse sin recibir atención médica tras la reconversión del Hospital General Número 20 y el Regional Número 1 en Tijuana, explicó que hay una serie de servicios que no se cerraron por considerarse vitales para la salud de la comunidad, como la quimioterapia, la diálisis y hemodiálisis.
Al igual que en los hospitales de la Secretaría de Salud, las cirugías electivas quedaron suspendidas, pero las catalogadas como urgentes siguen realizándose en el Hospital Regional Número 1, sin embargo, se pretende puedan reprogramar nuevamente cirugías, una vez que el Hospital General Número 20 deje de atender pacientes COVID.
“Hay que recordar que para estar en lista de espera de una cirugía, se tuvo que haber recibido atención médica previamente, y mucha de la atención médica también está rezagada, la consulta de especialidades se rezagó y entonces todos estos pacientes que pudieran ser un nuevo número o mayor cifra con respecto a cómo se estaba antes de la COVID, no necesariamente recibieron atención y por ende no están pendientes de una cirugía porque no están indicadas”, indicó el médico.
PACIENTES COVID Y NO COVID HAN BUSCADO MÉDICOS PARTICULARES
El presidente del MH Cluster en Baja California y ex presidente del Colegio de Médicos de Tijuana, Abraham Sánchez, refirió que en el sector médico privado han observado un repunte en las consultas hechas a pacientes locales, quienes han decidido buscar atención médica tras meses sin recibir consulta médica en las instituciones públicas. Algunos no quieren acudir a hospitales públicos por temor a contagiarse de COVID-19.
Los pacientes han acudido principalmente por hernias, problemas ortopédicos, quistes y malestares dermatológicos. Asimismo, buscan dejar de sentir dolor y por ello recurren al sector privado, sobre todo porque son conscientes de que podría haber un rezago en las consultas una vez que se normalice la atención en el sector público.
También destacó que el acercamiento ha sido por parte de pacientes que han dado positivo a COVID, quienes van en búsqueda de especialistas como neumólogos e internistas porque no hay confianza en las instituciones públicas, donde existe falta de personal especialista.
SECRETARÍA DE SALUD E ISSSTECALI, SOLO CON PACIENTES URGENTES
La jefa de jurisdicción de Servicios de Salud en Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito, María Remedios Lozada Romero, explicó que en los hospitales generales de Tecate y Playas de Rosarito estuvo apoyando principalmente en urgencias como accidentes vehiculares y personas baleadas, así como en embarazos de alto riesgo.
A la fecha se han dedicado a dar atención a las urgencias como indican los lineamientos, además de continuar el trabajo en los centros de salud y las campañas móviles en las colonias donde llevaron medicamento a los pacientes que así lo requirieran.
Sin embargo, las atenciones brindadas durante estos cuatro meses han sido menores entre los hospitales de la Secretaría de Salud y los Centros de Salud. En cuanto a los baleados, se ha recibido a 90 personas en cada uno de los hospitales de Tecate y Playas de Rosarito.
De las unidades móviles atendieron a cerca de 9 mil 948 pacientes en los tres municipios; 221 cirugías en Tecate y 347 en Playas de Rosarito, además, en los Centros de Salud de los tres municipios se atendió a cerca de 54 mil 231 personas, cifra que representa una disminución casi del 50% en comparación del mismo periodo en un año sin COVID.
Por su parte, el Issstecali informó que de abril a junio han atendido 2 mil 670 urgencias y 165 cirugías de pacientes que no derechohabientes, sino que pertenecen al Instituto de Salud para el Bienestar. En cuanto a la cifra de personas baleadas no brindaron el dato, pero aseguraron sí los están atendiendo, pese a que en diferentes ocasiones se ha reportado que no han querido recibir a un paciente trasladado con heridas con arma de fuego.
HOSPITALES, SIN FECHA PARA VOLVER A LA “NORMALIDAD”
Mientras que en Baja California la cifra de contagios por COVID-19 acumula 12 mil 254 pacientes con resultado positivo al virus, reportando más de 100 casos diarios y 2 mil 424 muertes, el IMSS Tijuana se prepara para dejar de recibir pacientes en uno de sus hospitales, sin que la Secretaría de Salud tenga certeza de cuándo podrían iniciar el cambio a un hospital que atienda a pacientes No COVID en hospitales reconvertidos.
El jefe de Prestaciones Médicas del IMSS, Clemente Martínez Ruíz, informó que desde hace dos semanas el Hospital General Número 20 se han dejado de recibir pacientes con síntomas COVID-19, siendo trasladados al Hospital Regional Número 1, donde hasta el momento se mantiene como un hospital COVID.
Sin embargo, no hay fecha para dar por hecho que el Hospital Número 20 no volverá a recibir pacientes COVID, ya que la cifra de contagios continúa aumentando y se espera que con la llegada de la temporada de influenza haya un repunte en pacientes infectados por el virus letal.
Más de 40 funcionarios estatales contagiados por COVID-19 en BC
Desde el inicio de la pandemia por coronavirus, en Baja California los casos de funcionarios estatales que han dado positivo van en incremento, siendo más de 40 los que han padecido esa enfermedad, aunado a seis integrantes del gabinete del gobernador Jaime Bonilla Valdez, informó el titular de la Secretaría de Salud en Baja California, Alonso Pérez Rico.
El caso más reciente se dio al interior del equipo de comunicación del mandatario estatal, que cada mañana le acompaña en sus transmisiones en vivo. El martes 21 de julio dejó de acudir a las transmisiones por haber dado positivo al patógeno del SARS-CoV-2, el coordinador de Comunicación, Juan Guízar, quien presentó algunos síntomas; sin embargo, de acuerdo con Pérez Rico la prueba que se le realizó dio un resultado negativo.
Sería el propio Guízar quien el jueves 23 de julio confirmó a ZETA que estaba enfermo de COVID-19.
El subsecretario de Gobierno y ex diputado local Luis Moreno Hernández, informó el lunes 20 de julio, a través de su cuenta de Facebook, ser positivo a COVID-19, por lo que se apartó de sus funciones y se aisló en casa. El funcionario cree que la infección pudo darse en una reunión de trabajo, ya que estuvo cerca de una persona portadora del virus.
Lo anterior no ha sido motivo suficiente para que funcionarios utilicen cubre bocas durante las transmisiones diarias del gobernador, dando un mensaje a la ciudadanía de falsa seguridad, pero que ha dejado en el camino a varios empleados del gobierno estatal con coronavirus.
Cabe recordar que en fechas recientes la secretaria de Honestidad y Función Pública, Vicenta Espinoza Martínez, y la delegada regional del Instituto Mexicano del Seguro Social, Desirée Sagarnaga Durante, ambas invitadas asiduas a estas transmisiones, dieron positivo y tuvieron que aislarse hasta que dieron negativo a la prueba de COVID-19.
En el caso del Hospital General, personal médico entrevistado refirió que hasta el momento no tienen fecha para que se conviertan en un hospital mixto, sobre todo porque el ingreso de pacientes COVID sigue siendo constante y los internados habían bajado a 70, pero en la última semana aumentó a 90 pacientes ingresados.