Los miembros de la Asociación del Personal Académico del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (APACICESE) reconocieron el inicio de una crisis climática causada por nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y expresaron su descontento por el proyecto de expansión de la planta de gas a licuado SEMPRA Energy, filial de Energía Costa Azul.
La manifestación se hizo a través de un desplegado dirigido a Víctor Manuel Toledo Manzur, Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Ángel Carrizales López, Director Ejecutivo de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente; Norma Rocío Nahle García, Secretaria de Energía; Gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez y el presidente municipal Armando Ayala.
La asociación se opone a la expansión de actividades económicas relacionadas con la comercialización de combustibles fósiles, ya que únicamente agravará la situación en la que ya nos encontramos. En particular, la APACICESE objeta la expansión programada de la planta procesadora de gas natural Costa Azul de la compañía estadounidense SEMPRA Energy y su subsidiaria mexicana IEnova localizada en el municipio de Ensenada.
La expansión de esta planta no es parte de ningún plan energético nacional y se utilizará para exportar el gas producido en los Estados Unidos a los mercados de Asia. Más aún, este tipo de plantas de licuefacción de gas natural tienen, en condiciones normales de operación, fugas de metano que podrían poner en riesgo vidas humanas e infraestructura de la región.
Hay que recalcar que el impacto que este tipo de plantas tendrá no será únicamente local. Las altas concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero producidas por el consumo de combustibles fósiles están desencadenando una mega-sequía (de una duración mínima de 20 años) sin precedente en los últimos 1000 años en la región suroeste de los Estados Unidos, incluyendo la cuenca del Río Colorado. Este fenómeno impactará indudablemente a nuestro país, ya que este río y su sistema de aguas subterráneas abastecen a las principales ciudades del Estado de Baja California.
Entendemos que no es demasiado tarde para minimizar, e incluso detener muchos de los impactos que tendrá el cambio climático y que afectarán profundamente a futuras generaciones, sino también que la magnitud de esos impactos dependerá de las acciones que tomemos como sociedad ahora y no en las próximas décadas.
Bajo el Acuerdo de París, ratificado por México1 y otros 178 países, se establece que para evitar el incremento de 1.50C de temperatura promedio global sobre el valor pre-industrial, todas las naciones firmantes se comprometen a lograr cero-emisiones netas en los próximos 30 años.
Eso significa retirar de la atmósfera la misma cantidad de gases de efecto invernadero que se emite.
Los mayores esfuerzos de control de gases de efecto invernadero han sido enfocados al bióxido de carbono y estos casi 200 días de contingencia sanitaria mundial por el covid-19 ya reflejan un cambio importante en la composición de la atmósfera.
Sin embargo en los últimos años los niveles del gas metano en la atmósfera han aumentado significativamente.
Indicaron que lo más preocupante acerca de este gas es que su impacto en el efecto invernadero es 80 veces mayor que el del bióxido de carbono.
La urgencia de controlar las emisiones de metano en México ha sido ya expuesta por el Premio Nobel de Química Mario Molina y su organización calcula que dicho control ayudaría significativamente a cumplir las metas acordadas ante el Acuerdo de París por nuestro país.
La eliminación de las emisiones de metano es especialmente importante cuando la organización Climate Action Tracker – grupo que monitorea el progreso de cada país hacia los objetivos acordados en París – ya califica las políticas de reducción de gases de efecto invernadero de México como inadecuadas.
Un aumento en las emisiones del gas metano tendría consecuencias nefastas en la lucha contra el cambio climático.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático calcula que, para lograr las metas acordadas en París, los niveles de metano en la atmósfera tendrán que disminuir en un 35% para el año 2050. Si esto no se logra, será necesario reducir aún más las emisiones netas de otros gases de efecto invernadero.
La APACICESE externa su preocupación por la crisis climática y tiene la convicción de que la reducción en emisiones de gases de efecto invernadero no está ocurriendo con la rapidez necesaria para evitar cambios irreversibles tanto en México como en el resto del planeta.
Por todo lo expuesto anteriormente, la APACICESE se siente con la obligación moral de oponerse a la expansión de la planta de SEMPRA Energy en Ensenada, Baja California y de exhortar al Gobierno mexicano a que agilice la transición energética a fuentes renovables limpias lo más pronto posible antes de que las consecuencias ambientales y socio-económicas del cambio climático se agraven.
