A casi 15 años de su inauguración, sigue pendiente que el Corredor Tijuana-Rosarito 2000 (mejor conocido como bulevar 2000) sea entregado a lo municipios de Tijuana y Playas de Rosarito. La vialidad consta de 42 kilómetros que unen a ambas ciudades; de estos, 24 corresponden a Tijuana y es donde se concentran varios desarrollos habitacionales.
En el último año de las pasadas administraciones, tanto estatal como municipal, se “empezó” a aplicar un proyecto de rehabilitación en tres fases. La primera fase cubrió los primeros 12 kilómetros que colindan con Tijuana; con una inversión de 50 millones de pesos, se construyeron algunas zonas de ascenso y descenso, se repararon hundimientos, se cambió concreto hidráulico, se colocó señalética y alumbrado.
Sin embargo, el proyecto no se retomó para 2019 y el proceso de entrega-recepción se suspendió una vez más, dejando el pendiente para las actuales administraciones. Después del accidente ocurrido el pasado 25 de junio, en el que perdieron la vida seis militares tras volcar su unidad, las autoridades pusieron de nueva cuenta el tema sobre la mesa.
Patricia Peterson Villalobos, titular de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiental, informó a este Semanario que las autoridades involucradas ya sostuvieron una primera reunión para definir el procedimiento de entrega-recepción de esta vialidad, contemplando buscar la participación federal para concluir dentro de la presente administración.
“El bulevar, de origen, quedó con faltas. Estamos hablando de guarniciones, acotamientos que no se concluyeron, siempre le ha hecho falta trabajo e inversión de origen. Ahorita, por supuesto, que esto ya se multiplicó por el uso y el desgaste propio de la vialidad”, explicó la funcionaria municipal.
Las obras, que se pretenden hacer en conjunto con el estado y la federación, son la colocación de alumbrado público, reparación de tramos de asfalto en mal estado, resolver conflictos de circulación con la construcción de cruces y salidas de camino; también la colocación de nuevos puentes peatonales para beneficio de los cientos de ciudadanos que habitan en las inmediaciones de esta vialidad.
Peterson detalló que ya se han identificado al menos 10 puntos en los que se requieren obras complementarias, la mayoría concentradas en las cercanías de los fraccionamientos El Refugio, Hacienda las Delicias, Hacienda Los Venados y Natura, que se encuentran al sur de la ciudad.
La meta es que este pendiente quede resuelto, o al menos tenga un avance significativo, en el siguiente año, para dejar lista la gestión de transferencia de los kilómetros correspondientes al municipio, destacó Peterson Villalobos.
Karen Postlethwaite Montijo, titular de la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenación Territorial de Baja California, comentó que en estos momentos el estado hace trabajos correctivos en ciertas zonas con una inversión de 14 millones de pesos, pero todavía no se puede hablar del proceso de entrega-recepción de la vialidad.
“Nosotros no estamos en condiciones de entregar el bulevar 2000. Ahorita se le está invirtiendo en mantenimiento, pero todavía falta aplicar un diagnóstico de los faltantes”, detalló.