La “nueva normalidad” en Tijuana cada día se parece más a la “vieja normalidad”, la diferencia queda solo en el nombre dado por el gobierno federal, como parte de un sistema de semaforización que no ha sido bien implementado por las autoridades locales, y que ha dado la pauta a una confusión colectiva, que en el peor de los escenarios, tendrá como consecuencia el alza de contagios por COVID-19.
“Ya estamos en semáforo naranja”, se le oye decir a un hombre que platica con otro afuera de un local de venta de curiosidades y recuerdos en la avenida Revolución de la Zona Centro de Tijuana, la cual, el sábado 13 de junio, tuvo un gran número de visitantes, tanto locales como turistas venidos de Estados Unidos.
La confusión no es para menos, Baja California lleva dos semanas en semáforo rojo, la siguiente semana será la tercera que siga en este color, según lo informado por Alonso Pérez Rico, secretario de Salud Estatal. Sin embargo, en el estado, y particularmente en Tijuana, se dio luz verde para que restaurantes recibieran comensales, mientras que parques y unidades deportivas volvieron a abrir sus puertas a la ciudadanía.
De nada vale que en Tijuana se tengan acumulados 2 mil 451 personas enfermas por COVID-19 de las que 720 han muerto, según los datos oficiales, sin dejar de lado que a nivel estatal ya son 7 mil 73 los que han dado positivo al virus letal, habiendo 738 pacientes activos al patógeno.
Aun con todo esto, el alcalde de Tijuana Arturo González Cruz, salió la mañana del sábado a plantar árboles en el Club Deportivo Bondojo en la colonia Nueva Tijuana, ahí se reunió con algunos vecinos de la calle Diego Rivera, incluso se vieron mujeres de la tercera edad que le acompañaban. La situación se tornó crítica cuando todos se olvidaron de guardar distancia de al menos cuatro metros en espacios públicos, al unírsele en el recorrido hecho en las instalaciones.

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Foto: Uriel Saucedo/ El alcalde plantando arboles en la colonia Nueva Tijuana
Al cuestionarle si era necesario realizar este tipo de eventos con la ciudadanía en plena pandemia, respondió: “Yo sé que esta situación es controversial, hay que tener mucho cuidado con los contagios, aquí definitivamente vienen algunos miembros del equipo de gobierno que deben practicar la sana distancia y yo se los digo cada vez que puedo, el evitar los contagios es esencial y es nuestro trabajo, si en alguna circunstancia esto se compromete, vamos a pedirles que guarden la sana distancia”.
Asimismo, justificó la apertura de parques y unidades deportivas en el municipio, explicando que viene de una recomendación anunciada por el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, por ello se decidió que estos espacios trabajen al 25 por ciento de su ocupación, empero, no es parte del pacto estatal firmado por los cinco alcaldes y el gobernador Jaime Bonilla Valdez, hace unos días.
En recorrido hecho por este Semanario se comprobó que en parques y unidades deportivas se tomó la temperatura y se dio gel antibacterial antes de poder ingresar. La afluencia durante el sábado fue escasa.
El Parque Morelos tuvo la visita principalmente de papás y mamás con hijos, parejas, personas haciendo ejercicio y pequeños grupos de amigos; según lo reportado por el Sistema Municipal de Parques Temáticos de Tijuana (SIMPATT), se recibieron a cerca de 900 personas en este parque cuando en un día sin pandemia recibían hasta 20 mil personas.
Los visitantes estuvieron esparcidos por todo el parque evitando el contacto entre ellos, el área de juegos permaneció acordonada y sólo se tuvo acceso a las áreas verdes, el zoológico y los puestos de comida; actividades como lanchitas y el uso del tren estuvieron suspendidas. En el Parque de La Amistad, se observó a más niños que estuvieron acompañados de sus padres, también personas que salieron a correr y ejercitarse, en este, se registró una afluencia de 800 visitantes.
Las Unidades Deportivas del CREA y Tijuana, recibieron a cerca de 100 personas cada una, durante las horas que estuvieron abiertas por la mañana, la visita se dio escalonada, en ningún momento se apreció una aglomeración entre los visitantes. Con respecto al uso del cubrebocas, pocos lo utilizaron dentro de las instalaciones de estas unidades, así como en los parques.
De los restaurantes que ya están recibiendo comensales, en la Ruta Gastronómica de Zona Río, no se detectó un importante movimiento de clientes, pero, se confirmó que en todos los restaurantes de esta zona se recibía a los visitantes con gel antibacterial, toma de temperatura y tapete sanitizante de calzado.
Pero algunos fueron clausurados como el caso de la Churrascaria, sucursal Río, que el viernes 12 de junio abrió de nuevo, trabajando al 80 por ciento de su capacidad. A través de una denuncia anónima, se avisó a la Dirección de Inspección y Verificación, quienes acudieron a sancionar el comercio por no respetar el protocolo establecido, ni contar con permisos de operación ni de venta de alcohol.
Salir a comer o tomar un trago con los amigos en esta pandemia, sin duda, se ha convertido en un acto de confianza, aun cuando en los establecimientos fue claro que las mesas no están cercanas unas a otras; los comensales comparten los alimentos sin la barrera del cubrebocas, de frente al invitado. Entre la clientela estuvieron parejas, grupos de más de cinco amigos reunidos en la misma mesa, y los que acudieron en solitario.

Foto: Marcos Angulo/ Restaurantes en Playas de Tijuana, la mayoría solo para llevar
Sobre la avenida Revolución, fue más notorio el movimiento de personas en bares-restaurantes, mientras unos quitaron mesas, otros optaron por bloquear algunos espacios con cinta amarilla para evitar la cercanía entre los consumidores.
Fue la Plaza Santa Cecilia el punto de convergencia, turistas, manifestantes, vendedores de productos no esenciales, restaurantes con mesas que no se alejaban más allá del metro, una de la otra, y medidas menos estrictas como no tomar la temperatura a los clientes; el objetivo era solamente vender.
En contraste hubo otros espacios que siguen ofreciendo sus alimentos sólo para llevar, pero que en la siguiente semana podrían sumarse a la lista de negocios que están recibiendo clientes dentro de sus instalaciones. El motivo del retraso es no haber tomado un curso, que según manifestaron, es requisito para poder abrir al público.
La movilidad que se presenció en Tijuana fue como la de un día sin pandemia, en comparación con otros recorridos, hubo más personas sin cubrebocas en las calles, más familias en mercados sobreruedas, puestos instalados que no eran esenciales. Las vialidades estuvieron más congestionadas, en zonas donde normalmente el tránsito era fluido como el área de Otay y Zona Río. De la Jornada Nacional de Sana Distancia, solo el recuerdo queda, mientras, el número de contagios continúa en ascenso.